domingo, diciembre 31, 2006

Los Círculos del Tiempo

En algún lugar de la Enciclopedia Histórica Ilustrada, en el Tomo de las Grandes Crónicas, el penúltimo legajo correspondiente a los Ciclos Perennes, concluye con un dictamen que confirma la tendencia repetitiva de las acciones y reacciones humanas en las coordenadas del tiempo.

En la historia de la humanidad, las epopeyas y los grandes errores tienden a repetirse, porque la memoria generalmente se disuelve a corto plazo, y por eso, se tropieza con la misma piedra y se comete el mismo error una y otra vez.

Tal vez, las reminiscencias se disuelven para mitigar el dolor y sobrevivir a una desafortunada experiencia. Quizás, el olvido es el mecanismo de autodefensa que nos permite vislumbrar el futuro y seguir adelante sin mirar atrás. Pero es innegable que la mejor conjugación del verbo vivir corresponde al tiempo presente, que el “hubiera” no existe y que los seres humanos sólo somos capaces de vivir en el momento actual, un día a la vez, y día a día.

Pero este mecanismo de defensa implica el riesgo de cometer el mismo error que nos llevó al infortunio. Es algo así como un ciclo interminable.Los seres humanos somos incapaces de aprender de nuestra propia historia porque no somos genéticamente aptos para escarmentar en cabeza ajena, aunque nos lo propongamos y lo juremos una y mil veces.

Y así, en la línea del tiempo, en siglos distantes y en periodos diferentes, aparecen los grandes tiranos, los dictadorzuelos, los líderes perversos y todo el contingente multitudinario que los apoya, los encumbra y los derroca.

Esta tendencia hacia la repetición también incluye al inconsciente colectivo: las tendencias del pensamiento social también se renuevan. Así como la frivolidad de la moda, los prejuicios reaparecen década tras década satanizando todo lo que no se comprende.

De la misma forma en que la Inquisición persiguió a Galileo y condenó a Copérnico, igualmente ahora, con los mismos argumentos del Santo Oficio, se condenan los avances de la ciencia. Si el siglo XIX en el territorio mexicano transcurrió entre guerras civiles y la búsqueda de la identidad nacional, igualmente ahora, los opositores políticos son los adversarios civiles y el bando enemigo en una lucha sin cuartel.


Incapaces de capitalizar el pasado, condenamos al limbo todas las luchas históricas, todas las causas y las guerras, las victorias y las derrotas, los acuerdos y las usurpaciones, las negociaciones y las invasiones. Parece que los políticos nacieron ayer.

Los grandes caciques, el maximato, los exilios, asesinatos y ejecuciones que empedraron el camino hacia la silla presidencial, ya quedaron en el pasado remoto en aquel México Bárbaro del que nadie se acuerda. Ahora, la muerte de los rivales hostiles e incómodos llega en la forma de suicidios premeditados y convenientemente anunciados en una poética carta que aparece de la nada.

Los mártires, poetas y próceres de la lucha social, los grandes cambios en el régimen socialista, la renovación de la izquierda y la tercera vía, forman parte de una utopía guajira y trasnochada que no coincide con el ideario perredista, porque para ellos, la lucha social es el instrumento para ascender al poder.

Y los errores históricos se repiten porque la condición humana sigue igual: el hombre ha sido desde siempre un animal político, el poder ha sido siempre, el móvil de todas sus ambiciones y perversiones; los vicios de los hombres persisten y se adaptan al entorno actual; pero también perduran las virtudes, y en este caso, si los humanos caemos, tenemos esa extraña capacidad de levantarnos y volver a empezar una y otra vez.

Porque para continuar en el trayecto inexorable del tiempo hacia un futuro incierto, es necesario despojarse de las fatalidades ya irremediables del pasado y aceptar que lo mejor de la vida está siempre por llegar.

¡Feliz Año Nuevo!

sábado, diciembre 23, 2006

Una Luz en el Invierno

En algún lugar del invierno, cuando las noches son más largas que los días, suele instalarse la nostalgia; por eso, cuando el ambiente se enfría y el horizonte se nubla, la condición humana es la única fuente de calor que logra escabullirse por los resquicios de la soledad…

Las leyes de la naturaleza siempre han doblegado a los seres humanos; desde siempre, el clima invernal ha despertado el instinto de conservación que nos impulsa a buscar calor y cariño.

Pero ahora, a los efectos que provoca la madre naturaleza en la especie humana se agregan los síntomas causados por las leyes del mercado en el mundo posmodernista.

En las fiestas decembrinas se registra un doloroso incremento en los casos de depresión. La tristeza inexplicable y el síndrome del corazón roto son algunas manifestaciones de la depresión de invierno o estacional.

Tal vez, los estragos causados por la soledad son el resultado de un estilo de vida extremadamente individualista; quizás, el entorno materializado y deshumanizante inhibe la calidez que podría unirnos; posiblemente, la adicción al trabajo y la obsesión por el éxito han tergiversado la prioridad de los valores; y es muy probable que en una de las utopías de la posmodernidad las redes afectivas sean más extensas que las autopistas de la información.

Hoy por hoy, la cercanía emocional y el contacto físico se diluyen inexorablemente, aislándonos y alejándonos los unos de los otros. Es una ironía, que en la era de la información globalizada los seres humanos estemos incomunicados y que la soledad se esparza como una epidemia.

Porque no existe en el mercado ningún producto que pueda sustituir la calidez de un abrazo; la empatía y la sinceridad, la lealtad y el cariño no se fabrican. Por eso, en Navidad, en el invierno y en cualquier época del año, los regalos más valiosos son las expresiones intangibles.

Lo mejor de los seres humanos reside en las entrañas de su humanidad: en la tolerancia para comprendernos, en la solidaridad para fortalecernos y en la lealtad para engrandecernos.

En las inclemencias del clima y aún en las circunstancias más adversas, la luz de la esperanza siempre encuentra un resquicio en las penumbras de la soledad para iluminar nuestra existencia.

Inexplicablemente, la capacidad de soñar es también un mecanismo de defensa que nos fortalece. En la hostilidad de la sierra tarahumara, en el olvido de la selva lacandona, en la desventura y en la marginación, en la injusticia y en la miseria, en la guerra y en la devastación, en la incertidumbre y en el terror, siempre habrá un motivo para seguir adelante, para creer que lo mejor de la vida está en el porvenir.

Por eso, sea cual fuere la circunstancia, la vida es una bendición que debe valorarse; la compañía y el tiempo deberían ser los obsequios más apreciados; y la calidad humana debería ser el único criterio para diferenciarnos y estratificarnos.

Lo ideal sería recuperar la disposición para escuchar a los demás y conceder una pizca de atención a nuestros semejantes, porque la tolerancia y la generosidad son los únicos antídotos eficaces contra la nostalgia… porque cuando el ambiente se enfría y el horizonte se nubla, la condición humana es la única fuente de calor que logra escabullirse por los resquicios de la soledad…



En algún lugar del silencio,
en el momento más sereno de la Nochebuena,
cuando se hayan dispersado el eco de las risas
y el calor de los abrazos,
y solamente pueda percibirse la tersura de un suspiro:
busca en la memoria la niño que alguna vez fuiste,
recupera tu esencia y escucha la voz de tu corazón.

Cuando tu realidad y tus anhelos se reconcilien,
encontrarás la esperanza para soñar de nuevo,
y en la Navidad al despertar sabrás…
¡que la vida es un milagro!


¡Feliz Navidad!



Mis ideas y mis palabras cobran vida cuando su mirada las recorre.

Muchas gracias por la atención que me ha brindado.

martes, diciembre 19, 2006

El Niágara en Bicicleta

En algún lugar de la tiranía, bajo las sombras siniestras del poder, perduran las redes del crimen que han obstaculizado la justicia; en la elite política subsiste un perverso tejido de intereses y complicidades, y por eso, condenar a los criminales más detestables de la historia ha sido más difícil que cruzar el Niágara en bicicleta…

Gracias a las bondades de la impunidad pactada desde Washington, los tiranos y criminales más perversos de la historia reciente han logrado evadir la justicia de los hombres. En agosto de este mismo año, en un placentero exilio en Brasil, falleció Alfredo Stroessner, el dictador y criminal que permaneció treinta y cinco años en el poder en Paraguay. Hace unos días, el tirano chileño Augusto Pinochet murió dejando pendientes varios procesos judiciales. Y todo parece indicar, que al expresidente Luís Echeverría jamás se le podrá adjudicar el cargo de genocidio durante la Guerra Sucia y que morirá sin poner un pié en la cárcel.

Hoy por hoy, para miles de chilenos y latinoamericanos, el juicio por crímenes de lesa humanidad a Augusto Pinochet era el último resquicio para encontrar el consuelo y la resignación, para restituir la dignidad ultrajada a la lucha por la democracia.

Como un fugitivo, Pinochet deja pendientes los procesos judiciales por el golpe militar, el bombardeo al palacio de La Moneda y la muerte del presidente Salvador Allende, por las ejecuciones sumarias perpetradas por la “Caravana de la Muerte”, por las exhaustivas sesiones de tortura en “Villa Grimaldi”, por la percusión a los disidentes y por su colaboración en la “Operación Cóndor”, por los asesinatos encubiertos en la “Operación Colombo”, por los millones de dólares en cuentas secretas en el Banco Riggs de Washington, por el atentado y la muerte del canciller Orlando Letelier en el exilio, por el atentado y el asesinato de Carlos Prats, entre muchos otros más.

Pero además, el tirano quedó impune al cargo de alta traición perpetuado contra la soberanía de la patria chileña: practicó la “Teoría de Seguridad Nacional” que sembró las dictaduras del Cono Sur y América Latina en los años setenta; y también creó la siniestra Dirección Nacional de Inteligencia, organismo a cargo del plan secreto de la “Operación Cóndor” que abarcó a Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay, Argentina y Bolivia, contando con la bendición de William Colby, el entonces Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) quien declaró que “Estados Unidos tiene derecho de actuar ilegalmente en cualquier región del mundo, acumular investigaciones en los demás países y hasta llevar a cabo operaciones como la intromisión en los asuntos chilenos”.

Ahora, en la memoria colectiva su nombre representa todas las aberraciones del poder, la aniquilación de la libertad, del proyecto cultural y de la condición humana, porque el implacable juicio de la posteridad escapa al control que ejercen, aún ahora, los descendientes de la estirpe que ha acaparado el poder desde hace siglos.

Ese tejido de complicidades ancestrales permitió la peor de todas las injusticias: las cenizas del tirano permanecerán custodiadas en el seno familiar mientras miles de deudos y sobrevivientes pierden la esperanza de localizar los restos de las víctimas y los desparecidos durante el régimen de Pinochet.

Cuando se cortaron los retoños de la democracia, se extirpó la primavera chilena, y desde entonces, las naciones de América Latina han sucumbido a los intereses de la hegemonía norteamericana.

Hoy como ayer, el proyecto más ambicioso de las democracias emergentes latinoamericanas es erradicar los vestigios de la tiranía, los estragos de la corrupción y la cobardía; aunque, tal vez, disipar las sombras siniestras del poder y deshacer el perverso tejido de intereses y complicidades sea un poco más difícil que cruzar el Niágara en bicicleta…

sábado, diciembre 09, 2006

El Obligo del Mundo

En algún lugar del hemisferio donde se invierten las estaciones, allá donde la fuerza centrífuga se desplaza en el sentido opuesto, desde la Patagonia y a través de la hispanidad, con la aurora austral resurge el sueño postergado de la integración panamericana…

En la ciudad boliviana de Cochabamba concluyó la II Cumbre Sudamericana de Naciones con fuertes críticas al neoliberalismo y haciendo un llamado a desechar proyectos imperialistas y trabajar más por la integración.

Las propuestas de los mandatarios del Cono Sur coincidieron en la urgencia de configurar y fortalecer esta región en el nuevo orden mundial; la integración del Bloque Sudamericano sería la contraparte del proyecto que pretende imponer Estados Unidos conocido como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La integración del Bloque Sudamericano se sustentaría en mecanismos de cooperación opuestos a los conceptos neoliberales y a la lógica capitalista; podría implementarse un sistema de financiamiento recíproco y una moneda única para evitar la dependencia con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
En el cónclave de Cochabamba se revisó la estrategia del Bloque Sudamericano que establece los ejes centrales de la integración en esta parte del mundo. Para lograr una efectiva unidad sudamericana, la integración debe abarcar el sector energético, la interconexión vial, el comercio, la agenda social y la educación.
Ante el rezago y la pobreza que el modelo neoliberal ha provocado en los países latinoamericanos y los efectos de la geografía del mercado global, el proyecto de la integración sudamericana cobra especial importancia.
El legendario sueño bolivariano, que se sustentaba en los lazos culturales entre los pueblos, en el respeto y el apoyo mutuo entre naciones libres, se transforma ahora en un proyecto viable y en un sueño posible que implica todas las esferas de la actividad humana.
Y para que la utopía adquiera la consistencia de la probabilidad es necesario el esfuerzo compartido y la coincidencia de los criterios; será indispensable invertir audacia, talento e inteligencia para conformar el bloque latinoamericano que habrá de detener los estragos infringidos por el modelo del mercado.
El proceso de globalización no ha sido un proceso homogéneo, ha tenido un desarrollo muy desigual, generando tres polos dominantes en la economía mundial: América del Norte, Europa y la zona Asia-Pacífico, y en el seno de esta tríada se multiplican y se intensifican los intercambios, mientras el resto de los países (en particular los del África negra) son cada vez más pobres, marginados, y excluidos del comercio mundial y de la modernización tecnológica.

Las escenas de empobrecimiento y de impotencia son el resultado de la decadencia económica propiciada paradójicamente por el modernismo que, como alguna vez se creyó, solucionaría los problemas que más aquejan al mundo: el hambre y pobreza.

Hoy por hoy, las condiciones económicas que padece toda América Latina obligan a buscar nuevas oportunidades de desarrollo como la integración del Bloque Sudamericano.

Sin embargo, la integración del Cono Sur habrá de resistir la oposición de la política exterior norteamericana y la incursión de los consorcios financieros en las soberanías de los países involucrados. Ubicarse en el mapa de la economía global será un desafío que exige el compromiso no solo de los gobiernos y los mandatarios sino de la ciudadanía sudamericana.

Para borrar de la faz del planeta el centro estratégico, el ombligo del mundo desde donde se dirige el destino de los pueblos, la única opción posible es la integración comprometida y solidaria para alcanzar la dignidad y la prosperidad… la consolidación de un nuevo bloque desde la Patagonia y a través de la hispanidad, que con la aurora austral hará resurgir el sueño postergado de la integración panamericana…

domingo, diciembre 03, 2006

Principios y Fines

En algún lugar del calendario, entre los meses y los días, aguardan las fechas impostergables que delimitan el ocaso y el umbral de los ciclos; impasible e inexorable, el porvenir siempre se abre paso, aún entre las penumbras de la incertidumbre…

Una de las constantes ajenas a la voluntad humana es el simple transcurso del tiempo. El último día del foxismo antecedió al primer día del régimen calderonista, estableciendo la división histórica entre sexenios, delimitando la vigencia de los criterios predominantes.

La presencia de Felipe Calderón en la tribuna del congreso de la Unión para rendir la protesta protocolaria como presidente fue el primer gesto de firmeza del sexenio; el discurso en el Auditorio Nacional envió el primer mensaje del régimen, un mensaje conciliatorio e incluyente que incorpora propuestas que alguna vez fueron exclusivas de la izquierda.

Y mientras se iniciaba oficialmente el mandato presidencial de Felipe Calderón, en San Francisco del Rincón, Guanajuato, ante una lánguida porra de los vecinos, la señora Martha anunció que ya trabaja en el cambio de domicilio de la Fundación Vamos México a esa distinguida ranchería; y en el primer día de su expresidencia, Vicente Fox emprendió un voto de silencio que durará un año e invitó a los reporteros a la misa de todos los domingos.

Pero, más allá de la parafernalia oficial, cuando se extinguió el eco de los veintiún cañonazos en honor al nuevo Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, no sólo inició un nuevo sexenio: comenzó el proceso ineludible de la auto-crítica.

Llegó el momento de dejar atrás el conflicto postelectoral para diseñar la insoslayable reforma del estado y adecuar nuestro caduco marco jurídico a las vicisitudes de la actualidad.

En las todas las trincheras de las fuerzas políticas, ya sea en el partido gobernante o en la oposición, están plenamente conscientes de las causas del actual caos político.

El equipo de Felipe Calderón inicia la gestión gubernamental aceptando que sólo un tercio de la población los favoreció con su voto, que una tercera parte del país se siente agraviada y que al resto no le importa ni le interesa.

En el PRI están reuniendo los pedazos de su partido invocando a la unión de sus militantes para fortalecerse bajo un nuevo concepto y una nueva imagen. El Comité Ejecutivo Nacional propuso a Felipe Calderón la construcción de un pacto nacional que replantee la relación entre los poderes para reconstruir la gobernabilidad democrática.

El líder de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, reconoció que el régimen político está fracturado y destacó la necesidad de pasar al periodo de las grandes reformas que requiere el país.

Andrés Manuel López Obrador deberá dejar las lamentaciones y los reclamos que lo han convertido en su propia parodia, repensar su discurso y replantearlo hacia una disidencia razonada e inteligente para dignificar su movimiento y funcionar como el contrapeso indispensable de la derecha en el poder.

Del éxito en esta crítica reconstructiva dependerá la fortaleza del régimen. Si la oposición no se reconstruye, se auto-excluirá y perderá la oportunidad de intervenir en la transformación del país, cediendo ese privilegio a una sola de las fuerzas políticas.

De ser así, se diluirá la tensión esencial en la dialéctica política y se instaurará la derecha hegemónica, lo que sería catastrófico. Todas las fuerzas en el espectro político son necesarias y en el equilibrio que se construya entre ellas deberá fundamentarse el nuevo régimen.

Ahora, después de la impactante protesta ante el congreso, las fuerzas de la oposición deberán asumir responsablemente su papel en el proceso de la conciliación nacional y delimitar el ocaso y el umbral de los ciclos; de lo contrario, fuerzas ajenas decidirán nuestro destino y un porvenir adverso se abrirá paso entre las penumbras de nuestra incertidumbre…

viernes, diciembre 01, 2006

Tramoya Presidencial

En algún lugar del recinto legislativo, entre las bambalinas y muy cerca de la puerta detrás de las Banderas, en medio del caos y la confrontación se orquestó la primera táctica del sexenio calderonista…

El sensacionalismo mediático difundió hasta el más mínimo detalle de la trifulca que protagonizaron ayer los valedores perredistas y panistas en los corredores y sobre las curules, repitiendo todas las cachetadas guajoloteras, trompones y jaloneos.

Todo indicaba que la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de México era poco menos que imposible. Sin embargo, en un estratégico salto en la señal, mientras la transmisión comercial se alineaba con la cadena nacional, en cuestión de minutos se conjuraron todas las amenazas.

Mientras un par de sonrientes presentadores improvisaban sandeces, fuera de cuadro y de la transmisión, el Estado Mayor Presidencial, que juró lealtad Felipe Calderón y que entró en funciones justo en el primer minuto del primero de Diciembre, realizó la maniobra que permitió a los presidentes, entrante y saliente, subir a la tribuna del recinto legislativo para realizar el protocolo frente a un congreso dividido y enardecido.

Lo que sucedió durante ese intermedio en la transmisión deberá registrarse como el primer evento censurado del sexenio; y la cobertura mediática del día de ayer marcará el principio de la labor de legitimización de la mediocracia a favor del actual régimen.