domingo, octubre 28, 2012

Política y mercado


En algún lugar del lucro funciona un mecanismo extraordinario, cientos de engranes se concatenan para movilizar  las inercias, se generan ilusiones y se fabrican figurines;  el artificio se realiza cuando las ideas y las razones sucumben en el vacío de una imagen…    

 

                        El impacto de los medios de comunicación se ha registrado en todas las épocas y en todos los territorios, pero es en la sociedad de masas cuando las estrategias del mercado impregnan el ámbito electoral y de esta combinación surge el marketing político. Desde entonces, el electorado se somete a sondeos y estudios de mercado para detectar sus percepciones, sus temores y sus aspiraciones; el discurso político consiste en  mensajes simples, breves y persistentes; y  la personalidad del mandatario, o del candidato, se materializa en un producto perfectible.

 

            Dicen los que saben que la ciencia política se trivializa por el marketing político, que las extenuantes campañas mediáticas consisten en argumentos persuasivos, que las promesas de los candidatos son los estribillos de una tonada contagiosa, nada más! … Y tienen razón!

 

            El canon del mercado político se sustenta en postulados verdaderamente aberrantes pero lamentablemente efectivos: tipifican al electorado como compradores, una multitud sin memoria que necesita un objetivo hacia el cual dirigir su frustración y determinan que las emociones constituyen el motivo principal  para emitir el voto.

 

Los estragos del marketing político se han detectado en  la fluctuación  y volatilidad del voto como la manifestación de la crisis en la identificación partidista. En el mercado electoral la imagen el candidato predomina sobre la ideología del partido y tienden a diluirse las diferencias entre la izquierda, el centro y la derecha en el espectro político; una figura carismática  eclipsa al partido porque en su condición de producto, la designación del candidato obedece a su capacidad para proyectarse como una opción atractiva alejándose cada vez más del ideario y de la estructura partidista.   

 

            Otra secuela del marketing político es la prolongación de las estrategias: la campaña mediática no concluye el día de la jornada electoral porque continuamente se divulgan las acciones de gobierno; en algunos casos, cuando  la parafernalia mediática abarca actividades ajenas al ámbito político, los bemoles sentimentales de los personajes contribuyen a reforzar la imagen pública.

 

            Y desde la perspectiva del mercado, ninguna cantidad es estratosférica si se invierte en el diseño de una campaña de proselitismo político porque lo verdaderamente costoso sería perder en las elecciones. Éste es el argumento del exceso en los gastos de campaña y del desmesurado presupuesto destinado a la comunicación social de los gobiernos y uno de los principales ingresos en los corporativos mediáticos que con  tenacidad persuasiva transforman  materiales frívolos e inconsistentes en ilusiones y  figurines;  el artificio se realiza cuando las ideas y las razones sucumben en el vacío de una imagen…    

 

            Si le interesan los estragos del mercado en la política, lo invito a la conferencia “Los medios, el marketing político y las elecciones 2012” que impartiremos el Dr. Manuel Ortiz Marín y yo en el Seminario de Cultura Política, un loable esfuerzo del Lic. Leopoldo Martínez Herrera. Lo espero el próximo miércoles 31 de Octubre a las 18:30 horas en la Junta Distrital 01 del IFE, Boulevard Benito Juárez #52, local 18-A en el Centro comercial Plaza Mandarín.

domingo, octubre 21, 2012

Hacia el porvenir por el sendero del pasado


En algún lugar inmune, protegido por una densa atmosfera,  se yergue una impía edificación ancestral y sus cúspides  han resistido incólumes las inclemencias del progreso y los embates de la justicia… 

 

            El corporativismo es una construcción del sistema político mexicano en cuyos cimientos  operan las fuerzas vivas; este legado del Priato ha soportado los vaivenes de la alternancia en el poder y ahora se consolida al margen de la agenda legislativa y de sus alegatos insufribles.

 

Muy lejos del epicentro legislativo, en el Sexto Congreso  del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la maestra Elba Esther Gordillo reutilizó el mecanismo legendario que le ha permitido mantener el poder del magisterio por 22 años y resultó electa  como Presidenta del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública, un organismo creado reciente y deliberadamente para no violar  los estatutos del sindicato que impiden ocupar el mismo cargo durante periodos consecutivos.  Y así, al frente de un organismo nuevo y con el nombre distinto para el mismo cargo, en un proceso democrático sin adversarios,  al frente de una planilla única, Elba Esther Gordillo resultó electa en las urnas y ocupará la presidencia del sindicato por seis años más. 

 

Ejemplo viviente de la efectividad del anacronismo,  en su carácter de presidenta, sin nada qué temer y mucho qué ostentar, Elba Esther Gordillo anunció la construcción de la “Ciudad de la Innovación”,  un megaproyecto en 40,000 metros cuadrados propiedad del sindicato en la Delegación Cuajimalpa del Distrito Federal. Y en un cruel contraste con las deplorables condiciones  de las escuelas públicas,  el proyecto incluye la nueva sede del SNTE, la Universidad de la Educación, la Biblioteca de la Mujer, un teatro al aire libre, museos y la colección de obras de arte de Gordillo, entre las que habría seis lienzos de un mural que Diego Rivera pintó en Nueva York.

 

Y por mera coincidencia,  mientras se divulgaban las declaraciones respecto a la inminencia de la Reforma Energética en el próximo régimen, en un proceso interno y hermético, por votación unánime en la convención ordinaria, Carlos Romero Deschamps fue re electo como Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (SNTPRM) cargo que ocupará durante los próximos seis años y que se acumulan a los periodos que lleva al frente de este sindicato.

 

Éstos, son sólo los primeros de los personajes que intervendrán en el próximo régimen con el nuevo PRI en el poder.  Y éstos, son los primeros indicios de la fatal contradicción que se avecina: figuras oscuras y siniestras serán los artífices de una  anhelada transparencia;  el bienestar  social se encomendará a los diestros operadores de la vetusta maquinaria de la impunidad; emprenderemos el rumbo hacia el futuro por el sendero de antaño.

 

El ascenso a los niveles reales del desarrollo social es todavía un sueño guajiro; el estado mexicano seguirá coqueteando con las potencias económicas en el concierto global, ofreciendo las bondades de la naturaleza al mejor postor  mientras aumenta la cifra negra de los mexicanos en condiciones de miseria; seguirá comprando afuera lo que podría producirse  adentro; en el horizonte del porvenir permanecerá imperturbable la impía edificación ancestral y sus cúspides  resistirán incólumes las inclemencias del progreso y los embates de la justicia…

domingo, octubre 14, 2012

La tersura del contraste


En algún lugar próspero, muy lejos del proselitismo y en la zona donde se desvanecen las promesas, por el influjo de las tendencias externas se traza el rumbo hacia el porvenir…

 

            Por los intrincados argumentos jurídicos,  el ocaso del mandato saliente y los albores del nuevo régimen coinciden durante un periodo de transición; en este compás de espera se realiza la entrega de las carpetas a los sucesores en la administración pública y la tersura en el cambio de poderes  depende de la confirmación de los compromisos adquiridos. En esta ocasión, cuando se extingue el periodo calderonista y se avecina el retorno del PRI,  se ha divulgado la percepción de un periodo de transición que transcurre lenta y parsimoniosamente por la incomodidad que provoca  el fatal contraste entre las despedidas del régimen derrotado y las albricias del vencedor. La aspereza es el argumento que sustenta la propuesta para reducir a su mínima expresión el periodo entre la declaración del presidente electo y la ceremonia del cambio de poderes.

 

Pero al margen de las incomodidades Enrique Peña Nieto realiza una gira por Europa y Felipe Calderón acude a foros internacionales. Y allá,  muy lejos de los electores y de la realidad nacional, en las declaraciones de ambos mandatarios  se ha identificado el factor común en sus proyectos de nación: la genuflexión del estado mexicano ante el imperio financiero internacional. La textura  que predomina sobre el contraste en esta transición se hilvana con el respeto a los acuerdos pactados con corporaciones internacionales y todo parece indicar que no habrá giros abruptos en el trayecto de la economía nacional cuando el priato recupere el poder perdido. 

 

Porque el desmoronamiento de los estados nacionales como rectores de las actividades productivas es una tendencia  global, imperturbable, ajena a los partidos en el gobierno y la tersura en esta transición lo confirma.  Enrique Peña Nieto insiste en la apertura del sector energético a la inversión privada y extranjera antes de asumir el mandato presidencial y mucho antes de iniciar el  protocolo legislativo con el envío de esta iniciativa para su discusión y aprobación en las cámaras; en un comunicado del  equipo para la transición gubernamental de Peña Nieto se emite el respaldo al contrato entre Pemex Internacional (PMI) y los astilleros españoles para la construcción de dos “floteles”,  por considerar que este acuerdo “fortalece la competitividad de la industria petrolera mexicana”.  Y ya en las postrimerías del poder, Felipe Calderón envió un proyecto al Congreso de la Unión que propone una mayor participación de la inversión extranjera en telecomunicaciones y en otros sectores estratégicos de la economía nacional. El Grupo Banamex reveló que el proyecto modificaría la legislación que impide a empresas extranjeras tener más de 49% de sus acciones en telefonía fija y televisión por cable.

 

Hoy por hoy, cuando la contienda quedó atrás, la figura de los líderes nacionales se desdibuja ante las fuerzas del mercado internacional; muy lejos de las ideologías, el estado hipermoderno transmuta en un negociador y en la zona donde se desvanecen las promesas se vislumbra el signo de los tiempos venideros porque el influjo de las tendencias externas trazan el rumbo hacia el porvenir…

domingo, octubre 07, 2012

El hongo venenoso


“Si una mentira se repite las veces suficientes,

acaba convirtiéndose en la verdad".

Joseph Goebbels


            En algún lugar sinuoso, donde terminan los senderos más remotos del silencio se extiende el páramo donde germinan  las voces del pensamiento, y ahí, se sostiene incólume el monolito de la verdad: ese artificio del eco que impregna las ideas y pervierte las mentes…  

 

 

Los estragos en las ideas y en las pautas de conducta que provoca el pernicioso artefacto mediático fueron detectados desde el siglo pasado por George Orwell quien describe este entorno como la “época del engaño universal” cuando “decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”.

 

En la creación de un imperio y en todas las versiones del totalitarismo,  la divulgación del ideario es una de las máximas  prioridades; la secuencia inicia con el implantamiento de una idea que a su debido tiempo germinará en las pautas de conducta de las masas alienadas al credo del régimen. Vgr: en el surgimiento el III Reich, varias generaciones alemanas leyeron el cuento  Der Giftpilz (El hongo venenoso), un libro antisemita para niños  publicado por Julius Streicher, el director del periódico Der Stürmer. Aquellas metáforas nefastas que denigraban al pueblo judío entraron por los ojos de los niños e impregnaron sus mentes, con el paso de los años, aquella  convicción enardecida corrompió su corazón y los jóvenes nazis traspasaron todos los límites de la crueldad.

 

Y no!... No es obsoleto ni anacrónico. La perversa repetición goebbeliana que transforma las mentiras en verdades sigue siendo una estrategia infalible  y el desarrollo tecnológico en la comunicación disparó a niveles superlativos el efecto de la propaganda. Hoy por hoy, en los tiempos de la información y en la sociedad del conocimiento se agudiza a niveles exasperantes la influencia que los medios masivos de comunicación ejercen en la opinión y la actitud públicas. Y sí!... Las ironías siempre contienen una dosis de crueldad: imitando la estrategia anti semita del ministro de propaganda nazi, una asociación pro israelí,  la American Freedom Initiative (AFDI) incita el rechazo al Islam con una campaña publicitaria que inició el 24 de Septiembre en  el metro de Nueva York con carteles que pregonan: “En toda guerra entre el hombre civilizado y el salvaje, apoye al hombre civilizado. Apoye a Israel. Derrote la yihad.”

 

Y no!.. Esta campaña no es un producto de la casualidad, es un eslabón en la cadena de atentados informativos y manipulación mediática internacional, es la evidencia incuestionable del uso de la blasfemia como táctica de un contingente sion-anglo-estadounidense que pretende destronar a los líderes árabes que resultan incómodos y molestos a los intereses geoestratégicos del neo imperialismo. En esta secuencia de ataques a la idiosincrasia se ubican las convocatorias inflamadas que a través de las redes sociales lograron concentrar a las multitudes exigiendo el cambio de gobierno en la Primavera árabe, la publicación de tiras cómicas que ridiculizan al profeta Alá, y recientemente, la divulgación del video “La inocencia de los musulmanes” que ofende al líder espiritual del mundo islámico.

 

 

 

Por qué?... Porque ahora, como siempre y desde entonces, la guerra es la industria más rentable y el  patrocinador de la investigación y la ciencia aplicada; porque es evidente que el objetivo de las huestes del mundo civilizado se ubica en el Medio Oriente y para justificar la injustificable incursión en los países árabes fue preciso erigir el monolito de la verdad: ese artificio del eco que impregna las ideas y pervierte las mentes…