domingo, enero 25, 2009

La ingeniería del poder

En algún lugar del corredor industrial, en una enorme galera se han concentrado todos los artificios, los mecanismos y los ingenios; en jornadas extenuantes, la dínamo de la política funciona a todo vapor fabricando un armatoste que delimitará el perímetro del poder y un artefacto para condensar el volumen inconmensurable de la soberanía…

Todas las medidas y los patrones suelen ser evanescentes. Vgrs: un metro es la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre - línea imaginaria- que pasa por París; la métrica del castellano se basa en la intensidad y en el número de las sílabas. Es por eso que los límites de la cordura son difusos y los márgenes del poder son veleidosos.

El margen del poder en un régimen presidencialista obedece a la configuración del congreso. El juego de límites entre los poderes es un mecanismo de reciente adquisición en la democracia mexicana, porque durante el Priato todos los poderes estuvieron sometidos por el presidencialismo institucionalizado y el partido gobernante tenía la mayoría absoluta en las cámaras.

Hoy por hoy, el poder ejecutivo se encuentra fragmentado en bastiones estatales y en el Congreso ninguna de las tres fuerzas políticas ha alcanzado la mayoría, ni absoluta ni relativa, que le confiera las atribuciones inherentes a una hegemonía.

La configuración de las cámaras determina el rango de acción del ejecutivo. Ahí reside la trascendencia del proceso electoral en ciernes que culminará el 5 de julio con la renovación de la Cámara de Diputados, federal y estatales.

Sin embargo, el tema político es una fuente inagotable de decepciones. Las encuestas, como todas las medidas que se han inventado, reflejan circunstancias abstractas: las percepciones del electorado y su opinión respecto al desempeño de la clase política. La ciudadanía está afrontando una crisis agravada por el desconsuelo, por eso, solicitar una opinión respecto al próximo proceso electoral ofende a los electores, y les duele más que una mentada de madre en invierno.

Así se aprecia en el promedio de los resultados obtenidos en las encuestas realizadas por Consulta Mitosfky, Periódico Reforma, GEA-ISA y Periódico El Universal: el 32% de las intenciones de voto favorecerían a un candidato independiente y un contundente 30% se abstuvo; estos porcentajes desalientan posibles triunfalismos tempraneros y expresan el rechazo ciudadano hacia las tres fuerzas políticas en México.

La crisis actual y el desencanto exhiben los vicios del proselitismo; la imagen de México como estado fallido rumbo a la ingobernabilidad desplazó los pronósticos; la opinión pública deambula en el terreno inhóspito de las certezas y las promesas incumplidas, porque las campañas del 2006 se tradujeron en la pérdida de confianza: el 85% considera que ha empeorado la situación económica y el 75% descalificó la práctica política.

Y así, surge la paradoja electoral cuando la influencia política y el desencanto social se delimitan con líneas imaginarias, y las bendiciones contantes y sonantes del poder dependen de percepciones evanescentes, esquivas y volubles.

Durante el proceso electoral en ciernes, México será el territorio de las incongruencias: ubicado entre las líneas imaginarias de las percepciones, abarcando los trópicos de la demagogia y el conservadurismo, asolado por las inclemencias del cinismo proselitista. Y los mexicanos deberán transitar de la realidad cotidiana hacia el entorno de los modelos y medidas, convirtiendo y cuantificando la importancia relativa de su opinión, su voluntad y su mandato. Sólo así, como partes alícuotas de un mecanismo gigantesco, concatenando los engranes de la ingeniería ciudadana será posible desarticular ese vulgar armatoste político que pretende… condensar el volumen inconmensurable de la soberanía…

domingo, enero 18, 2009

Ámbitos

En algún lugar de la conciencia, en las profundidades donde se arraigan los credos, existe un umbral, tenue pero contundente, que restringe la incursión de los dogmas fuera de los límites donde radican las convicciones; por eso, cuando las cuestiones etéreas trascienden el umbral de la conciencia, se rompe aquel principio legendario que aconseja no manipular lo intangible…

En todo discurso se articulan mecanismos de control porque las élites ejercen el poder través de la persuasión; el poder del discurso se manifiesta en la manufactura del consenso. Las élites que tienen acceso al discurso público, que deriva en el control social, suelen ser grupos que han sido legitimados. Pero el discurso de las élites sólo se genera en un contexto escrupulosamente determinado.

Es por eso, que todos los mensajes deben analizarse atendiendo al entorno en el que surgen y al grupo al que se dirigen. Las tendencias perniciosas y las incoherencias sociales se producen cuando un discurso traspasa su contexto para invadir otras esferas; cuando eso sucede, el discurso pierde su capacidad de persuasión y aparecen las imposiciones que polarizan la opinión, o bien, se protagonizan necedades absurdas que desencadenan el rechazo y el escarnio generalizados.

Vgrs: el discurso oficial del calderonismo sólo es válido en el contexto nacional donde se difunde la eficacia del gobierno en el combate al crimen organizado; vanos y ridículos serán los intentos por extender la validez de esta visión al contexto internacional, porque allá Washington, México es percibido como un estado fallido y como un lugar tan peligroso como Pakistán (1).

Bajo esta lógica debe interpretarse la reciente participación de Felipe Calderón en el VI Encuentro Mundial de las Familias realizado en la Ciudad de México, que fue una desafortunada exhibición de la trasgresión de los ámbitos del discurso y del traslape de los contextos -público y privado- en los que se desenvuelve el ciudadano mexicano que desempeña el mandato constitucional de presidente de la república.

En el ámbito privado, como ciudadano, Felipe Calderón tiene el pleno derecho de profesar la religión católica, pero en el ámbito público, la investidura presidencial lo obliga a respetar y hacer respetar las leyes de un estado laico, y a garantizar la imparcialidad y la autonomía de las instituciones.

En el ámbito religioso, los jerarcas católicos pueden pregonar que el divorcio es la causa de todos los males, están en todo su derecho de satanizar la homosexualidad y compadecer a las familias que no coincidan con el modelo tradicional. Pero una visión obtusa de la realidad no debe abandonar el territorio de los dogmas religiosos para infiltrarse en el ámbito de las políticas públicas.

Por fortuna, en el ámbito académico, en el Colegio de México se realizó el Seminario “Familias en el siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas”, donde investigadores y catedráticos, representantes de la sociedad civil, de organismos públicos e internacionales reflexionaron en un contexto plural, tolerante y respetuoso en torno a la situación y transformaciones de las familias en México, y llegaron a la conclusión de que el Estado debe garantizar políticas públicas acordes con las necesidades y la realidad social.

Y en el ámbito jurídico, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Genaro Góngora Pimentel, precisó que el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos compromete a México a garantizar a todos los ciudadanos la igualdad en el goce de las garantías previstas en el marco legal; y añadió, que este pacto prevé el reconocimiento de las diversas formas que adopte una familia.

Lo preocupante surge en el ámbito religioso por la intención expresa de la jerarquía católica de incrementar su participación en la vida pública nacional. Esta intención ya se ha concretado en las manifestaciones de católicos radicales que militan en grupos ligados a la jerarquía eclesiástica. A diferencia de los cristeros que confrontaron al Estado laico, las estrategias de las actuales huestes religiosas son la movilización, el cabildeo y el reclutamiento de jóvenes en colegios privados.

En febrero de 2008, los entonces funcionarios del IFE constataron irregularidades durante la celebración la asamblea estatal de la Unión Nacional Sinarquista como parte del proceso para obtener el registro como partido político nacional (2).

Salvador Frausto Crotte afirma que la derecha radical ha emprendido una “cruzada para combatir legislaciones y políticas públicas de corte progresista. Están en contra del aborto, de las uniones gay, de la eutanasia, del divorcio exprés, de que las mujeres usen anticonceptivos, del condón, de la píldora del día siguiente. Están a favor de la educación religiosa en escuelas públicas. A finales de 2007 lograron que en los congresos de Sonora y de Baja California se aprobaran leyes antiaborto, y están cabildeando para que en Morelos, Veracruz y Guanajuato prosperen iniciativas similares” (3).

En estas circunstancias, la invasión del discurso religioso en el ámbito nacional, no sólo genera inconsistencias en las políticas públicas, sino que puede resucitar enconos ancestrales que ya desgarraron el tejido social. La polarización por motivos religiosos conduce a fundamentalismos y fanatismos, que en nada contribuyen a la concordia y a la paz social, porque… cuando las cuestiones etéreas trascienden el umbral de la conciencia, se rompe aquel principio legendario que aconseja no manipular lo intangible…


(1)”Hay percepción negativa en EU. Enrique Krauze”. Nota publicada el sábado 10 de enero de 2009 en El Universal.
(2) “Constató IFE anomalías en asambleas de Unión Nacional Sinarquista”. Nota publicada el miércoles 27 de febrero del 2008 en El Financiero.
(3)”Nueva derecha radical asume rol más público”. Nota de Salvador Frausto Crotte publicada el lunes 12 de enero de 2009 en El Universal.

domingo, enero 11, 2009

Epifanías

En algún lugar del firmamento, cuando el movimiento de las estrellas impulsa los engranes del destino, se manifiestan los significados postergados; y es en ese momento, súbito y contundente, cuando se revela la esencia de las épocas y emerge la naturaleza del entorno…

Nada es para siempre: el mecanismo inexorable de los engranes de la historia demuestra que los efectos de la demagogia no son perpetuos; tarde o temprano, la realidad se impone a las argucias del discurso oficial, y cuando eso sucede, las verdades, ya inocultables y contundentes, suelen manifestarse en todo su esplendor.

El 2008 estuvo plagado de barruntos respecto a la crisis económica pero en la mayoría de los pronósticos se eludió llamar a las cosas por su nombre, y así, la palabra “recesión” se consagró como un tabú globalizado.

Hoy por hoy, en un contexto eminentemente politizado por la proximidad de los comicios electorales, la crisis trasciende el ámbito de las suposiciones para instalarse en las estratagemas electoreras. Y en este rango se ubica el “Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo” suscrito por la administración de Felipe Calderón.

En estas circunstancias, cuando se pretende capitalizar la crisis que ya se cierne sobre una democracia incipiente, esos ejes y pilares traslapados en un plan improvisado que desafía los principios elementales de la ingeniería y la lógica, articularon un mecanismo legendario, y en una serie de epifanías mundanas, la verdad se manifiesta con todo su rigor.

La espectacularidad del plan anti-crisis se desvanece ante la ausencia de consenso y compromisos: los suscribientes conocieron el contenido del acuerdo en la ceremonia protocolaria y su adhesión al acuerdo no los compromete a nada.

El congelamiento del precio de la gasolina se anuncia después de los treinta incrementos registrados en 2008, y el plan no contempla el precio del diesel, que actualmente es la razón de la paralización de la industria pesquera nacional.

Y rayando en un sarcasmo insufrible, se anuncia una bagatela: el gobierno federal destinará una partida insignificante para que “los más pobres” cambien sus electrodomésticos, ya caducos y obsoletos, por aparatos nuevos de alta eficiencia, aunque no tengan energía eléctrica allá en la marginación de su domicilio.

Pero la epifanía más sorprendente sucedió precisamente la noche del 5 de enero, cuando se conmemora la manifestación de Jesús a los Reyes Magos: miles de de personas abarrotaron las casas de empeño y préstamos prendarios, anulando las versiones oficiales respecto a la situación económica nacional que desmienten los estragos de la recesión.

Esa misma noche, los hechos refutaron las proyecciones oficiales que niegan la posibilidad de que se produzca el contubernio fatal entre la violencia y la pobreza: una juguetería y dos tiendas de aparatos electrónicos fueron saqueados en la Ciudad de México. Este saqueo es una evidencia de la insolvencia que predomina, de la desesperación que ha entrado a los hogares como un huésped indeseado e inesperado.

Según testigos presenciales, los saqueadores huyeron en un inmenso elefante, un raudo camello y un veloz corcel con dirección a un centenar de ventanas, en todas ellas había un zapatito con una carta escrita con los sueños infantiles que iluminan la pobreza.

Esta epifanía descubre la inequidad entre los habitantes de la aldea global, pregona la cercanía de la desesperanza en tiempos críticos, cuando el movimiento de las estrellas impulsa los engranes del destino para que se manifiesten los significados postergados; en este momento, súbito y contundente, se ha revelado la esencia de esta época y ha emergido la naturaleza del entorno…

domingo, enero 04, 2009

Plomo fundido

En algún lugar desolado, entre el mar y el desierto, entre las dunas de los dogmas, alguna vez se erigieron las manifestaciones tangibles de la divinidad; y es justamente ahí, en el ombligo del mundo, sobre el relieve terrestre donde los Dioses posaron su mirada, donde nacieron y perviven los grandes fundamentalismos que flagelan a la Humanidad…

En la franja de Gaza y Cisjordania los dogmas se han concretado en fundamentalismos radicales, y es ahí donde se ubican las ambiciones de las hegemonías en el imperio global. Por su ubicación en el mapamundi, Gaza se asienta en la antigua ruta del mar que conectaba al Cercano Oriente y a Europa, y siempre ha sido un territorio atractivo para los israelitas, y otros pueblos, debido al desarrollo comercial alcanzado por los desaparecidos filisteos, que fueron una potencia naval en su tiempo.

En una ínfima porción del relieve terrestre, en un territorio rectangular de tan sólo 360 kilómetros cuadrados se han confrontado las huestes mortales de versiones antagónicas de la divinidad: según los creyentes del sionismo religioso, esta franja es parte integral aquella legendaria tierra que Jehová le prometió a los israelitas; en los tiempos bíblicos, el patriarca Abraham condujo a su nación en ciernes a lo largo de esa costa mediterránea; en la época de los Jueces israelitas, fue ahí, donde los filisteos dominaron y cegaron a Sansón, quien en venganza destruyó su templo; Gaza y el pueblo filisteo fueron condenados a la destrucción en las profecías de Amós y fueron estigmatizados por Sofonías.

Y las profecías de los hebreos se cumplieron mucho antes del Armagedón, cuando la tierra de los filisteos fue conquistada por griegos, romanos, musulmanes, cruzados y turcos. Esta tierra fue el lugar estratégico donde acampó el ejército de Napoleón; y esas dunas frente al Mediterráneo, donde ya no mana la leche ni la miel, se incluyeron en el botín que compartieron los vencedores de la II Guerra Mundial. Y ahora, el fanatismo nazi simbolizado en la swástica del III Reich es equiparable al sionismo bélico de la operación “Plomo Fundido”.

No!... Ningún motivo, ya sea político, comercial o religioso, es suficiente para justificar, ni ahora ni nunca, una brutal invasión como la ofensiva del ejército israelita en territorio palestino. A pesar de las protestas en todo el mundo y con el pretexto del combate al terrorismo, el presidente israelí, Simón Peres, rechazó cualquier posibilidad de una tregua humanitaria o un alto al fuego.

La inequidad de las fuerzas confrontadas y la crueldad de la incursión militar israelita actualiza la circunstancias que propiciaron los sentimientos de xenofobia que los judíos padecieron durante el nazismo; la determinación de arrasar con los palestinos asentados en Gaza es una nueva versión del holocausto, pero ahora la nación victimizada se erige como un grotesco victimario: los ataques indiscriminados de las fuerzas armadas israelitas, que pretenden extinguir la resistencia palestina (Hamas) flagelan a la población civil asentada en la Franja de Gaza, que vive por debajo del nivel de pobreza y depende de la ayuda humanitaria.

En aquella tierra, habitada desde hace milenios por la desolación, el tiempo parece no haber transcurrido porque el fuego de los odios ancestrales aún no se extingue, la única diferencia entre los adversarios confrontados es el gentilicio, porque las convicciones son exactamente iguales a las de aquellos filisteos que lucharon contra los hebreos, a las que distinguieron a los paganos y al pueblo escogido, a los infieles y a los cruzados, a los judíos y a los nazis.

Esa porción del planeta ha sido el escenario de las más descarnadas confrontaciones por el poder esgrimiendo las razones de la fe. Y aquellos parajes del fanatismo, las afrentas contra la armonía universal alejan al hombre, cada vez más, del paraíso donde residen las divinidades, condenándolo a existir en el entorno cruel y violento que ha edificado, ha padecer en vida el infierno forjado con su maldad y sus ambiciones.

Tal vez, la crueldad inherente en la condición humana se manifestó cuando surgieron las cosmogonías y los dogmas que buscaban el motivo de la existencia del hombre en este planeta; quizá, los únicos elementos perpetuos sobre la faz de la Tierra se amalgamaron en una confusa fusión de revelaciones sublimes y castigos grotescos; sólo así puedo explicarme que allá… sobre el relieve terrestre donde los Dioses posaron su mirada, aún pervivan los grandes fundamentalismos flagelan a la Humanidad…