lunes, junio 25, 2007

Mundos Opuestos

En algún lugar de la fatalidad, muy lejos de las campañas, las promesas de los discursos se desvanecen en infortunadas coincidencias, porque fuera de los círculos del poder los ciudadanos somos vulnerables…

En las calles, los ciudadanos subsistimos expuestos a las contingencias del crimen. Unos segundos son suficientes para que cualquier infeliz amedrente a sus víctimas, las despoje sus bienes y, en el peor de los casos, las lesione ó asesine.

Y en esos momentos, la cruda realidad destroza las promesas y exhibe la vacuidad del discurso político; la seguridad pública se pierde en la ineficiencia del legajo de los delitos del orden común.

Porque con la llave de la educación no se accede a un mundo feliz, y porque ni el dinero ni las flamantes instalaciones policiacas contienen la lacerante descomposición social. Todos han fallado y nadie ha cumplido.

Por eso la ciudadanía confía más en su perro guardián, y por eso se generaliza el desencanto que se manifiesta en la apatía y el abstencionismo, profundizando el abismo que separa al inframundo de la clase gobernante y al mundo real de los ciudadanos.

Sólo quienes han sido víctimas de un delito conocen la amargura de la vulnerabilidad y la impotencia. Todos aquellos que nos prometen un mundo feliz y un porvenir color de rosa, ó azul ó rojo, deberían moderar el alcance de sus promesas, porque la única encuesta confiable es el número creciente de víctimas, para quienes los discursos políticos son una verdadera ofensa.

Quienes aspiran al poder deberían abstenerse de emitir promesas vacías y dejar de buscar culpables, porque sus consignas ofenden a una multitud de agraviados; deberían disculparse por su ineptitud y su impericia, por la indiferencia hacia el flagelo social de la delincuencia en el mundo real… donde los discursos se disuelven en infortunadas coincidencias…

miércoles, junio 20, 2007

Contra reloj

En algún lugar de la estrategia, sobre la ruta crítica del poder, el tiempo es un factor inexorable que escapa a cualquier control, porque la memoria colectiva es frágil y la opinión pública es esquiva e imponderable…

Después de muchas expectativas, los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral de Baja California inhabilitaron la candidatura a la gubernatura de Jorge Hank Rhon. El candidato puede seguir con su campaña hasta que sea notificado oficialmente y aún puede interponer un recurso de inconformidad o amparo ante el Tribunal Federal Electoral. Y mientras todo eso sucede, la contienda seguirá su curso y la repercusión inmediata será la ausencia obligatoria de Jorge Hank en las campañas.

En estas circunstancias, el tiempo constituye el factor decisivo. La Alianza para que Vivas Mejor deberá sopesar las alternativas posibles, ya sea el amparo, la inconformidad o la designación de un candidato sustituto, para lo cual será indispensable alcanzar el consenso en el PRI. He ahí la verdadera contrariedad porque el tiempo sigue corriendo.

Por lo pronto, mientras los priístas se deciden entre la figura de su candidato como víctima de una elección de estado o como el paladín de la confianza y unidad del partido, la logística y los contingentes de apoyo a Hank Rhon se encausarán a promover a los demás candidatos de la Alianza.

No obstante, la ausencia de Hank en la contienda puede provocar efectos inesperados. Las encuestas pre-electorales arrojan que aún existe un elevado porcentaje de indecisos, lo que puede interpretarse como apatía o rechazo.

Hoy por hoy, el tiempo y la sombra del voto de castigo son las contingencias incontrolables que agudizan al contienda electoral porque la reacción del electorado es más imprevisible que antes. Los contendientes no sólo se enfrentan a los adversarios, sino al vaivén cotidiano de la opinión pública.

domingo, junio 17, 2007

El Último Resquicio de la Realidad

En algún lugar del mercado, cuando caducaron las convicciones, surgió la imagen para sustituir a las ideologías fallecidas; desde entonces, la democracia es un escaparate pletórico de banalidades y el proselitismo se reduce a una temporada de publicidad exhaustiva; pero esquivando al poder de la imagen, la verdad logra escabullirse a través del último resquicio de la realidad…

Los nuevos escenarios del cambio mundial nos remiten, una y otra vez, a los medios de comunicación de masas. Una de las características de la globalidad, es el predominio de la ética del mercado en todas las actividades. Y la política no es la excepción. Hoy por hoy, el marketing político es una herramienta comunicacional inherente a la democracia, que exalta la imagen y reduce la oferta política a la personalidad de los candidatos.

El uso de la propaganda política en los medios se caracteriza por persuadir y seducir, valiéndose de las emociones, y si acaso se presenta alguna información, ésta debe servir para apoyar la idea central del mensaje que es el candidato y no los proyectos de gobierno.

En los cuartos de guerra de los partidos políticos, los expertos en imagología, construyen el carisma de los candidatos, diseñan sus gestos y modulan sus palabras; sin embargo, la imagen del candidato es tan sólo la manera como es percibido por el electorado y no necesariamente coincide con la realidad.

El efecto principal del marketing político reside en la desaparición (o disminución) de planteamientos ideológicos, en el contenido de las campañas electorales que giran cada vez más alrededor del carisma de los candidatos, de asuntos banales, de argumentaciones simplonas, y la creciente distancia entre el discurso de los actores políticos con los problemas reales a los que se enfrenta la sociedad. Los electores entonces legitiman personalidades y no tanto propuestas políticas, menoscabando de esa forma la legitimidad de las instituciones democráticas

Durante el proselitismo se agrede a los televidentes y a los radioescuchas con mensajes elementales y consignas abrumadoras; no obstante, la realidad no sucumbe al influjo de las campañas mediáticas porque siempre existe un elemento incontenible que escapa del control de los imagólogos.

La imagen ficticia y prefabricada no logra encubrir la trayectoria personal de los candidatos, ni las peculiaridades de su carácter. Existe un lenguaje alterno y subversivo que desvanece el impacto de cualquier imagen. Y en este resquicio, donde la verdad sale a relucir, se ubican los debates públicos.

La práctica de los debates entre los candidatos se ha generalizado debido a la difusión masiva de los medios de comunicación; los políticos asumen el estilo de los medios electrónicos como una realidad que deben aprovechar, a veces como fatalidad, pero también de manera complaciente en su constante búsqueda de presencia, sobre todo televisiva.

Es cierto que las limitaciones en el tiempo mediático inciden en la profundidad de las propuestas, pero también es cierto que el valor de los debates reside en la igualdad de circunstancias en que los candidatos se presentan y se someten al escrutinio público. Más allá de la superficialidad de las propuestas, las diferencias entre los contendientes surgen de sus actitudes, sus reacciones, su agilidad mental y del mensaje que proyectan a través del lenguaje visual.

En el actual proceso electoral en Baja California ya se han realizado varios debates. El candidato a la gubernatura por la Alianza para que Vivas Mejor (PRI, PVEM, PEBC) Jorge Hank Rohn, no asistió al primer debate organizado por la Universidad Autónoma de Baja California, ni presentó sus propuestas en el foro del Centro de Enseñanza Técnica y Superior, y ahora, ha declinado participar en el debate organizado por los medios (prensa escrita, radio y televisión) aludiendo estrategias de campaña.

Para Hank Rhon, cuya campaña se sustenta, esencialmente, en la propaganda mediática, cualquier debate es un evento de alto riesgo, porque implica la confrontación de la realidad con la imagen diseñada para el candidato. No es lo mismo la difusión de mensajes que exponer las ideas o las propuestas ante un auditorio crítico y conocedor.

El carácter público de los debates, sea cual fuere el formato, y su transmisión en tiempo real, es la única oportunidad de confrontar la imagen pública de los candidatos con el impacto real que causan con su presencia y sus actitudes reales. Y al margen de la política, el hecho de compartir el mismo escenario y confrontar a los contendientes, escucharlos, establecer un contacto visual y físico con ellos, implica una elevada dosis de valentía.

Resulta poco probable que las instituciones democráticas mantengan su legitimidad si los discursos provenientes de los diversos actores políticos no guardan relación con la realidad, si abordan temas fútiles o simplifican sus argumentaciones, o bien si sus discursos son una representación fiel de la realidad pero débiles en su capacidad de acción.

Aún ahora, en los tiempos del mercado, los ciudadanos y el sufragio son el motivo y la fuente de la legitimidad de los sistemas políticos; la realidad excede al imperio de la imagen… porque la verdad siempre logra escabullirse a través del último resquicio de la realidad…

sábado, junio 09, 2007

Campañas Paralelas

En algún lugar del horizonte, en un mar sin sentido, donde las ideas naufragan y las convicciones se ahogan, zozobrando entre las ambiciones y los compromisos, la actividad política estriba en un ejercicio de flotación sobre la inmensa vaguedad de un océano de promesas vanas y conceptos vacíos…

Ya se ha configurado el rasgo distintivo del actual proceso electoral en Baja California: la incursión simultánea en la contienda de dos instancias del poder. En la dupla intervencionista se confrontan las huestes del panismo en el gobierno estatal y las hordas del priísmo en el gobierno municipal.

Por eso, en un escenario alterno a las campañas, las cúpulas, los contingentes sindicalizados y los funcionarios públicos realizan, con prioridad de urgente, los ajustes necesarios para aminorar el peso de la crítica y ejecutan maniobras inauditas para eliminar cualquier amenaza, enfocando todos sus esfuerzos en mantener a flote la campaña de sus respectivos candidatos.

Algunas evidencias de la ejecución de esas campañas paralelas y subrepticias son, hasta el momento: la exclusión de los candidatos a la alcaldía del Partido de la Revolución Democrática PRD, Alternativa Social Demócrata PASC y de la Coalición Convergencia-PT en la presentación de propuestas convocada por la Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex; la denuncia de la distribución gratuita de tarjetas telefónicas como cortesía del candidato del Partido Revolucionario Institucional, PRI; y las secuelas del primer debate entre los candidatos realizado en el canal 3 de Televisa Mexicali.

La exclusión de los partidos de oposición se justificó con el argumento de que la asociación patronal mexicalense pretendió acercarse a los partidos que han sido más favorecidos con el voto en las últimas elecciones ya que su intención como empresarios fue plantearles algunos temas que les conciernen.

En el primer debate, Juan Carlos Ruiz Rubio, candidato por el Partido de la Revolución Democrática recalcó la diferencia entre el ingreso recaudado por concepto del Impuesto al Fomento Deportivo y el monto aplicado a ese rubro de la administración municipal; también estableció que durante el verano, los cortes inmediatos en la energía eléctrica son una práctica inmoral que atenta contra la salud y la vida de los mexicalenses y que es prioritario implementar un mecanismo que favorezca a ambas partes.

La respuesta fue inmediata. El alcalde priísta, Samuel Ramos, manifestó que se invierte más en el deporte de lo que se recaba del impuesto a su fomento, aunque no mostró ningún documento con los detalles de este renglón. Sin embargo, de acuerdo al presupuesto de egresos del 2006, la mayoría de los recursos se destinaron a gastos administrativos y al pago de nóminas.

Y días después, se logró el acuerdo entre la Comisión Federal de Electricidad, el Poder Ejecutivo del Estado y el Frente Cívico Mexicalense para suspender durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre, cuando la temperatura asciende a más de 45ºC, los cortes al servicio energía eléctrica, siempre y cuando los usuarios realicen un convenio y el pago del 20% del adeudo.

Porque la consigna, en las campañas paralelas y en los escenarios alternos, en apoyo a al panismo o al priísmo, es apropiarse de las propuestas de la oposición que sean concretas y factibles asumiéndolas como decisiones de la gestión pública, y eliminar todos los señalamientos que exhiban la impericia de las administraciones actuales y el distanciamiento respecto a las necesidades apremiantes de la población.

De esa manera, diluyen cualquier crítica, razonada y razonable, en una marejada de declaraciones, concentrando la contienda en el duelo exclusivo y excluyente entre el PRI y el PAN, agudizándolo con intercambios estériles de descalificaciones, amenazando con el voto de castigo en insulsos discursos demagógicos, porque los grandes contendientes carecen de proyectos y, como lo expusieron los especialistas de Lupa Ciudadana, sus propuestas son pobres, mal estructuradas y electoreras.

Son precisamente los individuos y las relaciones entre ellos los que definen el rumbo de los poderes. Mucho más que el marco fijo de las reglas, mucho más que el clima de la cultura, cuenta el melodrama de las personalidades.

Y suele suceder, que en los fenómenos a gran escala, en los movimientos colosales y en los momentos cruciales, nada hay más preciso que una palabra vaga. La precisión política reside en la vaguedad conceptual.

Si prevalece esta tendencia, la contienda navegará… en un mar sin sentido, donde las ideas naufragan y las convicciones se ahogan, y zozobrando entre las ambiciones y los compromisos, la actividad política estribará en un ejercicio de flotación sobre la inmensa vaguedad de un océano de promesas vanas y conceptos vacíos…

domingo, junio 03, 2007

Realidad alterna

En algún lugar de lo posible, rebasando los niveles de lo insufrible, flotan incesantemente, burbujas inasibles que envuelven sueños guajiros y ambiciones inconfesables; y en esas esferas evanescentes, la realidad se distorsiona y la verdad se desvanece…

Las campañas electorales en ciernes, no han logrado despertar el interés de la ciudadanía bajacaliforniana: a los eventos programados en la agenda sólo asisten los equipos y colaboradores cercanos a los candidatos, y por eso, se han visto en la penosa, y costosa, necesidad de acarrear simpatizantes.

Los candidatos del PRI y del PAN deambulan por el estado de Baja California dentro de sus respectivas “zonas de comodidad”, esas auras envolventes donde todo lo que sucede es grato y halagüeño, pero que no produce nuevos seguidores.

En ese espacio selectivo, los consejeros traducen a su conveniencia todos los sucesos fabricando un entorno alterno. Es entonces cuando el equipo de campaña declara invencible al candidato, lo endiosa y lo aleja de la realidad.

En los eventos públicos, que se pretende sean masivos, los candidatos aparecen rodeados de sus incondicionales, ya sean rojos o azules, para atenuar su escaso poder de convocatoria.

Estas circunstancias son el resultado de estrategias inoperantes, en las que aún no se ha definido el clima de opinión entre el electorado, y por eso, las campañas se han reducido a la ambigüedad de los slogans publicitarios.

Es evidente que las campañas actuales se han diseñado exclusivamente en función de estereotipos e imágenes, que se sustentan en las estructuras partidistas y que se concentran en atender sólo a los sectores favorables; pero han olvidado que la indiferencia hacia las demandas sociales es el principal ingrediente del abstencionismo, origen de la ilegitimidad… porque en esas esferas evanescentes, la realidad se distorsiona y la verdad se desvanece…