domingo, septiembre 27, 2009

Versiones y aversiones

En algún lugar retrospectivo, donde se reconstruyen las epopeyas y se reconfiguran los héroes, no existen momentos inexorables ni eventos incólumes, porque todos los renglones de la historia pueden torcerse en la retórica oficial…

La redacción de la historia ha sido un privilegio de los vencedores; el pasado es una realidad evanescente y volátil que se adapta a la caligrafía de aquellos que logran vivir para contarla. Desde el poder se determina el matiz de los acontecimientos, la perspectiva de las causas, el tono de los efectos.

Pero el ejercicio del poder suele ser inconstante y veleidoso, como suele serlo el criterio para escribir versión oficial de la historia: en cada régimen se edita, se corrige, se aumenta, se reescribe y se distorsiona; el pasado adquiere y soporta versiones inauditas, correcciones insólitas y revelaciones estrafalarias.

De acuerdo con los capítulos de la historia nacional redactados en el Priato, los padres de la patria, Miguel Hidalgo y José María Morelos, fueron excomulgados por la iglesia católica por la insurrección contra la corona española. Hoy por hoy, en el calderonismo, cuando la iglesia católica trasciende el ámbito establecido en un estado laico y ante la proximidad del bicentenario de la gesta independentista, los artífices del pasado se congregan para reescribir, una vez más, la historia patria.

En la ciudad de Morelia, en el marco de las Jornadas Académicas “Independencia e Iglesia”, ha surgido la “Comisión Interdisciplinaria de Expertos sobre la Investigación de la Excomunión de Hidalgo y Morelos”… Sí!... es justo y necesario… hacer una pausa para recuperar el aliento después de leer un nombre tan extenso, ostentoso y pretencioso.

El encargado de la Comisión Interdisciplinaria de Expertos indica que fue creada por el insólito interés que ha despertado ese tema en… ¿la Cámara de Diputados! ¿!!?...
Y que el objetivo principal de la comisión es demostrar a los diputados federales que han vivido en el error y que se comete una injusticia sin precedentes al afirmar que los padres de la patria son almas en pena que vagan sin rumbo en un limbo que ya no existe.

De estas declaraciones se infiere, que en todo el territorio nacional se esparce una curiosidad exacerbada que ha disipado la serenidad de las noches mexicanas. Pero la epidemia de insomnio que aqueja a todos los compatriotas será aliviada hasta marzo del 2010, cuando se emitirá el informe final sobre la excomunión de Hidalgo y Morelos.

Por lo pronto: se vislumbra la posibilidad de resarcir en retrospectiva a la institución católica, pues ya se barrunta que Hidalgo y Morelos fueron misericordiosamente absueltos antes de morir, y que será necesario reescribir los libros de texto gratuitos porque todos los renglones de la historia pueden torcerse en la retórica oficial…

domingo, septiembre 20, 2009

La antesala del dominio

En algún lugar furtivo, por los recovecos del régimen, se llega a la antesala de dominio: un sobrio y apacible despacho donde se reúnen los prestidigitadores más célebres, los artífices de la inconsciencia social, los diseñadores de climas y desconciertos, los creadores de temores infundados…

Al margen del presupuesto y ubicada a la diestra del poder, la Oficina de Prestidigitación Pública se encarga de divulgar el matiz con el que habrá de percibirse y comprenderse la realidad; sus geógrafos y cartógrafos delimitan los territorios de la verdad y la mentira, y con la inclemencia de la premeditación, los ingenieros del consenso construyen, sigilosa y paulatinamente, el imaginario colectivo.

Dicen los que saben, que en todas las épocas y en todas las coordenadas del planeta han existido criterios dominantes; que el consenso social es el producto de un proceso, sutil pero contundente, de condicionamiento mental; que las ideologías no suelen ser un mosaico de percepciones y pensamientos, porque son el resultado de la aplicación estandarizada de un criterio, y que por eso, en cada contexto deambulan las opiniones y actitudes uniformadas, mientras se rechazan y se ocultan las ideas alternas.

La configuración del consenso social es, realmente, la manipulación de la percepción social, un acto de magia excepcional, una ilusión que impregna la plaza pública, es la obra maestra de la prestidigitación cuyos artificios son imperceptibles.

Los resultados de la prestidigitación social se materializan a mediano y largo plazo, porque la construcción del consenso, como todas las obras públicas, suele ser lenta e insufrible. El condicionamiento mental multitudinario exige una divulgación tenaz, persistente e insistente, y eso lleva su tiempo.

Pero cuando las circunstancias lo exigen, los manipuladores de la Oficina de Prestidigitación Pública ejecutan una serie de estratagemas de efecto vertiginoso para incidir y modificar la percepción social. Una de esas artimañas es el desconcierto espectacular, el escándalo desconcertante, que consiste en esparcir pánico y temores infundados por la rosa de los vientos.

Y precisamente, en la víspera de las fiestas patrias (15 de septiembre) se detectaron varios episodios desconcertantes: el Grupo Liberación Total Humana, Animal y Tierra, con ramificaciones internacionales y tintes globalifóbicos, se adjudicó las explosiones con gas butano perpetradas contra una exclusiva tienda de pieles en Polanco; pocos días después, en la ciudad de León, capital del estado de Guanajuato, dos encapuchados solitarios incendiaron dos cajeros automáticos y escribieron la consigna: "Capitalismo asesino"; armado con dos latas rellenas de arena y foquitos, un fanático religioso secuestró un avión el día nueve del noveno mes del año 2009; en la secuencia mediática del desconcierto, el evento más reciente fue la balacera en el Metro Balderas protagonizada por un fanático ambientalista, quien cobró la vida de dos ciudadanos.

El perfil de los perpetradores parece cortado con la misma tijera y todos ellos se adaptan al mismo molde: sus motivos son grotescamente insulsos, sus recursos fueron precarios y la logística fue poco menos que elemental. La ineficacia de la estratagema es evidente: el impacto fue fugaz y no logró permear la percepción social, las acciones desarticuladas de esos personajes sólo provocaron suspicacias y un humor negro involuntario.

Generalmente, este tipo de acontecimientos reactiva el instinto de conservación fortaleciendo la cohesión social; las amenazas y los peligros circundantes se conjuran por la unidad y la solidaridad. Pero la divulgación de esos ataques y atentados obedece a una lógica más turbia y perversa, a la pretensión de manipular la percepción social, fabricando elementos hostiles, para enfatizar la función primigenia del estado.

El escarnio público, la pena ajena y la vida de dos personas, son las secuelas del vano intento de los prestidigitadores públicos y la evidencia de la desesperación en un régimen cuya prioridad es espectacularizar la gestión pública, diseñar climas, mediatizar el desconcierto y esparcir temores infundados…

domingo, septiembre 06, 2009

Peones y alférez

En algún lugar del tablero, entre la infantería prescindible, existen peones que funcionan como comparsas, como títeres en una comedia de complicidades; el valor conferido a esas piezas, dependerá de su talento para la simulación, del volumen de su conciencia para ocultar el oprobio, mantener el silencio y su someterse al alférez …

En los comicios recientes, el abstencionismo se erigió como una nueva fuerza electoral, el voto nulo apareció como una alternativa y el voto en blanco superó todas las expectativas. El resultado extraoficial de la jornada electoral del 5 de julio confiere una importancia inédita a las manifestaciones del hartazgo de la ciudadanía, del repudio generalizado ante el desempeño de la élite gobernante, y específicamente de los legisladores.

El único dato consistente en todas encuestas previas a la jornada electoral fue el descrédito de la figura legislativa, producto de una lacerante lejanía respecto al electorado; de la incongruencia entre lo dicho y lo hecho, entre lo prometido y lo realizado; del sometimiento de sus decisiones a los intereses partidistas; de una deleznable ecuación entre la legislatura y un modus vivendi.

Para legitimar el proceso electoral reciente, fue necesario atenuar el impacto de las expresiones del repudio popular, conjurar la amenaza de los votos nulos y despabilar al fantasma del voto en blanco.

No obstante, esos afanes han sido insuficientes, porque la naturaleza veleidosa de la infra-especie política es un rasgo inocultable, indómito e inexorable. A escasos días de la instalación de la LXI legislatura, diez diputados solicitaron licencia indefinida para permitir que sus suplentes asuman el cargo de elección popular.

La estrategia es vulgar por antonomasia, porque desvirtúa el proceso electoral y prostituye su esencia. La voluntad popular expresada en el sufragio carece de sustento cuando el diputado electo cede el cargo al suplente, a un personaje que se mantuvo al margen de las campañas, cuyo nombre apareció en letras diminutas en la boleta electoral, cuya imagen fue apenas percibida.

Sin caer en cuestiones de género, estos movimientos en las curules inciden en el desprestigio de esa infantería de títeres, de inútiles y expertos en sometimiento y nalgaprontismo.

La falta de memoria es evidente en la elite política, porque a escasos meses de haber esquivado la amenaza del voto en blanco, abundan los títeres y los peones, algunos cínicos e insurrectos como Rafael Acosta “Juanito” en Iztapalapa, pero todos ellos portan el gen de la complicidad, que los hace igualmente corruptos y despreciables.

La actuación de los títeres y la osadía de los peones confirman la regla número 1 de la política: vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error. Hoy por hoy, las funciones del legislativo son, poco menos que letra muerta; una curul es una fuente de ingresos, que otorga los privilegios superlativos del fuero y que eleva la incompetencia y la ambición a rango constitucional.

La exhibición del talente político es ya insufrible y repercute en la conciencia colectiva, agudizando la desconfianza y enfatizando el rechazo hacia la élite gobernante. El cambio de actitud de los mexicanos adquiere las dimensiones de una proeza épica cuando los ciudadanos son el auditorio cautivo de una comedia de complicidades que exhibe las conciencias vacías de los peones sometidos a su alférez…