sábado, marzo 31, 2007

Preámbulo incoherente

En algún lugar del legajo político, en el folio de las tácticas electorales y en el expediente de las incoherencias, se describe con lujo de detalle el proceso por el cual se somete la lógica matemática a un intrincado e ilógico proceso de interpretación…
Cuando el cálculo de las probabilidades debe ajustarse a criterios partidistas, las cifras pierden su importancia relativa y los porcentajes carecen de significado. Y cuando se ignoran los indicadores de las encuestas se incurre en errores tácticos y riesgos innecesarios.
El decálogo de los errores en la mercadotecnia política establece que la primera, y la más grave, de las incoherencias en época electoral se suscita cuando se desatienden las preferencias y las demandas de los votantes potenciales.
Creer que el partido puede controlar a los electores es un error frecuente. La maquinaria partidista es importante, pero en la actualidad ha dejado de ser el factor decisivo. La partidocracia deberá cambiar el paradigma del proselitismo tradicional, y para lograrlo, es imprescindible atender la distribución porcentual de la intención de voto que reflejan las encuestas preelectorales.
Por eso, resulta incoherente el curso que ha tomado en el Partido Acción Nacional la elección interna por la candidatura a la alcaldía de Mexicali. Lo que inició como un proceso abierto a la ciudadanía ha devenido en un ajuste interno, ajeno a las tendencias en la opinión pública.
En febrero, como estrategia preelectoral de Acción Nacional, los precandidatos a la alcaldía mexicalense sostuvieron un debate público en las instalaciones del periódico La Crónica de B. C., y el 12 de marzo se realizó el debate entre los dos precandidatos por la gubernatura, organizado por los periódicos La Crónica y Frontera, extensamente cubierto y comentado en todos los medios.
La primera de las encuestas, publicada hace unas semanas, reflejó una ventaja para José Guadalupe Osuna Millán hacia la candidatura por la gubernatura del estado. Hacia la alcaldía de Mexicali, la encuesta indicaba que los tres precandidatos de Acción Nacional aventajaban al candidato del Revolucionario Institucional Joaquín Ramírez Chacón.
Al interpretar la holgura en la ventaja sobre Joaquín Ramírez Chacón, los estrategas panistas consideraron irrelevante la percepción del público y ajustaron el proceso interno con la declinación del candidato que tenía mejor proyección al exterior del partido.
He ahí la incoherencia. No debería acudirse a la opinión pública para posicionar a los precandidatos y desdeñar después las tendencias que arrojan las encuestas.
Es probable, que para los panistas, el único dato relevante sea el voto duro. Quizás, toda su confianza resida en la inercia que el actual régimen pueda ejercer. Y es muy probable que la apertura mediática de su proceso interno, y excluyente per se, haya sido la estrategia para atraer la atención de la ciudadanía durante este forzado compás de espera donde han predominado las imprecisiones en los tiempos y las ambigüedades en los conceptos.
Pero cualquiera que sea la razón, una vez que el panismo haya elegido a sus candidatos y el proselitismo inicie oficialmente, la atención de la ciudadanía se distribuirá entre todos los contendientes que pretendan posicionarse en la opinión pública.
En las últimas décadas, las encuestas de opinión han contribuido a la consolidación de las democracias modernas. Y así está ocurriendo ahora en Mexicali.
Estamos aprendiendo a vivir con las encuestas y a publicarlas, leerlas e interpretarlas en su justo contexto. El ciudadano estará más y mejor informado para participar, con responsabilidad, en la vida política del estado y del país.
Por eso, las incoherencias en las estrategias electorales cada vez serán más costosas, y será una bestialidad... someter la lógica matemática a un intrincado e ilógico proceso de interpretación…

domingo, marzo 25, 2007

Tienda y trastienda

En algún lugar de la trastienda electoral, en el inventario político bajo el rubro de las “Adquisiciones recientes”, aún sin cuantificar, se encuentra la ética del mercado: ese activo que convierte a la forma en el fondo y al medio en el mensaje; y por eso, cuando se inicia el proselitismo, la imagen trasciende la frontera visual para inmiscuirse en la psique colectiva…

La evidencia del inicio prematuro del proceso electoral en Baja California se encuentra dispersa en el paisaje urbano invadiendo el campo visual de los bajacalifornianos aún antes del principio oficial.

Gracias a las impresiones jurídicas respecto a las precampañas políticas, los rostros de los candidatos y de los aspirantes a las candidaturas surgen en lugares y en momentos inesperados.

Los espectaculares, las mantas, los spots en radio y televisión que perturban desde hace rato el entorno social se justifican y se ajustan a la normatividad con la leyenda “mensaje dirigido a los simpatizante de … X partido” escrita con letras nano-micro-minúsculas prácticamente ilegibles.

A este proceso electoral, aún en ciernes pero ya iniciado (un autentico oxímoron) se ha incorporado la opinión pública como el único factor capaz de equilibrar la contienda.

Las campañas de proselitismo que se avecinan, se caracterizarán por el predominio de la imagen y la ausencia de propuestas, debido a la influencia de la telecracia sobre el comportamiento de la audiencia multitudinaria en la que se circunscribe el electorado.

La mercadotecnia ha permeado en la propaganda política despojándola del contenido, privilegiando la imagen y trivializando el mensaje de los candidatos; el proselitismo es ahora un espectáculo público, sometido a los costos y a los tiempos en los medios.

Por eso, en todos los partidos, la estrategia consistirá en un proceso de comunicación dirigido para configurar la imagen pública del candidato que logre influir en las reacciones del electorado ante un cúmulo de estímulos transmitidos.

La imagen pública es la percepción compartida que produce una respuesta colectiva unificada, la gente decide actuar en forma masiva. Y la imagen de los candidatos se refleja en la opinión pública, cuyas tendencias son captadas en las encuestas.
La primera de ellas, publicada en La Crónica de Baja California, confirma el predominio de la imagen sobre la ideología: un 38.9% de los encuestados decidiría su voto en base al candidato; y también consolida al sector de los indecisos, un extenso 78%, como el objetivo hacia el que deberán dirigirse todas las campañas.

En el entorno del mercado, en la tienda electoral, el voto que se demanda se somete a la libre competencia y la imagen de los candidatos se oferta. Por eso, en la trastienda deberán ponderarse las tendencias de la opinión pública y su impacto de las encuestas.

Aquí y ahora, transcurre unos de esos lapsos esporádicos y excepcionales en los que la ciudadanía tiene la facultad de hacer valer sus demandas y su voluntad. Es ahora, en este periodo de gracia, cuando el electorado se constituye en una unidad multitudinaria y su opinión adquiere valor, volumen y peso específico.

La sociedad demanda transparencia en los actos de gobierno,
democratización en los procesos de información, claridad en el manejo de fondos públicos, luz sobre la actuación de los partidos políticos y sobre todo, participación ciudadana en los destinos de la Nación.

Por eso, la participación ciudadana y la opinión pública constituyen los principales desafíos que debe enfrentar la partidocracia para vender carismas prefabricados y perfiles sin ideas; la campaña política es una lucha por la mente y el corazón de los votantes, una competencia por el razonamiento y las emociones… y por eso, cuando se inicia el proselitismo, la imagen trasciende la frontera visual para inmiscuirse en la psique colectiva…

lunes, marzo 19, 2007

Primera llamada

En algún lugar del teatro político, cuando la función está a punto de empezar, una amalgama de claroscuros perturba el ambiente y ensombrece el escenario; pero en la densa penumbra de la tramoya, mientras se escriben las últimas líneas del drama, pende, implacable, bruñida y luminosa, la legendaria espada de Damocles…

Baja California, primera entidad con alternancia en el poder y bastión del Partido Acción Nacional, es el escenario que ahora se ensombrece por las imprecisiones y las ambigüedades de una reforma electoral deficiente, por la impericia de los operadores políticos y por el celo exacerbado de la militancia.

El tiempo transcurre inexorable y se vislumbra una lucha sin cuartel: el próximo proceso electoral en Baja California ha sido una contienda encarnizada aún antes del inicio oficial de las campañas de proselitismo.

Como preámbulo, la partidocracia ha protagonizado una insufrible secuela se eventos desafortunados: discusiones bizantinas, interpretaciones parcializadas, el jaloneo discrecional de los tiempos oficiales, acusaciones, vericuetos y el predominio del sospechosismo.

Sin embargo, el golpeteo entre los partidos es, hasta cierto punto, un sesgo inevitable de la democracia. Estas trifulcas y llamaradas de petate ya no sorprenden a nadie, pero estos episodios agudizan el desencanto de la ciudadanía.

El impacto de las campañas de encono, beligerantes y polarizantes, derivó en el hartazgo del electorado: lejos de atraer simpatizantes, los ahuyentaron. Y esa apatía generalizada que se expresa en el abstencionismo, tiende a expandirse cuando las ofensas trascienden el entorno de la partidocracia.

La prematura descalificación del Consejo Estatal Electoral por la clase política, las exigencias de la cúpula empresarial, las declaraciones del ejecutivo estatal, las restricciones por parte de la Oficialía Mayor en el presupuesto y la miserable dotación de equipo, tienen como objetivo defenestrar y desacreditar al órgano ciudadano encargado de la logística y la operación de la jornada electoral más reñida en la historia bajacaliforniana.

Desacreditar al CEE es una postura provocadora que encubre la posibilidad de pelear la elección en los tribunales electorales, más allá de las urnas.

Pero las sutilezas del destino son inexpugnables y la crónica de esta contienda aún no concluye. En todos los escenarios, el público que percibe la dramatización configura la llamada “cuarta pared”. Y la escena política no es la excepción: la ciudadanía se erige como esa cuarta pared intangible, como el espectador de un protagonismo desmesurado y una deleznable actuación.

Lo que alguna vez fue una parafernalia para legitimizar una elección de estado mediante circo, maromas y teatro ejecutados ante un auditorio cautivo, ahora es un espectáculo mediático cuyos giros dependen de la opinión pública.

Hoy por hoy, la contienda electoral será percibida, criticada y sancionada por el auditorio multitudinario de la ciudadanía, cuya responsabilidad social estriba en hacer valer su opinión.

Como espectador crítico y perceptivo, como simpatizante indeciso o militante convencido, el electorado tiene el derecho, la facultad y la responsabilidad de señalar las omisiones y los excesos que surjan durante el proceso electoral.

Y no!... No se trata de uno de mis sueños guajiros. La participación ciudadana en la construcción de la certidumbre pública es posible por la eficiencia de la tecnología móvil que capta y transmite imágenes y sonidos, y cuya cobertura ha introducido nuevos usos y costumbres.

Será la ciudadanía quien escriba el desenlace, de su voluntad al escribir la crónica dependerá que ésta sea una contienda justa y épica, una burda comedia o una estruendosa tragedia, porque en el escenario político, la opinión pública pende, implacable, bruñida y luminosa, como la legendaria espada de Damocles…

Primera llamada… Primera.

domingo, marzo 11, 2007

La Verdad está allá afuera

En algún lugar cristalino e imponente, más allá del pánico y el dolor, surgió un concierto de voces e imágenes que describieron aquel fragmento de la realidad que permanecía oculta, y se erigió la figura multitudinaria del periodismo como un arte democrático…

Los reyes de España, altos funcionarios del gobierno y una muchedumbre inauguraron un monumento de cristal guardando tres minutos de silencio en una ceremonia solemne en memoria de los 191 muertos y más de mil 800 heridos en los ataques del 11 de marzo del 2004.

Pero más allá de la estación ferroviaria de Atocha, entre las notas pacifistas de Pablo Casals en “El Canto de los Pájaros” y ante la ausencia de discursos, también se conmemoró el “asalto a la información”, cuando las muchedumbres inteligentes irrumpieron en los medios de comunicación mediante el activismo cívico en Internet exigiendo respuestas y clamando justicia.

La voz ciudadana ante los medios y la política surgió en los testimoniales de video aficionados que atestiguaron el atentado terrorista del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas y en los mensajes grabados de las víctimas en teléfonos celulares; posteriormente en la invasión a Irak, los warblogs se convirtieron en una fuente de información alternativa.

El 12 de marzo del 2004 en España la ciudadanía se configuró como el cuarto elemento en el proceso de la comunicación mediante el reenvío de hiper- mensajes y se consolidó en Julio del 2005 en Londres después de los ataques terroristas cuando los medios solicitaron la participación de los todos ciudadanos mediante el envío de la información capturada en fotos y vídeos desde sus teléfonos móviles.

Esta tendencia es una de tantas consecuencias de los avances tecnológicos en el entorno global; en la era de la información, el periodismo ciudadano se erige como un contrapeso a los mensajes, seleccionados, editados y jerarquizados, de la telecracia.

Hoy por hoy, la realidad puede capturarse en mensajes multimedia para describir fragmentos de la realidad que han permanecido ocultos detrás de las mentiras verdaderas en las versiones oficiales.

Los hipertextos y los mensajes multimedia trascienden la virtualidad y su impacto configura el imaginario colectivo. Cualquier declaración y versión de los acontecimientos ahora puede desmentirse con la contundencia de un video.

Se inicia una nueva vertiente en el manejo y en el control de la información que ahora vive en la Red a través de la conversación. El mensaje se vuelve dinámico por la retroalimentación de los lectores.

Aquellos 15 minutos de fama que para cada individuo estipuló Andy Wharhol sucumbieron ante el minuto de gloria en televisión, que ahora se difuma en la blogosfera.

Con la aparición del ciber-periodismo se globaliza el uso de una voz más humana y más confiable, la interactividad es rápida y poderosa; la convocatoria para la participación ciudadana en la política enfatiza que la ética es fundamental en los medios de comunicación masiva.

La conciencia cívica del electorado se manifestará en un entorno paralelo al proselitismo político en los medios electrónicos difundiendo un mensaje multitudinario construido con la verdad de todos. Estas circunstancias son favorables para que el ejercicio de las libertades individuales cristalice en una cultura democrática, como lo declaró recientemente el Dr. Jaime Hurtado de Mendoza, aspirante a la candidatura ciudadana para la alcaldía de la ciudad fronteriza de Mexicali, en el estado mexicano de Baja California.

De ahora en adelante, no podremos eludir nuestra responsabilidad en la arquitectura del futuro común porque somos dueños de una porción alícuota de la verdad desde aquel momento en que… se erigió la figura multitudinaria del periodismo como un arte democrático y surgió un concierto de voces e imágenes para describir aquel fragmento de la realidad que permanecía oculta…

domingo, marzo 04, 2007

Diestra y siniestra

“La democracia es el lugar donde
los extremistas no prevalecen
(y si lo hacen, se acabó la democracia)”
Norberto Bobbio


En algún lugar de la geometría política, donde prevalecen las indefiniciones y germina el oportunismo, las coordenadas elementales sobre el eje del poder se diluyeron, y ahora, en el limbo de la posmodernidad surge una reinterpretación donde se invierten los valores…

La reconfiguración del Estado mexicano no sólo implica la actualización de la norma constitucional y la reestructuración de los poderes, también involucra la redefinición inmediata de todas las instancias en el poder, sus prioridades y sus objetivos.

El proceso de las redefiniciones en el espectro político ya se ha desatado, y ahora resulta que ningún partido coincide con el ideario de la derecha y que todos tienen el corazón en la izquierda.

Y así, ante el desencanto del electorado por las promesas que jamás se cumplieron, la partidocracia intenta redefinirse y reinterpretarse. En todos los partidos se ha instituido la tendencia hacia una izquierda, nueva y renovada, recién descubierta y nunca bien ponderada.

La nueva definición de la derecha y de la izquierda que se está fraguando es la consecuencia de la ineficiente gestión del foxismo y de la pésima reputación que la derecha adquirió durante el régimen de la pareja presidencial; también obedece al impacto causado por los 15 millones de votos a favor de Andrés Manuel López Obrador, el paladín de las causas populares cuyos excesos alejaron al perredismo de la auténtica izquierda, dejando esta ubicación vacante y disponible.

En la interpretación etimológica y clásica la derecha se asociaba con la voz latina “dexter” que significa “dirigir”, “docto”, “decoro”; mientras su contraparte, la izquierda, se asociaba a la voz latina “sinister” que designaba a lo “adverso” y “malicioso”.

Hoy por hoy, en la jerga política contemporánea se ha producido una auténtica inversión de los términos, una nueva transvaloración nietzscheana por la cual ‘izquierda’ va a convertirse en una palabra talismán con connotaciones positivas permanentes y, por un despliegue antitético, la ‘derecha’ va a heredar aquel rastro de connotaciones negativas que en un principio tuvo la izquierda.

Desde el primer día de su mandato, Felipe Calderón se deslindó de la derecha que acaparó posiciones de poder durante el foxismo y emprendió el curso con la decisión de rebasar a la izquierda por la izquierda.

Justamente ahora, a 78 años de su fundación en el poder, el Partido Revolucionario Institucional se enfrentó a esta disyuntiva existencial en su Cuarta Asamblea Nacional Extraordinaria. Incluso, el presidente de la Internacional Socialista para América Latina, Rolando Araya, ante la discusión del priismo sobre ubicarse como un partido de izquierda, opinó que basta con que una organización se sintonice con los sentimientos y las posiciones de su pueblo y se le puede llamar como se quiera. En su opinión, la derecha no tiene nada que hacer en Latinoamérica, porque a donde ha llegado ha empobrecido a los pueblos, ha creado mayores necesidades sociales, mayores tensiones y una gran ingobernabiliad.

Y en esta tendencia, Carlos María Abascal Carranza, ex secretario de gobernación, abad del foxismo y monseñor por el Partido Acción Nacional, citando a los fundadores del panismo, predica que su partido es una auténtica fuerza de izquierda.

Me queda claro que los motivos para ese súbito viraje responden a la necesidad apremiante de cambiar la imagen anacrónica de los partidos y disfrazar su podredumbre; y que el oportunismo galopante busca apropiarse de la única ubicación legítimamente vacía en la geometría política… porque las coordenadas elementales sobre el eje del poder se diluyeron, y ahora, en el limbo de la posmodernidad surge una reinterpretación donde se invierten los valores…

jueves, marzo 01, 2007

Ellos y Nosotros

En algún lugar del organigrama social, en un espacio aislado, sin conexión alguna con el resto de los grupos en la comunidad humana, en un sombrío recuadro se circunscribe la clase gobernante...

Los acontecimientos recientes, en los tres niveles de gobierno, confirman mis sospechas respecto a la naturaleza biológica y mental de todos aquellos que se dedican al ejercicio de la política.

Si alguna vez sospeché que los políticos pertenecían a otra especie, ahora ya no tengo la menor duda, todos esos energúmenos forman parte de una subespecie animal híbrida: Poseen rasgos de los parásitos, de los grandes depredadores, de los carroñeros y de los reptiles; y en su actividad cerebral se han identificado los procesos mentales característicos de los psicópatas, mercenarios y criminales.

Es evidente que en el caso de los políticos se distorsiona el diagrama del genoma humano y que de esta mutación genética surge una seudo-raza de seres degenerados. Aún no se han logrado unificar los criterios, pero la opinión generalizada entre los científicos establece que estos especimenes se crean por generación espontánea, porque todas sus acciones y decisiones confirman que no tienen madre.

Esta hipótesis también se sustenta en los índices de la calidad del aire en los recintos políticos, pues en todas las dependencias de gobierno, en todas las oficinas bajo el emblema nacional o de partidos políticos, en todas sin excepción alguna, se respira aire pútrido. Los únicos seres con la capacidad fisiológica para sobrevivir en la inmundicia son los entes políticos.

Respecto al origen de esta subespecie, todo parece indicar, que adquieren sus rasgos distintivos a la sombra del poder: Si algún ser humano, normal pero incauto, sucumbe a las canonjías y adulaciones emanadas del un cargo público, sufre una metamorfosis inexorable hasta convertirse en un funcionario prepotente, en un dictadorzuelo, o en un jefazo; el efecto será irreversible en cuanto ponga el pie encima de alguien más débil, y ya jamás podrá recuperar su condición humana.

Paulatinamente, aquella persona que alguna vez caminara erguida con la frente en alto, adquirirá la habilidad de reptar y arrastrarse, de soltar lisonjas y promesas, de mentir y exagerar. La última pizca de dignidad se pierde en el preciso momento en que desaparecen las convicciones.

En cuanto alguien se integra a la clase política se adquiere la cómoda capacidad de los parásitos, porque el erario es la fuente de los ingresos y el presupuesto se constituye en el modus vivendi. Simplemente por el hecho de existir en la nómina se adquiere una inexplicable solvencia económica; posteriormente, si se accede a posiciones estratégicas del poder, se desarrolla la habilidad depredadora de recursos; y el apetito carroñero aparece cuando se aprovecha la desgracia de los adversarios.

Normalmente, existe una distancia infranqueable entre el ámbito de los seres humanos y la polución de la subespecie política; sin embargo, de vez en cuando, los entes políticos invaden el entorno de los seres humanos con falacias y demagogia; y por eso, en la época de proselitismo todo es confuso.

Pero gracias al equilibrio natural, durante las campañas políticas los ciudadanos adquieren una extraordinaria facultad que les permite contener los excesos en el poder; y por eso, el voto es la expresión de la soberanía y de la voluntad de un pueblo.

Me queda claro que la clase política es una subespecie de seres sin escrúpulos que pululan alrededor del poder. Pero la naturaleza es sabia: en este ecosistema, esa fauna híbrida cumple la función prioritaria de ser motivo del escarnio popular, son los personajes de parodias y leperadas y el detonante de nuestro sentido del humor; y nosotros, los seres de condición humana, tenemos la facultad de reconfigurar el organigrama social y recluir en un sombrío y alejado recuadro a la clase gobernante...