domingo, junio 27, 2010

Tendencias - tendenciosas

En algún lugar del mercado, en el centro neurálgico del espacio público, se realizan intervenciones quirúrgicas en inconsciente colectivo; por eso, en un entorno contaminado por la ética del lucro la realidad es una imagen distorsionada y la opinión pública refleja consensos manipulados…

La incursión de los medios de comunicación masiva en el espacio privado es un signo de la posmodernidad: la vida cotidiana transcurre frente a un monitor o un televisor, dentro del espectro de las frecuencias de radio, portando un teléfono móvil o un dispositivo de conectividad. La existencia fuera de Internet es poco menos que impensable.

Pero la conectividad, esa facultad extra-corporal que nos distingue y nos segrega, es el vehículo más devastador de la ética del lucro, y el más eficiente. En el espectro intangible de los medios masivos se realiza la campaña emblemática de la sociedad de mercado: influir en las ideas de los espectadores, condicionar las reacciones de los usuarios, manipular la conducta de los consumidores, en un entorno donde todo, absolutamente todo, adquiere la sustancia de un producto y la consistencia de una ganancia.

Hoy por hoy, todos los ámbitos de la vida han sido comercializados y el influjo del mercado se incorporó al concepto primigenio del poder: modificar las ideas para condicionar la conducta. Si bien, la propaganda política es el ejercicio despiadado de la comunicación para la obtención del poder, ahora, la opinión pública es la fábrica de los falsos consensos.

El ejercicio de los sondeos de opinión mediante encuestas y el análisis de probabilidades y estadísticas se ha desvirtuado para producir cifras apócrifas y tendencias erróneas. Ahora, la realización de encuestas es una actividad de proselitismo que pretende influir en la percepción de los electores, y como procedimiento, es una prerrogativa de los equipos de campaña.

Las principales firmas encuestadoras del país intervienen los procesos electorales, sobre todo durante las campañas, los conteos rápidos y los escrutinios. Pero el acopio, el manejo y la interpretación de la información están diseñados en las cláusulas de contratos millonarios con los partidos políticos y sus candidatos, así como con medios de comunicación (1).

Por eso, cada candidato presenta sus propias cifras generadas en encuestas solicitadas por sus respectivos partidos políticos. Las tendencias de la percepción social varían sustancialmente de una encuestadora a otra y de un partido a otro. Y ese contoneo de porcentajes se provoca por preguntas tendenciosas, por la exposición previa de los encuestadores para orientar las respuestas, por el manejo inescrupuloso de los datos recabados y la interpretación parcial de los resultados.

La lógica de esas encuestas consiste en identificar a los electores indecisos con el vencedor potencial, lo que se conoce como el efecto del carro ganador (bandwagon). Sin embargo, aún en la parafernalia de los falsos consensos, existe un elemento incontrolable que se materializa en el porcentaje que comprende a quienes se rehúsan a responder o expresan su desconocimiento, apatía o desinformación.

En cuestiones de opinión pública hemos llegado a un punto en que la credibilidad de las encuestas es inferior al efecto que provocan. Porque hoy, como siempre, las intenciones de los electores y la conducta de los votantes son datos que atienden únicamente a factores personales en el momento de decisión; por lo tanto, imponderables. Y así, en la espiral del silencio, en esa tendencia excéntrica que impele el rechazo, se desajustan todas las cifras cuadradas artificialmente y contaminadas por la ética del lucro que distorsionan la realidad para manipular la opinión pública…

(1) Gil, José. “Encuestas, una fábrica de mentiras”. Revista Proceso. Edición 1756.27 de Junio del 2010; México.

domingo, junio 20, 2010

La voluntad se conjuga en presente

“La voluntad es el éter, es la voluntad del hombre lo que sostiene las estrellas y es la voluntad del hombre, lo que Dios respira.”
José Saramago


En algún lugar de la gramática, en el Tratado Universal de las Letras Inmortales, se promulga la validez de una inconsistencia en la redacción: los tiempos verbales podrán alterarse únicamente en las biografías y en las semblanzas de los baluartes del pensamiento…

La vida de José Saramago es un ejemplo de valentía y de congruencia, virtudes que escasean en esta aldea global y que corren el peligro de la extinción con el fallecimiento del autor que incursionó en los senderos de la ficción para trazar el mapa de la condición humana donde señaló los precipicios de los pensamiento y ubicó el oasis del espíritu en el inmenso desierto de la materialidad.

En un mundo plagado de convencionalismos e hipocresías, Saramago es una voz libre que exhibe las falsedades dogmáticas y que condena los fanatismos esclavizantes: exige la inclusión de la herejía en la Carta de los Derechos Humanos, señala con índice de fuego los estragos causados por el Factor Dios y expresa la fatal conversión al totalitarismo de los revolucionarios.

En sus parábolas de largo aliento se eleva la ficción literaria al nivel de las posibilidades, no muy remotas: un cataclismo geológico desprende la península ibérica que de desplaza caprichosamente por los océanos; el egoísmo galopante que impregna el tejido social desencadena una epidemia de ceguera blanca, la armonía ciudadana asume el gobierno cuando los votos en blanco inundan el proceso electoral, y los vicios ocultos del edificio social aparecen cuando la muerte se toma un descanso.

Saramago denuncia la confabulación de la posmodernidad que condena a los mortales a existir sin pensar, a sobrevivir sin sentir. Su prosa desafía las reglas ortográficas y sus argumentos exacerban los bemoles de las estructura sociales. El desafío se extiende al pasado cuando altera deliberadamente el curso de la historia y el código sagrado de los dogmas. El encantador profeta del pesimismo recorre la explanada del absurdo proclamando que la indiferencia es una manifestación de la crueldad.

Su obra se desplaza por todos los recovecos de la humanidad, recorre el sinuoso trayecto desde lo sublime hasta lo grotesco, pero me atrevo a afirmar, que el mejor relato de Saramago se escribe con sus días y sus años. Saramago llegó a este mundo muy lejos de la prosperidad, y sin duda, mucho más lejos del canon literario, ese entorno excluyente y exclusivo de la intelectualidad que se ha conmocionado por la originalidad y el atrevimiento de su obra, pero sobre todo, por la humildad de un autor formado en la academia del destino.

Mi admiración por Saramago seguirá latente por el efecto perdurable e inmarcesible de sus ideas en mis convicciones; su presencia mantendrá la consistencia de mis sueños. Ante la amenaza de un criterio mercantil que destruye la natural disposición a la individualidad, en un planeta polarizado por el fanatismo, Saramago esgrime la pluma, irrumpe en el canon y desbarata la ortografía; destruye los yelmos de la obstinación y las corazas de los fundamentalismos.

Sí! … Las ideas de José Saramago deben conjugarse en presente infinito porque los tiempos verbales deben alterarse ante la trascendencia de los baluartes del pensamiento…

Esta columna es un sentido homenaje a José Saramago y a su esposa Pilar del Río, y atendiendo a la excepción de la gramática, la escribo en presente, en el tiempo de la inminencia y de la permanencia cuando se conjugan la admiración y el cariño en enunciados que eluden el punto final.

domingo, junio 13, 2010

Figuras y desfiguros

“Será preciso conquistar el mundo de las ideas
para que lleguen a ser las ideas el mundo”.
Antonio Gramsci

En algún lugar privilegiado, donde residen las minorías afortunadas, todo lo intangible se materializa, la ética se vulgariza y lo sublime se deteriora; y en un vano afán nacionalista emanarán incesantemente figuras efímeras, ideales y modelos desfigurados…

La Iniciativa México es un proyecto espectacular que concentra una serie de contradicciones y artificios para la supuesta realización de un objetivo patrióticamente excelso: transformar la actitud y las pautas de conducta arraigadas en la mexicanidad que impiden el avance de la nación hacia el progreso y el desarrollo.

Es una contradicción galopante: Iniciativa México involucra los criterios opuestos de los consorcios mediáticos y las instituciones educativas; se pretende reconocer la calidad humana de los habitantes de una nación deshumanizada; se premiarán los valores intangibles con estímulos monetarios y la ética será galardonada con una lucrativa divulgación mediática. El imaginario colectivo será mágicamente transformado durante los quince minutos de fama otorgados por la minoría que ha manipulado brutalmente la opinión pública.

Esa loable iniciativa pretende erradicar la figura del estado paternalista y benefactor, y por consecuencia, extinguir la dependencia de los ciudadanos a los programas asistenciales gubernamentales. Para redirigir los esfuerzos y la energía de todos los mexicanos hacia el mismo objetivo, los promotores presentan Iniciativa México como un mega-concurso de proyectos colectivos e individuales con impacto social y/o ecológico realizados sin fines de lucro y fuera del presupuesto público.

La iniciativa manifiesta que los aspirantes al premio mayor deberán demostrar al menos uno de los siguientes valores: responsabilidad, cooperación, solidaridad, justicia y compromiso social. Y así, los valores que enaltecen a los mexicanos: el altruismo, la filantropía y la nobleza serán explotados en la industria del entretenimiento. Y en la parafernalia mediática, los aspirantes a próceres serán seleccionados por un Consejo Técnico y el ganador será determinado por la votación de la audiencia nacional en un reality show.

Pero claro que por supuesto y desde luego que no!... Esta iniciativa se anuncia como una convocatoria sin precedentes pero existen varios proyectos similares que lo anteceden, no es un proyecto original: es la compilación de conceptos y argumentos de otras campañas similares que se han realizado en la India y en Perú. El lanzamiento de Iniciativa México también guarda una escalofriante similitud con “Solidaridad” del salinismo, con “Vamos México” del foxismo.

Además, es desconcertante la tendencia a imitar y apropiarse de la retórica estadounidense: no sé a quién carambas debe atribuirse el plagio vulgar y descarado de aquella frase que inmortalizó John F. Kennedy en su discurso de investidura presidencial: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país”…

Sí!... Todo indica que Iniciativa México está destinada a la fugacidad en el entretenimiento mediático, porque la única revolución posible, el cambio generalizado que el país requiere implica a las ideas y a las convicciones, pero la transformación jamás será posible mientras las instancias encargadas de la justicia y bienestar social permanezcan sometidas a los intereses de una minoría.

Porque la apatía y el desencanto nacionales no se transformarán en un trivial concurso de popularidad. La actitud que predomina en el horizonte mexicano sólo cederá cuando la justicia sea una realidad tangible y una percepción popular, cuando el gobierno ofrezca las mismas oportunidades a todos los habitantes y el bienestar social una prioridad.

No obstante, es imperioso reconocer que esta convocatoria tiene un mérito: el plagio, la trivialidad, la incongruencia que configuran la iniciativa serán maquiavélicamente atenuados por la euforia de la fiesta mundialista. Y mientras la algarabía inunda el ambiente, pasarán desapercibidas la vulgarización de la ética y el deterioro de lo sublime, serán inútiles los afanes mediáticos y la incesante divulgación de ideales y modelos desfigurados…

domingo, junio 06, 2010

Fiesta y futbol

En algún lugar cotidiano, en el trayecto del alba al ocaso existe una vereda, un sendero alterno donde el tiempo se detiene y en esa pausa es posible evadir las tribulaciones rutinarias; durante esos momentos, la realidad se transfigura y adquiere una apasionante simplicidad…

Desde el momento en que la propiedad surgió como el factor determinante de los rangos sociales, la existencia ha transcurrido entre el trabajo y la fiesta, entre el esfuerzo y el descanso. La naturaleza opuesta de esos extremos se percibe en sus efectos: la retribución de la jornada laboral se materializa en bienes y servicios; mientras el reposo y el ocio inciden en la condición anímica y en las actitudes.

Como en todas las situaciones excluyentes, todos los excesos son dañinos y perniciosos, y en la oposición trabajo-fiesta el equilibrio implica mesura y templanza, por eso, es lo más difícil de lograr: no es sano dedicar todo el tiempo al trabajo, ni lo es vivir en una fiesta interminable. La existencia requiere un sentido, una satisfacción que se logra en el trabajo; pero sin el reposo la humanidad corre el riesgo de transformarse en una especie amargada, materialista, utilitaria, corrosiva.

Hoy por hoy, en la sociedad de mercado y por los efectos de la comunicación masiva, el tiempo destinado al descanso es el objetivo de la industria del entretenimiento. El deporte, como uno de los espectáculos masivos por excelencia, reduce la complejidad del mundo a unas cuantas reglas y ofrece la posibilidad de alcanzar un triunfo que en el mundo real es inalcanzable.

Ahora, en la víspera del Mundial de Fútbol, todas las esperanzas de los ciudadanos se trasladarán a Sudáfrica, y mágicamente de desvanecerán todas las preocupaciones durante los 90 minutos de las 32 fechas del torneo mundialista.

Pero la sub-especie política es inmune a los efectos de la ensoñación masiva, y precisamente durante esos lapsos donde la fiesta mediática inunda el pensamiento de especie humana, esos especímenes infra-humanos capitalizan el jolgorio multitudinario para lesionar el entorno y el contexto sociales con incrementos en los precios e imposiciones legales. La consigna romana “Pan y Circo” es una de las consagraciones de la fiesta como una distracción nacional; la versión actualizada sería “Fiesta y fútbol”.

El Mundial de Fútbol en Sudáfrica, cuando los humanos evadirán la realidad y se transfigurarán en héroes deportivos, coincide con la fase culminante en los procesos electorales. En Baja California, las campañas, los comicios del 4 de Julio y los resultados electorales se realizarán al margen de la atención ciudadana. Normalmente las elecciones intermedias provocan una escasa participación ciudadana, y en éstas el riesgo latente es el triunfo de las militancias.

Sí!... Es justo y necesario evadir las preocupaciones, los plazos y los deberes; es cierto que la esperanza social se desvanece inevitablemente, pero también es cierto que la voluntad es el ingrediente primordial de los sueños, y en el sueño democrático la voluntad reside en el pueblo.
No!... También se puede soñar despierto: imaginar que la contienda democrática suscite el interés de la fiesta mundialista, cuando la realidad se transfigura y adquiere una apasionante simplicidad…