domingo, junio 24, 2012

Crónicas distritales. El nudo del relato


En algún lugar diligente, justo antes del momento decisivo  se reafirma el ideal y se afianzan las convicciones; por los azares del destino coincidieron voluntades dispersas que abrazando el bien común resistieron las inclemencias de la apatía y la desconfianza…

                                                                                                      

            Dicen los que saben que la historia es una narración perpetua escrita por los pueblos; afirman que el nudo de todos los relatos es un momento de decisión; y que por eso, los finales felices son la afortunada secuela de las esperanzas y los esfuerzos.

           

            El relato de este proceso electoral inició en  Octubre del 2011 con las convocatorias para la conformación de los consejos locales, y posteriormente, de los consejos en cada distrito; en Diciembre del 2011 se impartieron cursos para capacitar a todos los consejeros distritales. En Enero del 2012 se realizó un sorteo entre los doce meses del año; el resultado del sorteo fue un listado inmenso con todos los ciudadanos que nacieron en el  mes de Diciembre. En ese entonces, se realizó un proceso exhaustivo para contratar a los capacitadores y supervisores electorales. En Marzo se realizó un segundo sorteo para elegir una de las veintinueve letras del alfabeto y la lista de redujo a los ciudadanos nacidos en el mes de Diciembre cuyo apellido paterno inicia con la letra S.  A todos ellos se les  invitó a participar como funcionarios de casilla; después de desaires, rechazos y desprecios, logró integrarse un grupo aún más pequeño con los ciudadanos que aceptaron participar, y en un tercer sorteo se determinaron los cargos de los ciudadanos en las mesas de casilla. 



En estos momentos se escribe el nudo de este relato: el ideal del Instituto Federal Electoral (IFE) se encarna en todos y en cada uno de los capacitadores y  funcionarios de casilla que pondrán en funcionamiento un mecanismo gigantesco, que por la convicción ciudadana es  impecable. Por eso hoy, para describir el paisaje de la jornada electoral es imperativo incluir  los caprichos del azar,   la perseverancia de los capacitadores y  la generosidad de los ciudadanos.  El feliz desenlace de este relato se escribirá con los matices de la participación ciudadana, con los bemoles en la expresión de la voluntad popular.



El próximo domingo primero de Julio ejerza su derecho al voto, participe en la toma de las decisiones que marcarán el rumbo del país. No se abstenga ni anule su voto, porque al hacerlo el poder de decisión se restringe a una minoría. Recuerde que la democracia  se construye con la voluntad de todos los ciudadanos, que es una convicción que se fortalece cuando coinciden voluntades dispersas que abrazan el bien común…

                                                                                                      

Dedicada a todos los ciudadanos que como consejeros, técnicos, vocales, capacitadores y funcionarios de casilla colaboran  en el Instituto Federal Electoral,

y en especial a mis compañeros en el Distrito 01 de Baja California.

domingo, junio 17, 2012

Cien mil afanes


“Nunca en las angustias por verte contento, he trazado signos de tanto por ciento.

Ahora, pequeño, quisiera orientarte: mi agente viajero llegará a cobrarte.

Será un niño tuyo: gota de tu sangre, y entonces, mi niño,
como un hombre honrado, a tu propio hijo deberás pagarle.”




            En algún lugar invulnerable, en una fortaleza edificada con la voluntad y el deber, noche tras noche y por el impulso de los anhelos se agrega una pluma a las alas que algún día emprenderán el vuelo hacia el punto más lejano del horizonte…



            Cuenta la leyenda que Dédalo, el arquitecto de un mítico laberinto, fue encarcelado en una torre de Creta con su hijo, Ícaro, y ahí, Dédalo fabricó unas alas para superar aquel infortunio. Unió las plumas grandes con hilo y las pequeñas con cera, y por eso, le advirtió a Ícaro que al volar no se acercara al sol. Cuando emprendieron el vuelo, el éxtasis de la libertad impulsó a Ícaro y buscó el paraíso  más allá de la esfera celeste, y la cera de sus alas y el horizonte de sus  ansias se derritieron.



            La figura paterna, como todos los parámetros del comportamiento,  es susceptible al contexto: la definen los criterios predominantes,  se configura por los modelos socialmente compartidos y generalmente aceptados. En la sociedad conservadora y restrictiva en los principios del siglo XX, el padre encarnaba la autoridad implacable, el rigor de una disciplina ineludible. Con la contracultura emergió una sociedad permisiva y los hijos de los padres autoritarios se convirtieron en padres comprensivos que declinaron en el ejercicio de la autoridad y la delegaron a sus hijos quienes la ejercieron como pequeños tiranos.



            Durante la transición de una época a otra coexisten modelos tradicionales y emergentes; la familia es un paradigma que admite todas las versiones de la convivencia. En los hogares tradicionales, la paternidad se asume con la legendaria convicción de Dédalo y todos los afanes se dedican a la formación de un carácter libre y autónomo. Cuando se desvanecen los compromisos emocionales,  la figura paterna equivale a una ausencia generalizada en un modelo emergente de familia; la  paternidad se expande más allá de la aportación biológica y abarca un territorio que excede al mandato genético. En los hogares monoparentales el ejemplo y la autoridad son responsabilidades que recaen en uno de los progenitores, sea hombre o mujer.



            La sociedad de mercado impone ubicaciones y horarios laborales que alguna vez fueron impensables; la cultura de masas propaga  nuevos valores y estilos de vida. Esta época se define por la ruptura de paradigmas y en este entorno, la paternidad es un compromiso moral que un ser humano acepta con la convicción de trascender en la personalidad de los hijos. Ya sea en el hogar o lejos de la familia, con el apoyo del cónyuge o cargando con toda la responsabilidad, la figura paterna encarna en aquellos visionarios que fusionan el cariño y la disciplina en un abrazo. Hoy por hoy,  cuando el individualismo deviene en egocentrismo y declina la capacidad de compromiso, la paternidad es una convicción, una generosa actitud, la versión más honesta de la empatía que se reproducirá en el futuro cuando los hijos (propios o ajenos) se conviertan en padres y repitan el ritual inexorable  de los anhelos al agregar  plumas a las alas que algún día emprenderán el vuelo hacia el punto más lejano del horizonte…



Dedicada al héroe de mi hogar y padre de mis hijos,

y a todas las figuras, sea cual fuere el género,

que valientemente enfrentan los retos de la paternidad.



Feliz Día del Padre!!

domingo, junio 10, 2012

Crónicas distritales. El verano electoral


En algún lugar fantástico y en el momento preciso,  las voluntades se sincronizan en un esfuerzo multitudinario, y no hay adversidades,  cantidades imposibles ni fechas impostergables para un mecanismo impulsado por el auténtico valor cívico…



            La ciencia ficción es el legajo del porvenir que se conoce anticipadamente; es el capítulo por excelencia de las utopías; es el género cultivado por los soñadores que se atreven a trasgredir las fronteras del tiempo; y  es el tiempo, el factor preciso e inexorable que materializa todas las ficciones y las incorpora a la realidad. Así fue desde los inicios de la Modernidad hasta el momento en que la tecnología se anticipó a cualquier pronóstico de la imaginación. El fallecimiento del escritor Ray Bradbury será uno de los hitos en el futuro que determinará el fin de la distancia entre las ficciones y las realidades. Por eso hoy, me desprendo del lastre gravitacional para emprender un viaje hacia las utopías y, en un emotivo afán, intentaré describir los esfuerzos y narrar las vicisitudes de un grupo de mexicanos. Estas crónicas no se escribirán en Marte pero registrarán las actividades en uno de los distritos electorales del país durante los días más intensos del proceso.





El verano electoral



            “Un minuto antes” el aire dominical estaba impregnado de expectación, la demora provocaba una gama inexplicable de reacciones, el aburrimiento se traducía en posturas desgarbadas y caminatas sin rumbo, el tema de las conversaciones daba giros inesperados: de la cuenta regresiva y de la larga espera a  la configuración de un nuevo orden mundial, y de ahí, a las andanzas por universos alternos.



            Súbitamente, los sueños guajiros se desvanecieron ante la vetusta figura del camión que lentamente se acercaba a la entrada del distrito. El cansancio desapareció por una ráfaga de adrenalina que infundió ánimo en todos (vocales,  consejeros, técnicos y personal de apoyo) y a pesar de la emoción colectiva, el protocolo inició con una mesurada algarabía. Los oficiales de la Marina entregaron las llaves de los candados y con una segueta se rompió el sello acerado; se abrieron las puertas y aparecieron cajas y cajas y más cajas con los materiales electorales. Bajo la estricta vigilancia de los marinos, las cajas descendieron del camión y recorrieron el breve trayecto hasta la bodega cuya puerta se cerró, se selló con la firma de los miembros del consejo. En los dos días siguientes, el distrito se transformó en un gremio artesanal por el golpeteo incesante, por las voces que dictaban cifras y los ecos que ratificaban las progresiones.  La obra  maestra consistió en estampar el sello oficial en el reverso de casi 800 mil boletas electorales y agruparlas por folio en secuencia consecutiva  para cada una de las 442  casillas, almacenarlas por orden numérico e inutilizar las sobrantes. Desde entonces, las boletas aguardan el día de los comicios bajo el resguardo militar.



            La sumatoria de todos los esfuerzos y afanes en un distrito electoral es una cifra maravillosa que refleja  una convicción auténticamente ciudadana, es el producto de la coincidencia de buenas voluntades, de miradas inquisitorias y testimonios vivenciales; no obstante, esta cantidad   suele ignorarse, minimizarse o distorsionarse en falsedades malintencionadas y declaraciones ominosas. Sólo quienes se acercan al distrito pueden constatar la extraordinaria sincronía de un esfuerzo multitudinario, de firmeza de una convicción colectiva que supera las adversidades, que logra cantidades imposibles en fechas impostergables con un mecanismo impulsado por el auténtico valor cívico…

domingo, junio 03, 2012

Tierra firme


En algún lugar inmenso, surcando la mar océano de las voluntades navegan miles de infundios; una veleidosa corriente impulsa los rumores y los esparce por la rosa de los vientos; pero al llegar a tierra firme, todos los engaños se desmoronan por la consistencia de la realidad…    

                

            Una multitud se define como la coincidencia de intereses individuales, surge cuando miles de  afinidades se abrazan a una consigna que las concentra y las materializa; en las multitudes se reafirman las convicciones cuando se comparten, y bajo el manto protector del anonimato, las masas adquieren fuerza por la implosión de las debilidades personales. Pero las multitudes, como todas las expresiones de la condición humana, son versátiles y adquieren la forma del contexto en el que surgen. En la aldea global, las afinidades surgen y se reproducen en las redes sociales; el anonimato fortuito de las manifestaciones masivas se transformó en una clave con dígitos incoherentes,  la autoría de los mensajes carece de nombre y apellido, las consignas se reducen a leyendas de 140 caracteres.



            Esa es una de tantas paradojas de la hípermodernidad: con la misma velocidad con que circulan datos y cifras, se esparcen rumores sin autoría ni fundamento, contagiando  entusiasmos inconsistentes y sembrando incertidumbres. Los rumores, esa deleznable actividad de los cobardes, se expanden sin restricciones en el anonimato virtual.



Ante la cercanía de la jornada electoral, circula una diversidad de mensajes proselitistas que se reproducen y se reenvían a una velocidad vertiginosa en las redes sociales, fenómeno ya conocido como activismo cibernético. Una de las modalidades de esta nueva versión del activismo político es la insidiosa presencia de micro mensajes en las páginas de la Red, la reproducción exponencial de los seguidores y simpatizantes, y la divulgación de rumores, todos ellos sin fundamento ni autoría, que desvirtúan y tergiversan la información.



Vgrs: se invita a votar a todos los ciudadanos sin credencial de elector, alentándolos a presentarse en la casilla correspondiente con una identificación con fotografía y su acta de nacimiento, lo que es totalmente falso y legalmente improcedente; ante la indecisión galopante del electorado, se recomienda anular el voto alegando que podría anularse la elección en el caso de que los votos nulos superen a los sufragios emitidos, lo que es una vulgar mentira, porque la ley electoral vigente no contempla esta posibilidad.



Y así como se dice una cosa se dicen otras sin fundamento, y en el anonimato emergen voces subrepticias que proclaman mentiras deliberadas como verdades absolutas, y los  incautos creen falacias, y los convencidos dudan, y los indecisos dejan de dudar.



El único remedio contra los rumores deliberados es la información verificable de fuentes acreditadas. Si existe alguna pregunta o situación que necesite aclarar: visite la página oficial del Instituto Federal Electoral IFE www.ife.org.mx, acuda a las Juntas distritales, consulte el Código Federal de Instituciones y  Procedimientos Electorales. Y en caso de existir el menor atisbo de sospecha respecto a los comicios: involúcrese en el proceso como observador electoral para que nadie le diga ni le cuente y fundamente su opinión con  hechos reales verificados por usted mismo.  En este caso, la experiencia es la única fuente de información con la fuerza suficiente para atenuar esa veleidosa corriente que impulsa mil y un rumores y que los esparce por la rosa de los vientos; las críticas infundadas suelen ser efímeras como las mareas, porque al llegar a tierra firme, todos los engaños se desmoronan por la consistencia de la realidad…