domingo, agosto 30, 2009

Demagogia con derecho de admisión

En algún lugar del protocolo, cuando el fondo se disuelve en las formas, el impacto del mensaje varía en función de la cobertura mediática; y entonces, por obra y gracia de la repetición incesante, las ambigüedades y las imprecisiones adquieren el matiz de las verdades…

De acuerdo al nuevo formato, la glosa del informe presidencial será entregada por un al Congreso de la Unión el 1 de septiembre. El protocolo, ahora vigente, elimina el discurso que el mandatario dirigía a la nación, y de esta forma, se evitan los groseros exabruptos de la Legislatura recién instalada, se extingue la posibilidad de tomar la tribuna por asalto y se anulan las estrategias beligerantes para impedir el cumplimiento de los ordenamientos constitucionales.

Las razones que se argumentaron para modificar la ceremonia oficial y protocolaria del informe presidencial se concentraron en las objeciones, protestas y reclamos que la oposición profería durante el discurso del mandatario.

La eliminación del discurso en la ceremonia oficial será debidamente compensada con la transmisión de pequeños mensajes en los medios masivos, antes y después de la entrega del informe.

En la producción de esos pequeños mensajes se aplicaron las técnicas y las estrategias de la propaganda política, de tal manera que el contenido del mensaje se disuelve entre los movimientos de las cámaras, debajo de un guión debidamente ensayado, detrás de una imagen cuyo impacto dice más que mil mentiras.

Pero la modificación en el formato de la ceremonia del informe presidencial es tan sólo la manifestación del control que se ejerce sobre el discurso oficial, de los procedimientos de exclusión que impiden la intervención de los opositores. Y en esta lógica, el discurso oficial se erige como una prerrogativa exclusiva del poder.

Por eso, el nuevo formato no impide la realización de los rituales del Presidencialismo. Hoy por hoy, la ostentación del poder se lleva a cabo en una ceremonia alterna, en un contexto estrictamente controlado y con derecho de admisión.
En el escenario alternativo del informe, el presidente pronuncia un discurso a la élite política, económica y social.

Me queda claro que la información de la administración pública siempre se ha disuelto entre formatos y protocolos, que la simple exposición de cifras no implica la transparencia en la determinación de las cuentas, y que ni las peroratas insufribles de antaño ni los mensajes mediáticos de ahora, logran infundir confianza en la ciudadanía.

Porque las líneas de un discurso, de todos los discursos, tarde o temprano inciden en la conducta del auditorio, pero las vacuidades de la demagogia jamás se reflejan en las condiciones de vida de la ciudadanía.


Cuando el discurso se diluye en el filtro de la realidad, inmediatamente deberán implementarse los dictados elementales de la propaganda… y entonces, por obra y gracia de la repetición incesante, las ambigüedades y las imprecisiones adquieren el matiz de las verdades…

domingo, agosto 23, 2009

El punto sin retorno

En algún lugar de la infancia, cuando la brutalidad del ambiente irrumpe en la conciencia y es imperativo adaptarse para sobrevivir, las ilusiones infantiles se desvanecen y las esperanzas se postergan; y a partir de ese momento, el único aprendizaje posible proviene de la hostilidad del entorno…

Dicen los que saben, que las leyes de Darwin se actualizan constantemente, porque en épocas de crisis la prioridad es sobrevivir, y que hoy como siempre, aquellos que no logran adaptarse, sucumben en la hostilidad del entorno.

La crisis global y galopante que nos aqueja, ha provocado una secuencia de ajustes en la jerarquía de las prioridades: cuando la sombra de la crisis financiera descendió a la economía real, se redujeron los niveles de consumo y se racionalizaron las compras; el impacto de la crisis en el empleo obligó a buscar alternativas laborales y a ejercer el ingenio y las habilidades por oficio; hoy por hoy, los estragos de la crisis se agudizan en el sector más vulnerable, enfatizando la imperiosa necesidad de sobrevivir.

Sí…la crisis es una abstracción, un éter amenazante, una nebulosa intangible. Pero la crisis adquiere forma y se materializa en eventos claramente perceptibles, como el largo y sinuoso regreso a clases.

En estos días, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indicó que la crisis financiera mundial tendrá un impacto considerable en la deserción y eficiencia terminal educativa, ya que este fenómeno está relacionado, en gran medida, con el ingreso familiar (1).

La crudeza de esta declaración estriba en la disyuntiva que enfrentan miles de hogares mexicanos: elegir entre satisfacer sus necesidades de alimentación o gastar sus limitados ingresos en la educación de los hijos.

La crisis provocó un ajuste brutal en las prioridades familiares, pero la magnitud de este fenómeno es uno de esos datos oscuros, una de tantas cifras imprecisas de la administración pública. El índice de la pobreza en México es un porcentaje esquivo que se desvanece entre las clasificaciones, categorías y rangos que presenta el gobierno federal.

Pero el impacto crítico en la educación permite ponderar el peso específico de la pobreza en México: (2) en 2005, 5.5% de alumnos abandonó la escuela, y en 2008 ese porcentaje aumentó a 7.4%.

Estas cifras adquieren dimensiones trágicas al traducir los porcentajes en vivencias: miles de niños mexicanos cruzaran el umbral de la escuela para no volver. Las cifras oficiales demuestran que 90% de los alumnos que interrumpen los estudios ya no regresan, principalmente por factores económicos: abandonan la escuela y la infancia para incorporarse al entorno hostil de la economía informal.

Cuando las estadísticas se materializan en evidencias contundentes, todos los argumentos oficiales carecen de sentido: México invierte poco más de 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación, pero un lugar en una escuela destartalada no garantiza ni eficiencia terminal ni calidad educativa.

El decreto presidencial que establece salarios máximos no es suficiente para depurar el presupuesto de egresos de la federación y mucho menos para reorientar el gasto social atendiendo las necesidades urgentes en los sectores de la salud y la educación.

Eventos recientes exhiben la magnitud de los recursos del erario que son dilapidados: la Secretaría de la Función Pública (SFP) denunció un quebranto estimado en 7.2 millones de pesos atribuido a un red de corrupción que medraba en la Dirección General de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública (SEP)(3); la evidencia de la cuantía exorbitante de los sueldos y las prestaciones a los legisladores quedó al descubierto cuando el diputado por Tabasco, Gerardo Priego hizo pública la devolución al erario de un millón de pesos, resultado del sobreprecio de los boletos de avión y bonos extraordinarios que no utilizó (4).

Sí!... los caprichos de la Fortuna suelen provocar indignación. Es insufrible el contraste entre los recursos asignados a una estirpe de inútiles con fuero y los recursos destinados a la educación, debidamente mermados por redes de corrupción. Este desequilibrio en las finanzas públicas agudiza la desigualdad y la perpetúa.

Mientras los legisladores gastan millones de pesos en una infinidad de costosas insensateces, millones de niños abandonarán el aula para incorporarse al ejército de sobrevivientes en la economía informal.

No… un decreto no es suficiente para recuperar una infancia perdida, ni para resarcir la cualidad humanizante de la enseñanza, porque cuando las ilusiones infantiles se desvanecen, el único aprendizaje posible proviene de la hostilidad del entorno…


(1) Hernández, E. Primero comer que estudiar. El Universal. Domingo 23 de agosto del 2009.
(2) Declaración de David Calderón, experto en temas de enseñanza y director de la asociación civil Mexicanos Primero. Nota publicada en El Universal, el domingo 23 de agosto del 2009.
(3) Ramos, J. Mandos medios, en red de corrupción en la SEP. El Universal. Domingo 23 d agosto del 209
(4) Merlos, A. y Arvizu, J. Legislador regresa 1 millón, sus “abonos” de tres años. El Universal. Domingo 23 de agosto del 2009.

domingo, agosto 16, 2009

Retórica y crueldad

En algún lugar del paisaje urbano, en las orillas del progreso y al margen del presupuesto, se materializa el criterio que posterga las promesas y elude los compromisos; por eso, en el yermo del olvido se erigen las incongruencias entre la retórica oficial y la cruel realidad…

Dicen los que saben que el poder se materializa en obras públicas, que la magnitud del trabajo corresponde a la cuantía del erario, y que por eso, la determinación de los proyectos obedece a las prioridades del gobierno.

Las obras y los servicios públicos figuran en el rubro elemental de las responsabilidades del gobierno, en sus tres niveles. Pero el criterio que establece las prioridades de la clase gobernante, de acuerdo con el Manual del Estadista Perfecto, es un concepto ambiguo, oscuro e impreciso.

La elección de los proyectos realizables la determina el criterio del gobernante. Y así, la naturaleza y funcionalidad de las obras públicas refleja las prioridades del gobierno. Por sinécdoque político, se identifica el criterio de los gobernantes por sus obras; por su magnitud y por su permanencia, las obras arquitectónicas se convierten en símbolos de una ciudad y de sus habitantes.

Vgrs: cuando la prioridad en el gobierno es la educación, éste criterio se materializa en la construcción, mantenimiento, reparación y equipamiento de las escuelas; quienes emprenden la edificación de magnos recintos oficiales, serán reconocidos por su empeño en fortalecer el aparato gubernamental; aquellos con visión globalizadora, conectarán a su entidad con el mundo, construyendo y mejorando las vías generales de comunicación; cuando la prioridad del gobierno es embellecer la ciudad, se construirán monumentos, glorietas, puentes; cuando la prioridad de un gobierno es mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, se emprende la titánica labor de extender la cobertura de los servicios públicos, se edifican y se mejoran los centros hospitalarios.

Pero además, la materialización del criterio gubernamental cumple con una función extraordinaria: enfatizar o contradecir el discurso oficial. La edificación de una glorieta o la construcción de una calle, son obras que contradicen el discurso de los gobernantes que proclaman que trabajan por mejorar la calidad de vida de los habitantes; el discurso de quienes se presentan como los adalides de la educación se evapora en escuelas destartaladas, bandalizadas, disfuncionales.

Sí! … Las discrepancias entre el discurso y su materialización suelen ser crueles y deleznables. Las promesas en tiempos de campaña se disuelven durante el mandato, porque difícilmente se concretan; la clase gobernante justifica la incongruencia entre lo prometido y lo realizado con el monto del presupuesto de ingresos, con la corta duración del mandato, por desavenencias con el gobierno federal, etc., etc., etc… pero la realidad es contundente y las obras públicas concretan y exhiben lo que no se dice en el discurso oficial.

Una de tantas evidencias de la contradicción entre el discurso oficial y la realidad sucedió recientemente en Mexicali, ciudad fronteriza y capital del estado mexicano de Baja California: el gobierno municipal emprendió la tarea de repavimentar las principales avenidas de la ciudad, para lo cual, adquirió una archi-recontra-mega-maquina canadiense por una cantidad millonaria (…). Durante meses, la máquina maravillosa del municipio ha trastornado el flujo vehicular dejando a su paso cuasi avenidas en calidad de esperpentos(…) pero el embellecimiento de la ciudad no impidió el fallecimiento de un joven que contrajo la amiba libre en un canal donde festejaba su graduación universitaria.

La discrepancia es inevitable: la cuantía de los recursos destinados a la compra y funcionamiento de una máquina maravillosamente inútil y esplendorosamente innecesaria proyecta el criterio de un gobierno cuya prioridad es el relumbrón (…), ajeno a las necesidades urgentes y apremiantes de su población.

Por ese criterio, las tragedias causadas por fenómenos naturales, siempre flagelan a los sectores marginados de la población, donde se carece de los servicios elementales. En el cinturón que rodea a un Mexicali bello, digno, limpio, verde, moderno y globalizado (…), se encuentran los focos de infección de la ricketsia ricketsi, y todas las mañanas, el gas radón se incorpora al aire respirable en las colonias sin pavimento (…)

La prioridad del gobierno de Baja California es captar inversiones porque el criterio predominante (…) y exige que la administración pública funcione como una mega-gerencia de negocios internacionales, postergando las promesas y eludiendo los compromisos, mientras en el yermo del olvido se erigen las incongruencias entre la retórica oficial y la cruel realidad…

(…) Autocensura por sensatez.

domingo, agosto 09, 2009

En algún lugar del cónclave, ante la élite militante, se renovaron los rituales anacrónicos del autoritarismo y se trazaron los límites de la convicción, porque el protocolo del ungimiento del testaferro exige la genuflexión de los ideales y la imposición de un criterio absoluto…

Todo lo que acontece en el entorno de las ideas, todo lo que lo impacta o lo trastorna, debe manifestarse en el espacio de la materialidad: así surgieron el lenguaje y los signos, los ritos religiosos, los funerales y las ceremonias.

En esa lógica, el poder se materializó en una corona y se concentró en un cetro. Los gobernantes ostentaron el símbolo de la autoridad y de la fuerza. La asunción al poder, la instauración de un criterio dominante y el ejercicio de la autoridad se materializan en ceremonias públicas.

Por eso, los momentos importantes en la vida de los individuos y los hitos en la historia de los pueblos se marcan con rituales y ceremonias, que se perpetúan en la memoria colectiva.

Una de esas circunstancias intangibles que se trasladó a la materialidad política es la tradición de los testaferros: una figura acrítica, sin autoridad ni atribuciones, carente de dignidad pero excedido de servilismo que aceptaba portar y ostentar los símbolos del poder, sin ejercerlo.

El ungimiento del testaferro es uno de los protocolos preliminares del autoritarismo; se realiza en una etapa previa al advenimiento de un régimen totalizador, cuando es preciso extender el rango de dominio de los gobernantes hacia las esferas ajenas a su competencia.

Por este mecanismo ancestral, el presidente se erige como líder único e inequívoco del partido en el poder, condiciona el funcionamiento de las cámaras, interviene en la procuración de la justicia, o lo que provoque el cinismo de Su Alteza Presidencial.

Sí!... El cónclave en Acción Nacional es la actualización del ungimiento del testaferro y la evidencia del afán por instaurar un régimen totalitario. Sólo así puede interpretarse la aberración democrática orquestada en el PAN, que ahora como partido gobernante, imita las prácticas que condenó en el Priato desde la oposición.

Y como siempre, el aprendiz superó el maestro: ignorando sus propios estatutos, flagelando el ideario y distorsionando los procedimientos ritualizados, legitiman la imposición del testaferro César Nava en la presidencia del partido.

La elección interna se transfiguró en la imposición del candidato de unidad, la democracia se tergiversó en sumisión y la voluntad de los militantes se acalló al anular la posibilidad de los votos nulos o en contra. Estas circunstancias corresponden a la fase previa del autoritarismo, cuando unidad del partido es indispensable para mantenerse en el poder, y con ese argumento, los panistas cierran filas.
Ahora, como en los tiempos del Presidencialismo Institucionalizado, el Panismo en ciernes impone al testaferro, convirtiendo al partido en el apéndice oficial del ejecutivo. Pero aún en un régimen total y totalizador, las imposiciones implican un riesgo: la inconformidad y la disidencia son las primeras grietas en la fortaleza del poder.

Vgrs: Las discrepancias y las confrontaciones en el perredismo se agudizaron en su elección interna, cuando se vislumbró el triunfo de un candidato impuesto. Las reacciones y las consecuencias del triunfo del candidato único en Acción Nacional no tardarán demasiado, sobre todo por la condición fragmentada del poder presidencial y por el declive latente del partido.

El poder omnipresente del presidente de la república es la quimera y el delirio predominante cuando ascender a la presidencia ya no es suficiente; en esta época de redefiniciones, es un imperativo acaparar todas las instancias, invadir todas las esferas, impregnar todos los ámbitos, para exigir la genuflexión de los ideales e imponer un criterio absoluto…

domingo, agosto 02, 2009

Inmensidades

En algún lugar inmenso, cuyos límites trascienden el punto sin retorno, no existe la mesura ni la proporción, no se aplican los principios de la ética y la justicia es un fantasma ciego y pusilánime; en ese territorio insondable se erige un estado de excepción, una monstruosidad interminable donde residen todos los vicios y todas las versiones de la corrupción…

Dicen los que sabe que el poder ejerce una extraña fascinación que logra igualar a todos los que lo ostentan, que ahí surge la incongruencia entre el discurso y el proceder de la clase política, y que la perversidad se contrae cuando se incursiona en el exclusivo círculo del poder.

Las recientes revelaciones de ilícitos e irregularidades en organismos de la administración pública, no solamente indican el pésimo manejo de los recursos, sino la existencia de una red de complicidades que hasta la fecha no se ha desarticulado.

Es realmente ofensivo que los recursos de Procampo se hayan otorgado en función de la cercanía con la clase política y en proporción directa a la extensión de las tierras cultivables. El funcionamiento de la pseudo industria parasitaria en Pemex, generó ganancias incuantificables utilizando los ductos y vendiendo el crudo sustraído.

La cuantía de los recursos dilapidados exhibe la corrupción de la clase política, el olvido institucionalizado de las necesidades de un pueblo, el criterio lucrativo imperante en la elite gobernante… pero lo más desalentador, es que esas peculiaridades no se extinguieron con la alternancia en el poder, ni con los regímenes del cambio.

Inexplicablemente, la ejecución de esas irregularidades e ilícitos no cesaron ni concluyeron con llegada del PAN a la presidencia. Quienes llegaron a la administración pública rápidamente asimilaron las prácticas en el ejercicio del poder y permitieron que continuaran: la asignación viciada de fondos en Procampo inició aproximadamente hace 15 años, y nadie se ha atrevido a establecer la fecha del inicio del fraude en Pemex.

Cuando se orquestaron esos impecables operativos delictivos se estableció un mecanismo de complicidades que hasta la fecha funciona. Excediendo todas las ficciones, la extensión de las confabulaciones en el sistema político mexicano sólo es comparable a la inmensidad de la mar océano.

La inmensidad de los abismos de la impunidad, el monto inconmensurable de los fraudes al erario, el insondable funcionamiento de la maquinaria gubernamental, son ponderaciones aventuradas porque la corrupción en el poder es una incógnita indescifrable.

Lo único cierto en ese mar imponderable de complicidades, es la ubicación de ese yermo de podredumbre en las esferas del poder, en ese territorio insondable donde se erige un estado de excepción y residen todos los vicios y todas las versiones de la corrupción…