domingo, noviembre 25, 2007

Falacia en primer grado

En algún lugar de la Enciclopedia Política, entre la demagogia y la intolerancia, aparece el populismo como el concepto más evasivo y maleable, enarbolado por todas las causas, invocado con fines diversos, aludido con resultados esquivos…

Hoy por hoy, el populismo se ha configurado como un estilo declinable y adaptable a las más diversas circunstancias, y por eso, el concepto “pueblo” aparece con la misma frecuencia e intensidad en todos los discursos políticos; lo invocan por igual en la derecha conservadora, en la izquierda radicalizada y en la tibieza moderada del centro.

El exceso y el abuso provocaron la connotación peyorativa, y ahora el populismo implica a las medidas de gobierno para atraer y conservar la simpatía del electorado; el populismo se ha transformado en el instrumento idóneo para preservar el poder y la hegemonía política mediante la popularidad entre la ciudadanía.

Y más allá del discurso, trascendiendo los límites de la demagogia, el populismo ya no alude a una ideología y se concreta en obras públicas, cuya finalidad es justificar la actuación de la clase gobernante y la aplicación de los recursos del erario. Actualmente, esta es una táctica de uso ilimitado y aplicación permanente para hacer política.

En los tres niveles, la eficiencia del gobierno suele ponderarse con el índice de la obra pública; por eso, la lucha por alcanzar y mantener un índice aceptable de popularidad se ha traducido en la lucha por el presupuesto para realizar obras que magnifiquen la imagen del mandatario. Y la asignación de los recursos del erario no es proporcional a las necesidades ni a los proyectos, porque obedece a los intereses de la partidocracia.

La ecuación gobierno – obra pública es en realidad una falacia de primer grado porque es la expresión material de la visión del grupo en el poder, la manifestación de su existencia y la ostentación de su influencia en la vida de una ciudad.

Cuando la eficiencia de un gobierno se califique por la calidad de vida de su población, por las soluciones a las necesidades apremiantes, por los índices en salud y educación, habremos ascendido a la escala superior de la política, donde el bienestar común es la prioridad de un gobierno inmune al populismo, ese el vicio político… evasivo y maleable, enarbolado por todas las causas, invocado con fines diversos, aludido con resultados esquivos…

domingo, noviembre 18, 2007

Senderos subrepticios

En algún lugar mediatizado, donde la realidad se comprime en la pantalla de un televisor, se ha instalado un dique para contener el flujo indiscriminado de imágenes, pero
suele suceder que la fortaleza en la contención produce vertientes alternas…

El régimen mediatizado de Felipe Calderón se enfrenta a su primera gran disyuntiva: ya está vigente la prohibición constitucional a los medios electrónicos, impresos, espectaculares e Internet, para difundir publicidad política que promueva a algún servidor público. Ningún anuncio oficial debe incluir nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen la promoción de funcionarios de los tres niveles de gobierno.

La reforma electoral al 134 constitucional entró en vigor cuando estaba en su apogeo la campaña de promoción de la imagen presidencial en Tabasco. Ahora, deberán eliminarse los elementos alusivos de todos los mensajes promocionales de la Presidencia de la República y transmitirse en los espacios determinados por la nueva legislación.

Dicen los que saben que no es suficiente la intención de la reforma, porque la prueba de fuego, de ésta y de cualquier ley, es su aplicación. He ahí la disyuntiva: el régimen calderonista se ha definido desde el primer minuto por el imperio de la imagen, pretendiendo negar la existencia de todo aquello que no se transmite. Desde la ceremonia del cambio de poderes fue posible detectar los sutiles efectos de la censura indirecta, los que se confirmaron en el Primer Informe del gobierno calderonista. Mediáticas han sido las estrategias para combatir al crimen organizado y la difusión de los nuevos colores de una policía federal que aún no entra en funciones.

Pero en la política como en la hidrostática, existen principios fundamentales y perennes: si la fortaleza de un dique logra contener el curso de un río, la vertiente abrirá nuevos senderos. Y los nuevos recovecos en la vertiente de la propaganda política son aquellos espacios en la mediocracia que no fueron afectados por la reforma electoral, como los espacios informativos, las entrevistas, las mesas redondas, etc.

Se aplicará la nueva normatividad, lo que no impide que los funcionarios públicos acudan a programas en televisión, ni que los espacios informativos incluyan sus declaraciones, provocando un flujo subrepticio de recursos, porque… la fortaleza en la contención producirá vertientes alternas…

domingo, noviembre 11, 2007

Medios y mensajes

En algún lugar del mensaje fluctúa una línea que separa la información del sensacionalismo; esa línea suele ser tenue y frágil, por eso, es muy fácil tergiversar el objetivo de la información; es entonces cuando se ofende a la inteligencia y se desvanece el respeto ante el dolor ajeno…

La sutileza de la frontera entre la información y la mediatización se confirma en la famosa sentencia de Mashall McLuhan “el medio es el mensaje”. Esta dupla indisoluble entre el mensaje y el medio provoca un cambio en las pautas de conducta en una sociedad, y para lograrlo, el contenido del mensaje se distorsiona hasta el grado de convertirse en un espectáculo mediatizado.

Hoy por hoy, en la aldea global de McLuhan los postulados de la ética en la difusión informativa son más frágiles que la línea divisoria entre el medio y el mensaje. Así lo demuestra la exhaustiva y extenuante cobertura televisiva al desastre que naturaleza causó en Tabasco.

Durante varios días, los medios se concentraron en las inundaciones en Tabasco y Chiapas; abundaron las fotografías aéreas y los videos de una ciudad entera por debajo de la línea de flotación. La noticia provocó el asombró y surgieron la empatía y la solidaridad, lo que se materializó en toneladas de ayuda para los damnificados.

Pero la catástrofe en Tabasco no fue un obstáculo para que se difundieran hasta el hartazgo las escenas del quebranto moral de sus habitantes. En cuanto se cumplió el objetivo de transmitir la noticia, los dos monopolios televisivos en México iniciaron una verdadera cruzada sensacionalista, lucrando con el dolor y la desesperación.

Cámara y micrófonos, conductores y reporteros se trasladaron al lugar de la catástrofe para transmitir su paseo en balsa por Villahermosa ó dentro una bodega inundada; sin respeto, ni pizca de piedad, entrevistaron a los damnificados enfocando la angustia en sus ojos.

Cuando la radio y la televisión incursionan en el morbo mediatizado, degradan lo importante por el sensacionalismo. Con la repetición extenuante se inicia una espiral perniciosa que conduce a la mediocridad en los contenidos, anula la capacidad selectiva de los receptores, genera una obsesión por notas inauditas y provoca la pérdida irremediable de sensibilidad, porque… es muy fácil tergiversar el objetivo de la información, ofender a la inteligencia y perder el respeto ante el dolor ajeno…

martes, noviembre 06, 2007

Conciencia Social

En algún lugar de la multitud, cuando surge la empatía se solidariza la buena voluntad, y por eso, la sensibilidad es una actitud socializada para la que no existe tragedia que no pueda remediarse…

Dicen los que saben que la empatía surge cuando los mecanismos de la inteligencia responden a estímulos emocionales, que consiste en la capacidad de reconocer el dolor ajeno e intentar aliviarlo. Por eso, la capacidad para solidarizarnos con los desafortunados es la única solución viable para los estragos sociales de la política globalizante.

La catástrofe en Tabasco, la pobreza alimentaria y la deficiente cobertura del sector salud son sólo algunos ejemplos que exhiben la indiferencia y la incapacidad de la administración pública respecto a los principales padecimientos sociales.

La empatía, como el motor que articula y concatena la voluntad de la sociedad civil, es el motivo principal de campañas como la colecta para el Banco de Alimentos, el teletón para la creación del Centro Ortopédico Fundación Intermedia, para el acopio de ayuda a los damnificados en Tabasco.

La participación de la sociedad civil es el indicativo innegable de la ineficiencia de los proyectos gubernamentales para aliviar el hambre y la miseria, y confirma la tendencia de la administración pública para funcionar como una mega gerencia empresarial.

Así lo demuestra el criterio eficientista que predomina en todas las áreas del gobierno panista bajacaliforniano, según el cual, el valor de los ciudadanos residen en su capacidad para producir al menor costo y la educación es tan sólo el instrumento para capacitar a los empleados.

Las aberraciones generalizadas del criterio eficentista son el “capital humano” y las bondades del “stress”, suele atribuirse indiscriminadamente el adjetivo “competitivo” (referido al que compite, no al competente) a todas las áreas de la administración pública, y la utopía de la eficiencia es la robotización de la planta productiva.

No obstante, la tendencia eficentista no parece declinar. Ante la indiferencia del criterio gubernamental respecto a los padecimientos sociales, la única solución posible está en la participación ciudadana, porque… cuando surge la empatía se solidariza la buena voluntad, y por eso, la sensibilidad es una actitud socializada para la que no existe tragedia que no pueda remediarse…