domingo, diciembre 30, 2012

En la curva reincidente y excéntrica del destino


Dedicada a Víctor, a Pichy  y a Niza:

 mis  alicientes, mi inspiración y mis esperanzas.

 

            En algún lugar de la geografía humana, en los senderos más recónditos que ha trazado la genética, deambula un anhelo incesante, una inquietud que aligera todos los  presagios y  esparce intermitencias de certeza en cada gota de sangre para avanzar sin titubeos hacia el umbral incierto del porvenir…

 

            En los escenarios más grotescos de la historia cuando los caprichos del destino flagelaron a los clanes, a los pueblos y a las naciones, el espíritu humano se engrandeció y superó las circunstancias; ese extraordinario mecanismo de defensa es un vestigio instintivo que perdura en  los genes y suele desencadenarse  en situaciones amenazantes.

 

            Cuando no se vislumbran amenazas fatales ni el peligro de la extinción, la reacción defensiva es  más tenue y sus efectos,  intangibles, porque el  optimismo se esparce a todos los rincones del pensamiento infundiendo certidumbre en escenarios de zozobra absoluta. Hace miles de años alguien lo escondió en el fondo de un ánfora, algunos lo han descrito como una maravilla  mientras otros  han intentado demeritarlo adjudicándole todos los adjetivos de la ingenuidad y recientemente los científicos lo identificaron en el mapa genoma humano como una curva reincidente y excéntrica en la visión.  Yo?...  prefiero llamarla esperanza y a veces la ubico en el territorio de las utopías…

 

            Pero cual sea cual fuese el nombre y el adjetivo, el mecanismo ancestral de defensa sigue latente. Es por eso que la visión de un mañana placentero le ha infundido fortaleza a los seres humanos para soportar todas las desventuras del presente; sin la certeza de encontrar amparo, calor y felicidad en el destino sería imposible seguir adelante. Es la magia de las promesas la que agiliza los  pasos y aligera todas las cargas. Somos la única especie que sobrevive por la esperanza y por eso, de cuando en cuando, se construyen castillos en el aire.

 

            Por un augurio inexplicable los homínidos abandonaron el territorio conocido y emigraron a otros climas; la promesa de un paraíso sostiene a los desventurados y es la esperanza la que muere un instante después del creyente. Ahora, cuando todos los pronósticos inciden en la debacle del régimen del mercado, la esperanza es un imperativo social. Al margen de  la secuencia económica que ha propiciado carencias y desempleo, se necesitan arquitectos osados para diseñar el paisaje de un futuro mejor, se requieren médicos con un corazón pleno para curar el sufrimiento crónico, se solicitan educadores por vocación para sembrar curiosidades, se buscan ciudadanos auténticos para ejercer los derechos postergados de la crítica.

 

            Sí!... Un cambio así equivale a una mutación y amerita la ejecución del mecanismo de defensa, porque tarde o temprano esta crisis será una cuestión de sobrevivencia y entonces emigraremos persiguiendo una promesa, recorreremos  los senderos más recónditos que ha trazado la genética hasta encontrar  un anhelo incesante, una inquietud que aligere todos los  presagios y prodigue intermitencias de certeza en cada gota de sangre para avanzar sin titubeos hacia el umbral incierto del porvenir…

 

            Por un año nuevo pletórico de esperanzas!

 

domingo, diciembre 23, 2012

La feliz coincidencia


En algún lugar recíproco y en un momento excepcional, una mirada acaricia los afanes de las palabras y con el color de esa feliz coincidencia se ilumina la soledad…

 

Después de siglos y más siglos de mutaciones y adaptaciones, acudimos puntuales a la cita con nuestros orígenes. Año tras año,  la inclemencia del invierno condiciona nuestros hábitos e influye en nuestras percepciones: buscamos instintivamente el calor del terruño, olfateamos el aroma del hogar y de  los congéneres para satisfacer la necesidad de pertenencia, que es el imperativo primigenio de todas las especies.

 

Por eso ahora, como lo hicieron mis ancestros hace millones de años, el invierno guía mis pasos y me dirige a un entorno seguro; y en un apacible remanso donde todos los riesgos se extinguen, entre las luces y las sombras del fuego hogareño se dibujan las figuras que iluminaron mi camino hasta el día de hoy.

 

Y desde la calidez de mi guarida agradezco la bondad de todas las miradas que han recorrido los afanes de mis palabras, porque sin esa maravillosa coincidencia, mis palabras carecerían de sentido y mis ideas, de destino. Agradezco el pequeño prodigio de la lectura porque le confiere forma y consistencia a mis pensamientos y porque me concede un breve espacio en su memoria.

 

La condición humana surge por la empatía, al compartir el origen y el destino, los  miedos y las incógnitas. La coincidencia nos humaniza. El prodigio de una pintura rupestre emana del mensaje que trasmite, de cada uno de los trazos que trascendieron al autor y lo enlazan con los habitantes del futuro en una comunión indescriptible. La magia de las letras surge en el preciso momento en que un lector recrea los escenarios descritos por un escritor,  cuando comparte sus angustias o experimenta sus percepciones por la virtual convergencia de los rumbos del pensamiento.

 

Hoy como siempre y desde entonces, en la reciprocidad se desvanecen los temores y se fortalecen las esperanzas; cuando una mirada acaricia los afanes de las palabras se afianzan las certidumbres, se comparten las convicciones y se iluminan las soledades  con el color de esa feliz coincidencia… 

 

Agradezco la gentileza de todos los que han compartido conmigo su experiencia y que me han acompañado en la materialización de mis sueños.

 

Agradezco a todos mis editores, a todos mis colegas y compañeros, a mis maestros y a mis alumnos por la maravillosa oportunidad de compartir mis convicciones.

 

Agradezco el color de la feliz coincidencia que nos reunió en esta columna.

 

Y a todos mis lectores, les deseo:           

 

Que la calidez acentúe todas sus palabras

 y que no existan superlativos para los sentimientos.

Que todas las esperanzas se conjuguen en el presente

y que en el futuro siempre exista un capítulo magistral por escribir.

 

Feliz Navidad!

domingo, diciembre 16, 2012

En ciernes


En algún lugar en ciernes, en las páginas iniciales de todas las crónicas  coinciden  las expectativas y las buenas intenciones, por eso, en los primeros días de todos los regímenes resurgen los ideales olvidados, se renuevan las aspiraciones  y se reorientan los esfuerzos en torno al esquivo bien común…

 

En estos primeros días es posible detectar la tendencia en el régimen de Enrique Peña Nieto por la reubicación del poder de la Federación en la figura presidencial ante quien se someten los bastiones estatales. En la versión neo priísta, el poder centralizado puede ser un  factor de cohesión y negociación que dirija los esfuerzos de todos los partidos hacia un fin común. Bajo este criterio, el primero de los logros del nuevo presidencialismo institucionalizado es la conciliación de intereses en la firma del Pacto por México que comprende cinco acuerdos, desglosados en 95 compromisos que involucran a los poderes fácticos y que pretenden incidir en las telecomunicaciones, la  educación, la  pobreza,  los derechos humanos, la salud, las comunidades  indígenas, el  crecimiento económico, la  productividad, el  crédito, los impuestos,  el cambio climático, la energía, el  petróleo y la minería, la transparencia, la corrupción y la ética pública, la seguridad, la gobernabilidad democrática,  los gobiernos de coalición, la ley electoral, entre otros pendientes. 

 

La firmeza de la línea presidencial y la determinación política de los partidos también se perciben en la presentación de la iniciativa de reforma educativa, uno de los compromisos firmados y desglosados en el Pacto por México que pretende incidir en la evaluación de los docentes, su contratación, movilidad, escalafón, comisión y despido. Se pretende que un organismo independiente a la cúpula sindical instituya  el criterio oficial para el otorgamiento de las plazas, establezca  los requerimientos para avanzar en el escalafón, llegar a los puestos de dirección o ser cesado de la carrera docente,  defina los nuevos estándares,  el perfil docente y los méritos que habrán de evaluarse para el establecimiento del servicio profesional docente.

 

El destino de los compromisos del Pacto por México depende de la fortaleza de la figura presidencial para exigir el cabal cumplimiento a los implicados porque éste, como todos los pactos, se sustenta en la honorabilidad de los firmantes, en su capacidad ética y moral para asumir un compromiso y esforzarse en lograr los resultados esperados porque el bien común será un sueño posible o guajiro en la medida en que los pactantes actúen con civilidad auténtica.  Ese es el elemento que la ciudadanía deberá evaluar durante todo el sexenio en ciernes.  Los rezagos ancestrales sólo podrán resolverse con la acción concertada de todos los involucrados y éste paradigma sólo se alcanzará bajo el liderazgo de un verdadero estadista que logre compaginar  las expectativas y las buenas intenciones, que mantenga el ímpetu de los primeros días del régimen y recupere  los ideales perdidos, que renueve las aspiraciones  y  reorienta los esfuerzos en torno al esquivo bien común…

 

domingo, diciembre 09, 2012

Más que palabras


En algún lugar  significativo, en el territorio habitado por  figuras y  símbolos,  los mensajes se transmiten sin palabras en un código infalible que omite las voces y los sonidos…

 

            Uno de los rasgos que distinguen a la Modernidad es la fascinación por las imágenes; desde los primeros daguerrotipos hasta la televisión, la mirada predominó en la percepción del mundo y  lo visible se impuso a lo inteligible hasta provocar  la claudicación de la reflexión y el discernimiento en los “hommo videns”, esa peculiar sub-especie descrita por Sartori. Hoy por hoy, en una sociedad irremediablemente mediatizada, la construcción de imágenes públicas es una prioridad porque  la ingeniería del consenso y la fabricación del consentimiento confirman el grado de la influencia que ejercen los mensajes emitidos en la industria del entretenimiento sobre las actitudes y las pautas de conducta. 

 

La percepción generalizada y socialmente compartida de los personajes públicos depende en gran medida del diseño y  construcción de su imagen, pero sobretodo, depende del control de los movimientos, gestos y ademanes, de las expresiones irreflexivas e involuntarias que pudieran desmentir el discurso porque el lenguaje corporal es la manifestación inequívoca de la interioridad a través de un código de fácil interpretación.

           

            Felipe Calderón fue la figura indiscutible de su sexenio, el protagonista  omnipresente en todos los mensajes emitidos en la Presidencia de la República hasta el último día de su mandato. Sin diseño ni construcción, la imagen de Felipe Calderón proyectó a un personaje indómito y arisco sin un ápice de la humildad que le hubiera permitido escuchar a los expertos, y  los rasgos de su obstinación impregnaron el mensaje visual.  Ni siquiera la pérdida inexorable del poder y la inminencia de la nostalgia lograron atenuar su protagonismo: en el último mensaje al pueblo mexicano aparece pensativo al lado del lábaro patrio y desciende en solitario la escalinata exterior de la residencia oficial.

 

            En contraste, la presencia mediática de Enrique Peña Nieto proyecta disciplina, su adaptación al diseño de su imagen es evidente como lo es  su disposición a escuchar y atender a los expertos en imagología y telegenia. Todos sus movimientos, sus ademanes y sus expresiones han sido diseñados para enviar un mensaje más impactante que el discurso.  Uno de los contrastes más evidentes respecto al calderonismo es el estilo de la comunicación pública: Enrique Peña Nieto no aparece en los primeros mensajes emitidos por la Presidencia de la República. Los videos “Impulso” y “Se puede” proyectan una forma diferente de asumir el poder e iniciar el sexenio.

 

            Y una vez más, la forma es el fondo, el medio es el mensaje, las imágenes moldean la percepción y condicionan la actitud socialmente compartida.  El  impacto del nuevo discurso visual  se confirmó con las primeras encuestas cuyos porcentajes indican que la imagen pública de Enrique Peña Nieto ha generado  expectativas positivas.  Desde esta perspectiva, la opinión pública es susceptible al encantamiento de las imágenes y al dogmatismo de los símbolos porque  el consenso nacional se fabrica con todos los mensajes que transmiten sin palabras en un código infalible que omite las voces y los sonidos…

lunes, diciembre 03, 2012

Inmarcesible.

Cuento corto. Segundo lugar en el Certamen Internacional Palabras sin fronteras del Instituto Cultural Latinoamericano.



Nadie recuerda el evento ni la fecha en que se desencadenó la catástrofe  porque todos los indicios pasaron desapercibidos en una secuela  vertiginosa  de innovaciones y los registros de aquellos días son archivos virtuales que deambulan en el hiperespacio a los que ya es imposible accesar.  Las últimas crónicas impresas, que  se encontraron por accidente en una bóveda desvencijada cuando mi bisabuelo era un niño, advertían de los estragos  provocados por artefactos inteligentes y describían la fragmentación de países y naciones enteras en millones de soledades interconectadas. 

Supongo que nadie escuchó aquellas advertencias porque la secuela de los acontecimientos excedió todos los pronósticos: la conectividad impregnó el imaginario colectivo, al principio como una adicción después como  patología hasta convertirse en una imperiosa necesidad biológica cuando la incidencia del síndrome por desconexión se elevó pavorosamente.  En protestas y marchas las multitudes exigieron el acceso a la Red como uno de los derechos humanos y los  desenlaces fueron cada vez más violentos; para mantener el orden público, las autoridades y los consorcios industriales firmaron el Protocolo global que los comprometía a equipar todos los hogares del planeta con artefactos conectados a la Red y  a incluir los dispositivos móviles en la canasta de productos básicos para que todos los habitantes de la aldea global navegaran en el espacio virtual.

Con la buena voluntad de algunos y el afán de lucro de otros, el Protocolo global  se cumplió cabalmente y cuando la Red alcanzó la cobertura planetaria se proclamó el advenimiento de la era del conocimiento; el espíritu festivo visitó todos los meridianos del globo terrestre celebrando la realización de la última de las utopías de la humanidad. La información fluía profusamente, cada minuto una miríada de datos, imágenes, sonidos y videos se integraban  al entorno digital y paulatinamente las conexiones virtuales interfirieron con el contacto físico hasta sustituirlo por completo; los mensajes colocados en los muros de las redes sociales acapararon el interés y el tiempo de los prosumidores[1]  que se distanciaron del ambiente circundante y de las personas que en él coexistían.

La indiferencia se propagó como un virus. Los indiferentes cibernautas vivían al margen de lo  que sucedía a su alrededor y en la pandemia se elevaron los niveles de  apatía a tal grado que los prosumidores  se desprendieron de los nexos afectivos y, en el éxtasis del individualismo, extirparon el núcleo de su identidad.  

A partir de entonces, los prosumidores habitaron en una burbuja virtual y desde ese recóndito refugio interactuaban con sus contactos en el mundo exterior; al abrigo del anonimato se expresaba todo lo que se reprimía en el mundo real en una catarsis que liberaba los complejos y las paranoias arraigados en el hemisferio oscuro del intelecto. La crítica se tornó hiriente y  degeneró en una cruel intolerancia que destrozó el tejido sutilmente hilvanado por las afinidades, que no tardaron en extinguirse; la ausencia de rasgos afines rescindió el sentido de pertenencia y esta carencia incidió en la magnitud de las comunidades en el hiperespacio que redujeron drásticamente el número de sus miembros  hasta transformarse en clanes minúsculos extremadamente selectivos e implacablemente excluyentes.

 

En el océano de la indiferencia, emergieron perfiles aislados y egocéntricos sin capacidad para la empatía y la compasión;  los afectos de aquellos hombres y mujeres  perdieron su consistencia  en una estela de amores fugaces que florecían y se marchitaban en la Red; la comodidad de amar sin compromiso se instaló como una tendencia alternativa y  el modelo volátil de las relaciones  configuró el  estereotipo de la felicidad; poco tiempo después, el matrimonio cayó en desuso y sin previo aviso fue declarado virtualmente improcedente y globalmente anacrónico. El aislamiento emocional generalizado desencadenó el enfriamiento irreversible del clima social y en aquel gélido ambiente  nadie se percató del fallecimiento recíprocamente concertado de las últimas parejas que permanecieron unidas hasta la muerte.

Los paradigmas se desmoronaban uno tras otro y la ruptura con las tradiciones del pasado fue definitiva cuando los cambios en los usos y en las costumbres se reflejaron en el paisaje urbano:  los lugares de encuentro fueron desplazados al olvido y se reemplazaron por centros de consumo en un mundo que funcionaba como una vía de intensa circulación;  las casas tradicionales se transformaron en pequeños aposentos independientes con un área común que pronto fue obsoleta por la ausencia cotidiana de los miembros de la familia. Las mega ciudades se desconcentraron, el espacio geográfico se urbanizó con edificaciones inteligentes y  en los valles, los bosques y las praderas, en las selvas, los desiertos y las tundras se erigieron millones de aposentos personales, autónomos y autosustentables.

En aquel globo sin fronteras las distancias se desvanecieron al ritmo constante de la comunicación instantánea; para recibir y enviar mensajes breves y veloces fue necesario simplificar la escritura y las palabras se redujeron a unas cuantas letras;  los estados del ánimo y muchas sensaciones se comprimieron en signos, emoticones y memes que se reprodujeron rápidamente porque era indispensable traducir todas las ideas y actitudes a un alfabeto visual.

Las nuevas necesidades crearon nuevos hábitos y éstos modificaron la estructura biológica: los ojos se adaptaron a la iluminación de la pantalla para soportar cantidades inclementes de fotones…  por eso tus pupilas son tan pequeñitas y no puedes ver nada en la penumbra.

Las falanges se fortalecieron por el envío extenuante de mensajes pero la facilidad  de expresarse mediante textos distorsionó las cuerdas vocales… por eso se desgarra tu garganta cuando  intentas articular un sonido.

Los pulgares se adelgazaron y se alargaron para ajustarse a los teclados más pequeños pero la sensibilidad desapareció de los dedos. Y los cambios en una parte del organismo modificaron el funcionamiento de otros órganos y tejidos: la insensibilidad en los dedos se extendió sobre la piel, penetró en los músculos, viajó por el torrente sanguíneo inundando la masa encefálica y finalmente se alojó en el corazón… por eso  nada logra conmoverte.

 

El sedentarismo extendió las horas de vigilia y la dieta se simplificó por la ausencia del esfuerzo físico pero las jornadas prolongadas frente a la pantalla de la Red distorsionaron la estructura ósea para adaptarla a la postura de las sillas ergonómicas… por eso tu espalda se encorva desde la cadera hasta los hombros, por eso no puedes erguirte ni recorrer grandes distancias.

La realidad quedó atrapada en una pantalla, únicamente lo que circulaba en la Red era auténtico y la proliferación de imágenes atrofió las áreas del cerebro donde se realizaban el discernimiento y la imaginación.

Pero hubo una mutación letal e intangible: los ciudadanos globales rara vez salían de sus pequeños aposentos porque todo se hacía y se conseguía en la Red; los primeros síntomas del ostracismo  crónico fueron graves lesiones en la piel causadas por la exposición a los rayos del sol, y con el calor se evaporaba el aliento provocando delirios.  El aislamiento deliberado y la soledad cotidiana transformaron a los humanos, que alguna vez fueron sociales por naturaleza, en ermitaños antisociales. La indiferencia inicial se tornó en inmunidad y el hedonismo de la virtualidad provocó una agorafobia galopante que se apoderó de todos los habitantes de la aldea global.  La posibilidad, aunque fuese remota, de salir del aposento y encontrar a otro ser humano desencadenaba ataques de ansiedad y pánico… por eso  tiemblas y desfalleces cuando oyes que alguien se aproxima.

La vida de los prosumidores transcurría plácidamente en la soledad de las burbujas virtuales, sin compromisos pero sin pasiones; las últimas generaciones de cibernautas fallecieron mucho antes de llegar a la vejez  por la ausencia de ideales que los incapacitaba para soñar despiertos. Permanecieron conectados hasta el último segundo de sus vidas,  compartieron todos sus momentos, hasta las sensaciones provocadas por la cercanía de la muerte, con los miembros de sus clanes virtuales; pero en las proximidades nadie se percató de su fallecimiento, los habitantes de  los aposentos cercanos nunca los conocieron ni se enteraron de su existencia.  Y la soledad virtual (…)

… esta historia es el único vestigio de nuestro pasado y deberás conservarla intacta en tu memoria para que algún día la relates a tus hijos; a partir de ahora, se repetirá hasta  que la aprendas y narrándola exhalaré mi último aliento. 

Cuando logres recordar los detalles se habrá realizado el prodigio que nos ampara y resucitarán las experiencias de los muertos para proteger a los que viven contigo. A través de tu voz hablarán los hombres y las mujeres que sobrevivieron a las inclemencias del silencio, cuando las palabras no existían (…) 

Nadie recuerda el evento ni la fecha en que se desencadenó la catástrofe  porque todos los indicios pasaron desapercibidos en una secuela de… 

(…)

 

El video reinició por enésima vez.

Un hombre de rostro cansado y pelo entrecano narraba la involución de la humanidad desde la era del conocimiento hasta un punto impreciso cercano a la extinción, y en ese preciso momento,  la imagen y el sonido se distorsionaban; la grabación se reanudaba en los momentos finales para iniciar de nuevo ante la mirada de un joven que se esforzaba por entender el relato.

En la soledad de un aposento erosionado, el joven veía y repetía el video hasta quedarse dormido. En sus grandes ojos color almendra las pupilas jamás se dilataban y sólo requerían de unas cuantas horas de descanso porque podía mantenerse en vigilia durante varios días sin agotarse y su organismo funcionaba con una ración ínfima de los frutos y vegetales que encontraba en cualquier parte porque un manto exuberante y verde cubría lo que alguna vez fueron calles, avenidas y carreteras.

Instintivamente, con sus pulgares largos y delgados manipulaba un pequeño artefacto en cuya pantalla se reproducía la voz y la imagen de un hombre distante en el tiempo cuya mirada, tristemente verde, le transmitía sin palabras todo el dolor de un mundo extinto.

Y en algún momento, en el yermo entorno de su soledad, aquella tristeza causó un eco en su interior y germinó la flor inmarcesible del raciocinio; poco a poco, la curiosidad se extendió a todos los recovecos de su pensamiento hasta que una tarde, tomó el pequeño artefacto, abandonó la estrechez de aquel aposento y caminó hacia el horizonte de espaldas al sol llevando sobre la curva de su espalda el destino de su especie.



[1] Dícese de los usuarios de las tecnologías de información y comunicación que producen, transmiten y consumen contenidos en la Red.

domingo, noviembre 25, 2012

En el preámbulo del poder


En algún lugar del tiempo, en la víspera del nuevo régimen se inaugura una época  de implacable renovación, y a partir de ese momento, caen y se derrumban,  uno tras otro, los ídolos y los paradigmas del sexenio anterior…

 

            Las transiciones en el poder suelen provocar una gama de expectativas  debido a la esencia transformadora que las caracteriza. En la tradición política mexicana los cambios y ajustes en la administración pública iniciaban con el nuevo sexenio, era entonces cuando se emprendía una cruzada encubierta para exhibir los excesos cometidos por la élite que abandonaba el poder y para conjurar cualquier discrepancia con el nuevo ideario del partido gobernante. Pero ahora,  en la transición del calderonismo al neopriísmo, el espíritu del cambio impregnó los últimos días del panismo en el poder. Aún no concluye el periodo de la entrega y recepción de las carpetas de la administración pública pero las diferencias entre el presidente saliente y el presidente entrante ya se enfatizan:

 

Felipe Calderón se ufanó por inscribir su nombre en la historia como el artífice de una guerra sin cuartel contra el crimen organizado que degeneró en la violación consuetudinaria de los derechos humanos de los civiles a quienes “protegieron” las fuerzas armadas. Antes de asumir el poder, el neopriísmo se deslindó del rotundo fracaso de la guerra calderonista cuando  el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública y otorga a la Secretaría de Gobernación las facultades para mantener la seguridad y orden público. 

 

La fragmentación del poder en bastiones estatales que predominó durante el panismo se diluyó cuando el Senado de la República aprobó  reformar la Ley General de Contabilidad Gubernamental, que acota la opacidad y endeudamiento de las entidades federativas y municipios, sometiéndolos al criterio rector de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, donde también se concentrarán  la gestión y vigilancia  en la administración de los recursos humanos, materiales, financieros y de los servicios generales,  atribuciones de la actual Secretaría de la Función Pública.

 

            Para la configuración del gabinete de Enrique Peña Nieto el Senado aprobó las reformas a la Ley del Servicio Profesional de Carrera, lo que significa el despido de 3,937  funcionarios  y su correspondiente relevo por el nuevo personal de confianza. Los nanócratas de Calderón, descritos como “una colección  especialistas en la millonésima parte de su materia de estudio, tan infinitesimales como su trayectoria y tan efímeros como el parpadeo de un sexenio frustrado que surgieron como generación espontánea porque tampoco tienen carrera de partido y que se apropiaron de las áreas clave de gobierno” serán sustituidos por la neo tecnocracia, personajes con perfiles desconcertantes, algunos con una trayectoria  sinuosa e inverosímil que rendirán juramento solemne en el primer minuto del primero de Diciembre.

 

            Estos movimientos en el legislativo vulneran el simbolismo del protocolo oficial porque son indicadores incuestionables del retorno fáctico del neopriísmo,  régimen  que inicia mucho antes de la ceremonia del cambio de poderes.  En estas circunstancias, los debates en torno a los tiempos y las circunstancias en que Enrique Peña Nieto rendirá su protesta ante el Congreso de la Unión resultan triviales y ociosos porque la época  implacable de la renovación sexenal se inauguró prematuramente y en el preámbulo del neopriísmo  caen y se derrumban,  uno tras otro, los ídolos y los paradigmas del régimen anterior…

domingo, noviembre 18, 2012

El prodigio de la ficción


Dedicada a Rosana Silva Di Giacomo,  a Mercedes González y a todos los escritores y artistas del Instituto Cultural Latinoamericano en Junín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

 

            En algún lugar imaginario, trascendiendo el  umbral de lo tangible se extiende el valle de las ficciones, y ahí,  residen seres excepcionales que se enfrentan a circunstancias extraordinarias, protagonistas de todos los afanes que venturosamente llegan al desenlace de mil y un argumentos…

 

            La habilidad para crear momentos y eventos inexistentes surgió con las primeras ideas en una mezcla volátil de miedos y visiones ancestrales que aligeró la soledad existencial de la única especie que adquirió el hábito de escudriñar los rincones de su conciencia. Desde entonces, las miradas de los soñadores empedernidos se han deslizado  por las líneas imaginarias del destino.

 

            Hoy por hoy, en la aldea global se materializan las excentricidades que alguna vez fueron ficciones: millones de individualidades se entrelazan en el ciberespacio enviando mensajes incesantes con etiqueta de urgentes pero  la inmediatez ha simplificado a las ideas en grafos y a las palabras en unas cuantas letras y esta reducción atrofia irremediablemente al nervio crítico; la omnipresencia de los consorcios mediáticos manipula el criterio del auditorio cautivo implantando actitudes y pautas de conducta… tal vez, dentro de algunos años se imponga la destrucción del raciocinio como una política pública, se criminalice la lectura y  la letra escrita se someterá a la inclemencia de devastadora de los 451° Fahrenheit… porque  los desvaríos de los hombres siempre han superado al frenesí literario de las ficciones y no es improbable que un futuro, en el masivo y globalizado siglo XXI, la lectura y la escritura lleguen a ser consideradas conductas subversivas y amenazas para las dictaduras del mercado.

 

            Pero aún en la inmediatez y a pesar de la trivialización galopante, en un resquicio de la aldea global se cumplen las leyes darwinianas: los especímenes hípermodernos se adaptan a las condiciones del entorno digital y en miles y miles de micro-mensajes la conciencia colectiva recupera la lucidez. Como un sentido homenaje a José Saramago, el  baluarte del pensamiento crítico  que este Noviembre estaría celebrando sus 90 años, sus lectores recuperaron las partes significativas de su pensamiento y las comprimieron en 140 caracteres  con la etiqueta #saramago.

 

            Y así, en escenarios desconcertantes y en condiciones delirantes, los especímenes pensantes se adaptan a las inclemencias de un entorno idiotizante, algunos escriben para despabilar a las conciencias adormecidas hilvanando las peripecias de seres excepcionales que se enfrentan a circunstancias extraordinarias, y otros, realizan el prodigio de nuestra especie cuando leen y recrean en su mente los afanes de los protagonistas que venturosamente llegan al desenlace de mil y un argumentos…

 

lunes, noviembre 12, 2012

El ejercicio ético de las letras


En algún lugar fértil, en la callada quietud que envuelve a la solitaria autoría del que escribe, las ideas germinan y florecen en figuras, los conceptos y los personajes adquieren una forma arborescente que perdurará por el influjo ético de las letras…

 

            El plagio es una práctica deleznable que encubre la negligencia y el escaso discernimiento de un usurpador de ideas, es un delito equiparable al fraude patrimonial, es la carencia absoluta de ética, una infamia al pensamiento y una ofensa a la inteligencia que duele más que una mentada de madre en invierno. Por la naturaleza etérea de los conceptos, el plagio sólo es sancionado en el ámbito académico y literario porque fuera de la República de las Letras el plagio es un vicio generalizado  y tolerado.

 

Cuando un distinguido jurado otorgó el Premio Internacional de la Feria del Libro de Guadalajara al escritor  Alfredo Bryce Echenique, reconocido en la República de las Letras como un  plagiario alevoso y consuetudinario, la comunidad académica y literaria protestó en todos los espacios de opinión condenando la infame práctica del fraude intelectual. Los argumentos esgrimidos por los intelectuales y los escritores fueron impecables e implacables: definieron al plagio como la “apropiación indebida e ilegal del esfuerzo, del trabajo, de las ideas y la creatividad de los otros”, tipificaron a los “plagiarios como delincuentes, y los delincuentes  no merecen premio sino condena”. El eco de las protestas no logró que el premio se declarara desierto pero el jurado optó por entregarlo en una ceremonia íntima en el domicilio del escritor.

 

            Agustín Barrios Gómez, diputado por el PRD, en el informe de su viaje oficial a París donde asistió al “Seminario de Alto Nivel de Parlamentarios: Mejores Políticas Públicas para un Crecimiento Incluyente e Integridad” plagió definiciones de Wikipedia y en “sus” conclusiones presenta el prólogo íntegro del   documento titulado  Perspectivas OCDE: México Reformas para el Cambio” publicado por esa organización. La normatividad obliga a los diputados a presentar un reporte de las actividades realizadas en los viajes oficiales donde explique el impacto que tuvo en su labor legislativa. El flamante diputado intentó justificar el plagio a Wikipedia con la naturaleza abierta y colaborativa del contenido de esa enciclopedia virtual, argumentó que el documento de la OCDE no tiene derechos de autor, y en un lamentable giro defensivo, indicó que el informe fue redactado por uno de sus asistentes.

           

No!... Definitivamente: no sé cuál de estas atrocidades me indigna más: el costo de enviar a los diputados a un seminario, la incapacidad para explicar lo que entendieron, la torpeza para reconocer las ventajas que tendrá  la información adquirida en el trabajo legislativa, la incapacidad para redactar un informe, la negligencia de quien en realidad lo escribe, el cinismo de quien lo presenta o la vulgaridad de las excusas, o la fragante inmunidad del plagio cometido por el autor del susodicho reporte.

 

Pero el plagio, en cualquiera de sus modalidades, exhibe la endeble formación ética de quien expropia el pensamiento ajeno, la laxitud de la autoridad moral de quienes lo formaron, la proclividad al delito de quienes no saben, no pueden o no quieren pensar. En la política, en la literatura, en la academia  y en todos los ámbitos del pensamiento debe erradicarse el plagio, sólo así germinarán nuevas ideas, florecerán figuras inéditas y el árbol imperecedero del raciocinio se fortalecerá por el influjo ético de las letras…

 

domingo, noviembre 04, 2012

Versiones alternas de la esclavitud


En algún lugar patológico, en el recoveco más profundo del carácter yace abatida,  la voluntad; y mientras el mundo sigue girando aumenta irremediablemente el peso de las cadenas la restringen…

 

            Una adicción es, literalmente, la ausencia de libertad, la entrega total y obsesiva de una persona a una causa, actividad o sustancia. En el páramo de una adicción desciende la voluntad a niveles ínfimos y  degradantes, se evaporan los afectos, el entorno pierde su consistencia y se diluye en una idea remota. La vida de un adicto transcurre alrededor del objeto que lo esclaviza, abandona sus actividades habituales, se aparta de quienes alguna vez fueron cercanos y emprende la temeraria trayectoria hacia el nivel superlativo de los excesos.

 

            Por los daños causados en la integridad física y moral, la narco dependencia es una adicción condenada socialmente y combatida por el estado. En el calderonismo se tipificó al narcotráfico como el motivo fundacional del crimen organizado y ha sido la prioridad en la agenda pública en el sexenio que terminará con un recuento fatal de 80,000 fallecimientos en una guerra sin cuartel, sin nombre ni adjetivos.

 

            Pero mientras se perseguía a los siniestros capos del narcotráfico con toda la fuerza del estado para erradicar el cáncer social de la drogadicción, se permitía el establecimiento de negocios que propician la ludopatía, la adicción al juego. Los estragos de la ludopatía al patrimonio no se condenan ni se exhiben en la sección roja de la prensa  pero son tan devastadores como el flagelo de cualquier anfetamina o enervante.

 

            Fuera del estigma delictivo, los vicios privados también cobran los excesos con la muerte: cada día mueren 167 mexicanos por causa del tabaco y  el abuso en el consumo de alcohol es la causa del 56% de los  homicidios, del 45% de los accidentes de tránsito, del 26% de los suicidios,  es el motivo predominante en las conductas violentas y en la negligencia laboral. Las repercusiones del tabaquismo y del alcoholismo desgarran el tejido social con la misma crueldad que los narcóticos; no obstante, son vicios legal y socialmente tolerados porque sólo se castigan  los daños y perjuicios causados bajo el influjo del alcohol pero no se criminaliza a las empresas tabacaleras ni a las destiladoras.

 

            Y en el ámbito del mercado se han inventado nuevas necesidades que es imperativo satisfacer: el uso de dispositivos de telefonía móvil conectados a la nube de la información que todo lo impregna. Los teléfonos inteligentes mantienen cautivos a los usuarios de las redes sociales y cada segundo se agudiza la paradoja de la globalización: estamos conectados en la virtualidad y desconectados del ambiente real. El ensimismamiento tecnológico se expande en un escaparate global donde los usuarios satisfacen el afán de protagonismo, diseñan su identidad, comparten la atención y establecen afinidades. Los estragos de la ciberpatología en el organismo empiezan a registrarse, la divulgación de datos infundados adquiere la perversidad del fraude, la alevosía, la calumnia y la infamia pero el entorno digital excede a la competencia jurídica.

 

            Ya sea por las drogas, el azar, el tabaco, el alcohol o el protagonismo, las adicciones destruyen los nexos  entre los individuos y la realidad, todas son deplorables y aborrecibles porque son versiones alternas de la esclavitud, deben combatirse porque es un crimen abatir la voluntad y retenerla en el recoveco más profundo del carácter  mientras aumenta irremediablemente el peso de las cadenas la restringen…

domingo, octubre 28, 2012

Política y mercado


En algún lugar del lucro funciona un mecanismo extraordinario, cientos de engranes se concatenan para movilizar  las inercias, se generan ilusiones y se fabrican figurines;  el artificio se realiza cuando las ideas y las razones sucumben en el vacío de una imagen…    

 

                        El impacto de los medios de comunicación se ha registrado en todas las épocas y en todos los territorios, pero es en la sociedad de masas cuando las estrategias del mercado impregnan el ámbito electoral y de esta combinación surge el marketing político. Desde entonces, el electorado se somete a sondeos y estudios de mercado para detectar sus percepciones, sus temores y sus aspiraciones; el discurso político consiste en  mensajes simples, breves y persistentes; y  la personalidad del mandatario, o del candidato, se materializa en un producto perfectible.

 

            Dicen los que saben que la ciencia política se trivializa por el marketing político, que las extenuantes campañas mediáticas consisten en argumentos persuasivos, que las promesas de los candidatos son los estribillos de una tonada contagiosa, nada más! … Y tienen razón!

 

            El canon del mercado político se sustenta en postulados verdaderamente aberrantes pero lamentablemente efectivos: tipifican al electorado como compradores, una multitud sin memoria que necesita un objetivo hacia el cual dirigir su frustración y determinan que las emociones constituyen el motivo principal  para emitir el voto.

 

Los estragos del marketing político se han detectado en  la fluctuación  y volatilidad del voto como la manifestación de la crisis en la identificación partidista. En el mercado electoral la imagen el candidato predomina sobre la ideología del partido y tienden a diluirse las diferencias entre la izquierda, el centro y la derecha en el espectro político; una figura carismática  eclipsa al partido porque en su condición de producto, la designación del candidato obedece a su capacidad para proyectarse como una opción atractiva alejándose cada vez más del ideario y de la estructura partidista.   

 

            Otra secuela del marketing político es la prolongación de las estrategias: la campaña mediática no concluye el día de la jornada electoral porque continuamente se divulgan las acciones de gobierno; en algunos casos, cuando  la parafernalia mediática abarca actividades ajenas al ámbito político, los bemoles sentimentales de los personajes contribuyen a reforzar la imagen pública.

 

            Y desde la perspectiva del mercado, ninguna cantidad es estratosférica si se invierte en el diseño de una campaña de proselitismo político porque lo verdaderamente costoso sería perder en las elecciones. Éste es el argumento del exceso en los gastos de campaña y del desmesurado presupuesto destinado a la comunicación social de los gobiernos y uno de los principales ingresos en los corporativos mediáticos que con  tenacidad persuasiva transforman  materiales frívolos e inconsistentes en ilusiones y  figurines;  el artificio se realiza cuando las ideas y las razones sucumben en el vacío de una imagen…    

 

            Si le interesan los estragos del mercado en la política, lo invito a la conferencia “Los medios, el marketing político y las elecciones 2012” que impartiremos el Dr. Manuel Ortiz Marín y yo en el Seminario de Cultura Política, un loable esfuerzo del Lic. Leopoldo Martínez Herrera. Lo espero el próximo miércoles 31 de Octubre a las 18:30 horas en la Junta Distrital 01 del IFE, Boulevard Benito Juárez #52, local 18-A en el Centro comercial Plaza Mandarín.

domingo, octubre 21, 2012

Hacia el porvenir por el sendero del pasado


En algún lugar inmune, protegido por una densa atmosfera,  se yergue una impía edificación ancestral y sus cúspides  han resistido incólumes las inclemencias del progreso y los embates de la justicia… 

 

            El corporativismo es una construcción del sistema político mexicano en cuyos cimientos  operan las fuerzas vivas; este legado del Priato ha soportado los vaivenes de la alternancia en el poder y ahora se consolida al margen de la agenda legislativa y de sus alegatos insufribles.

 

Muy lejos del epicentro legislativo, en el Sexto Congreso  del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la maestra Elba Esther Gordillo reutilizó el mecanismo legendario que le ha permitido mantener el poder del magisterio por 22 años y resultó electa  como Presidenta del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública, un organismo creado reciente y deliberadamente para no violar  los estatutos del sindicato que impiden ocupar el mismo cargo durante periodos consecutivos.  Y así, al frente de un organismo nuevo y con el nombre distinto para el mismo cargo, en un proceso democrático sin adversarios,  al frente de una planilla única, Elba Esther Gordillo resultó electa en las urnas y ocupará la presidencia del sindicato por seis años más. 

 

Ejemplo viviente de la efectividad del anacronismo,  en su carácter de presidenta, sin nada qué temer y mucho qué ostentar, Elba Esther Gordillo anunció la construcción de la “Ciudad de la Innovación”,  un megaproyecto en 40,000 metros cuadrados propiedad del sindicato en la Delegación Cuajimalpa del Distrito Federal. Y en un cruel contraste con las deplorables condiciones  de las escuelas públicas,  el proyecto incluye la nueva sede del SNTE, la Universidad de la Educación, la Biblioteca de la Mujer, un teatro al aire libre, museos y la colección de obras de arte de Gordillo, entre las que habría seis lienzos de un mural que Diego Rivera pintó en Nueva York.

 

Y por mera coincidencia,  mientras se divulgaban las declaraciones respecto a la inminencia de la Reforma Energética en el próximo régimen, en un proceso interno y hermético, por votación unánime en la convención ordinaria, Carlos Romero Deschamps fue re electo como Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SNTPRM) cargo que ocupará durante los próximos seis años y que se acumulan a los periodos que lleva al frente de este sindicato.

 

Éstos, son sólo los primeros de los personajes que intervendrán en el próximo régimen con el nuevo PRI en el poder.  Y éstos, son los primeros indicios de la fatal contradicción que se avecina: figuras oscuras y siniestras serán los artífices de una  anhelada transparencia;  el bienestar  social se encomendará a los diestros operadores de la vetusta maquinaria de la impunidad; emprenderemos el rumbo hacia el futuro por el sendero de antaño.

 

El ascenso a los niveles reales del desarrollo social es todavía un sueño guajiro; el estado mexicano seguirá coqueteando con las potencias económicas en el concierto global, ofreciendo las bondades de la naturaleza al mejor postor  mientras aumenta la cifra negra de los mexicanos en condiciones de miseria; seguirá comprando afuera lo que podría producirse  adentro; en el horizonte del porvenir permanecerá imperturbable la impía edificación ancestral y sus cúspides  resistirán incólumes las inclemencias del progreso y los embates de la justicia…

domingo, octubre 14, 2012

La tersura del contraste


En algún lugar próspero, muy lejos del proselitismo y en la zona donde se desvanecen las promesas, por el influjo de las tendencias externas se traza el rumbo hacia el porvenir…

 

            Por los intrincados argumentos jurídicos,  el ocaso del mandato saliente y los albores del nuevo régimen coinciden durante un periodo de transición; en este compás de espera se realiza la entrega de las carpetas a los sucesores en la administración pública y la tersura en el cambio de poderes  depende de la confirmación de los compromisos adquiridos. En esta ocasión, cuando se extingue el periodo calderonista y se avecina el retorno del PRI,  se ha divulgado la percepción de un periodo de transición que transcurre lenta y parsimoniosamente por la incomodidad que provoca  el fatal contraste entre las despedidas del régimen derrotado y las albricias del vencedor. La aspereza es el argumento que sustenta la propuesta para reducir a su mínima expresión el periodo entre la declaración del presidente electo y la ceremonia del cambio de poderes.

 

Pero al margen de las incomodidades Enrique Peña Nieto realiza una gira por Europa y Felipe Calderón acude a foros internacionales. Y allá,  muy lejos de los electores y de la realidad nacional, en las declaraciones de ambos mandatarios  se ha identificado el factor común en sus proyectos de nación: la genuflexión del estado mexicano ante el imperio financiero internacional. La textura  que predomina sobre el contraste en esta transición se hilvana con el respeto a los acuerdos pactados con corporaciones internacionales y todo parece indicar que no habrá giros abruptos en el trayecto de la economía nacional cuando el priato recupere el poder perdido. 

 

Porque el desmoronamiento de los estados nacionales como rectores de las actividades productivas es una tendencia  global, imperturbable, ajena a los partidos en el gobierno y la tersura en esta transición lo confirma.  Enrique Peña Nieto insiste en la apertura del sector energético a la inversión privada y extranjera antes de asumir el mandato presidencial y mucho antes de iniciar el  protocolo legislativo con el envío de esta iniciativa para su discusión y aprobación en las cámaras; en un comunicado del  equipo para la transición gubernamental de Peña Nieto se emite el respaldo al contrato entre Pemex Internacional (PMI) y los astilleros españoles para la construcción de dos “floteles”,  por considerar que este acuerdo “fortalece la competitividad de la industria petrolera mexicana”.  Y ya en las postrimerías del poder, Felipe Calderón envió un proyecto al Congreso de la Unión que propone una mayor participación de la inversión extranjera en telecomunicaciones y en otros sectores estratégicos de la economía nacional. El Grupo Banamex reveló que el proyecto modificaría la legislación que impide a empresas extranjeras tener más de 49% de sus acciones en telefonía fija y televisión por cable.

 

Hoy por hoy, cuando la contienda quedó atrás, la figura de los líderes nacionales se desdibuja ante las fuerzas del mercado internacional; muy lejos de las ideologías, el estado hipermoderno transmuta en un negociador y en la zona donde se desvanecen las promesas se vislumbra el signo de los tiempos venideros porque el influjo de las tendencias externas trazan el rumbo hacia el porvenir…