domingo, febrero 27, 2011

El baile de las cifras

En algún lugar maravilloso donde no existe la miseria, en uno de los reinos de la fantasía habitados por seres felices que son inmunes al flagelo de la ignorancia, se celebra el majestuoso baile oficial, y en esa festiva ocasión, todas las cifras adquieren la cualidad excepcional de disipar las penurias…

La incursión de la política en la comunicación masiva obedece a las estrategias de la propaganda, cuyo fin es modificar la percepción del electorado con mensajes incesantes, insistentes e inocuos. Por lo general, las estrategias mediáticas dirigidas por empresas especializadas en la imagen y en la opinión pública son exitosas; la excepción que confirma la regla son las campañas de difusión de las acciones de los gobiernos panistas. Así lo demuestran: el manejo inconsistente de la información, el mensaje que se transmite entre las líneas de discursos iracundos y dolosos de Felipe Calderón, más las desafortunadas declaraciones de altos funcionarios del régimen.

Recientemente, en una espectacular exhibición del cinismo oficial, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, embriagado de optimismo por el anuncio del crecimiento del 5.5% en el Producto Interno Bruto, declaró que la cifra mágica del sexenio son los 6,000 pesos porque “hay familias mexicanas que con esos ingresos al mes tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas”.

Esta tendencia de equiparar la eficiencia con cifras y porcentajes maliciosamente ponderados caracteriza a los regímenes panistas, cuya prioridad es administrar porque no gobiernan. Las cifras que se divulgan son frías y esquivas, suben y bajan en un devaneo de la comunicación que distorsiona la realidad.

La aplicación más reciente y fulgurante de esta tendencia de los números estuvo a cargo del fiscal de la zona norte en Ciudad Juárez, Jorge González Nicolás, quien informó que en el caso de la desaparición y asesinato de Elías Reyes Salazar, Magdalena Reyes Salazar y Luisa Órnelas Soto se llevaron a cabo 14 operativos para su localización, que se utilizaron 8 perros olfateadores de la unidad canina (grupo K-9), que las investigaciones estuvieron a cargo de 60 elementos de la Policía Estatal Investigadora, que los rastreos se reforzaron con 6 Agentes del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado, que se entrevistaron a 38 personas, se declararon ministerialmente a 16, se visitaron más de 30 viviendas y ranchos, y se revisaron más de 60 vehículos. Pero una vez más, la sumatoria de estas cifras fantásticas fue un rotundo fracaso.

Porque aquí, en Calderolandia, la realidad tiene dos versiones fatales. Y desde la perspectiva del poder, México es un país de fantasía habitado por seres felices incapaces de razonar pero que son inmunes al flagelo de la violencia, la miseria y la ignorancia, y por eso, frecuentemente todas las cifras adquieren la cualidad excepcional de disipar las penurias…

domingo, febrero 20, 2011

Presunto educado

“Por su realidad de sujeto consciente, el hombre se escapa del mundo natural, se presenta como hacedor de historia y se humaniza”
Scanone y Remolina

En algún lugar remoto, perdido en la oscuridad de los tiempos cuando los dogmas aún no sometían el instinto natural de la curiosidad, la primera luz sobre las nacientes conciencias surgió en la transmisión de la experiencia…

Dicen los que saben que la educación es el esfuerzo más humanizante, que la condición humana se construye en el aprendizaje, porque ese rasgo humanizador surgió en la imperiosa necesidad de sobrevivir. Sin embargo, en este mundo deshumanizante las bendiciones de la educación se restringen paulatinamente. La educación, como una función del estado mexicano se tergiversó en el mercado de plazas, en la venta de votos y en un negocio ajeno a los fines primigenios de la educación pública.

Como reflejo de su contexto, la educación es el proyecto olvidado de una gerencia de negocios a cargo de la administración pública. La insensibilidad social de los gobiernos arrinconó a la educación en el rezago, por el descuido consuetudinario los educadores laboran en condiciones deplorables y el deterioro del tejido social provoca un porcentaje creciente de deserciones. Y ahora, cuando los contendientes se prestan a desenfundar sus armas en el proceso electoral, el presidente Felipe Calderón, como el paladín de la derecha encargada de perpetuar las desigualdades sociales, infringe una herida letal a la educación pública: el decreto que permite deducir las colegiaturas del Impuesto sobre la Renta emite un reconocimiento explícito a la calidad de la educación que imparte el sector privado y un demérito implícito a la educación pública.

El decreto exhala la sumisión del régimen hacia la cúpula empresarial, es un regalo al sector social donde reside el poder adquisitivo y la gran mayoría de los indecisos cuya simpatía se pretende atraer rumbo a las elecciones presidenciales. La estrategia posiciona al panismo rampante como un partido de las clases privilegiadas dispuesto a todo por conservar el poder, incluso a disfrazarse con una máscara popular en sus alianzas con el perredismo.

Sí!... desafortunadamente, cuando la procuración de la justicia se erige como una garantía discrecional sobre la presunción de la culpabilidad, la educación corre el riesgo de convertirse en una presunción humanista, en la paradoja de la sociedad del conocimiento, en regímenes que pretenden confinar sus atributos en un estrecho círculo de privilegiados que acaparan aquella luz que provocó el nacimiento de las conciencias, en un mundo de crueles contrastes donde se restringe la libertad legendaria del pensamiento que alguna vez conjuró los egoísmos instintivos para que los hombres transmitieron su experiencia…

martes, febrero 15, 2011

Revolución en linea

En algún lugar intangible, en la inminencia de la virtualidad coinciden todas las voces y acuden todos los criterios; y ahí, en el etéreo entorno digital, eludiendo el engranaje de la censura, surgen espontáneamente las afinidades en el concierto incontenible de la libertad…

En la aldea global, bajo el imperio de los medios, por un resquicio del muro que restringe el discurso social se filtra un eco, vaporoso y esquivo, que al expandirse ha configurado el entorno digital. Hoy por hoy, las tecnologías de la información y la comunicación propician el encuentro de las opiniones que alguna vez fueron censuradas y restringidas por contradecir el criterio dominante o la versión oficial de la historia. A través de la conectividad móvil circulan las imágenes del rompecabezas inmenso de la realidad, y la veracidad de esos testimonios adquirió la consistencia necesaria para desmentir y refutar los discursos oficialistas. Las demandas e inquietudes legítimas de la ciudadanía emergen a espacios públicos, al ágora virtual donde se exponen y se erigen las afinidades.

El impacto de la conectividad virtual y las redes sociales será el primero de los hitos en la historia posmoderna, la presencia de un nuevo medio de comunicación que expande el estrecho espacio de la opinión pública, convoca y moviliza a pueblos enteros y tiene la inusitada contundencia para derribar autoritarismos.Los manifestantes que derrocaron al presidente tunecino Ben Ali e iniciaron una revolución en las calles de Egipto hasta conseguir la salida del mandatario Hosni Mubarak usaron sitios como Twitter y Facebook para coordinar sus acciones.Las revoluciones en Tunez y Egipto serán los eventos determinantes en la consolidación de una democracia sin mordazas.

La conectividad a Internet ya es considerada una amenaza; los gobiernos y agentes de inteligencia le prestan cada vez más atención a redes sociales para detectar las amenazas políticas, pero la represión tradicional de las dictaduras no ha surtido efectos. En enero del 2011 Wael Ghonim, alto funcionario de Google en Medio Oriente y cibermilitante, fue secuestrado por la policía secreta de Egipto tras ser descubrirse que con el seudónimo de “el sharid” (mártir) Wael configuró un perfil en Facebook desde el cual convocó exitosamente varias manifestaciones contra la dictadura. Durante las movilizaciones multitudinarias que exigieron y consiguieron la caída de Hosni Mubarak, el gobierno egipcio reaccionó restringiendo el acceso a internet.

Pero la conexión virtual de las conciencias es esquiva, vaporosa, inasible: ni los tanques ni las barricadas lograron contenerla: cibernautas de diversas partes del mundo contribuyeron a facilitar la comunicación de la disidencia y bloquear la represión gubernamental. Y ahora, el principio de una nueva era se inscribe con una revolución digital protagonizada por los ciudadanos de la globalidad que eluden el engranaje de la censura, que habitan en la virtualidad donde surgen espontáneamente las afinidades que irrumpen en el silencio con el concierto incontenible de la libertad…

domingo, febrero 06, 2011

Norma mexicana

En algún lugar impecable, en la gerencia internacional de la excelencia se instituyen las normas y los parámetros de la perfección con que habrán de calificarse todos los perfiles del profesionalismo…

La aplicación de normas y reglamentos para el registro, acreditación y certificación se extiende a la mayoría de las actividades profesionales y productivas; hoy por hoy, la inmensa mayoría de egresados de programas académicos deben someterse a una evaluación de los cuerpos colegiados, y en el ejercicio de la profesión asumen el compromiso de actualizarse constantemente y someterse continuamente a los criterios de evaluación, perfiles e indicadores del desempeño profesional.

La aspiración a la excelencia se materializa, se cuantifica y se generaliza: la Organización Internacional de Estandarización instituyó la norma ISO 9001, un parámetro internacional que se aplica a los sistemas de gestión de calidad que se centra en todos los elementos de administración de calidad.

Y así, la producción de bienes y la prestación de servicios se someten a los perfiles de la eficiencia estipulados en la cumbre del planeta, lejos de la corrupción, el abuso y la impunidad, donde la perfección es posible. Bajo ese criterio y desde la perspectiva distorsionada de la doble moral, el gobierno estadounidense certifica el desempeño de las instituciones mexicanas en la lucha contra la delincuencia organizada. Desde la cúspide del prisma económico, donde la pobreza es tan sólo un porcentaje incómodo, se certifican los grados de inversión de economías nacionales.

La tendencia se agudiza y el criterio suele aplicarse a todas las actividades susceptibles de cuantificarse, desde la enseñanza hasta la medicina, de las comunicaciones a la ingeniería; abundan los indicadores y los perfiles para cada área del quehacer humano: el índice de empleo, el porcentaje de denuncias atendidas, el número de reclamos resueltos. Quien no aprueba la evaluación colegiada sufre un demérito en el ejercicio de su oficio o profesión.

Ahora, la perspectiva inmaculada de la eficiencia se aplica a las políticas públicas donde predomina un denso oscurantismo. Felipe Calderón afirmó que la clave para ganar la batalla contra el crimen organizado está en la reconstrucción institucional de policías, Ministerios Públicos y jueces quienes para certificarse deberán someterse a los parámetros de control de confianza. Según el mandatario, por arte de magia, al certificar a los encargados de la seguridad y la procuración de justicia se desarticulará el vetusto mecanismo del crimen.

Sí!... Calderón padece una simplicidad superlativa que impide su acreditación como estadista, porque si la seguridad nacional dependiese del cumplimiento de los parámetros de una certificación, esa misma norma podría extenderse a todas las áreas de la administración pública. Y entonces, en un optimismo exacerbado, se evaluaría el desempeño profesional del legislativo y del ejecutivo aplicando la norma de los Mexicanos Encandilados y Soñadores (léase MENSO 2011), y es muy probable que el índice de funcionarios certificados sea mínimo: cuántos diputados y senadores realizan eficientemente sus funciones? Cuántos secretarios anteponen las necesidades sociales a sus interés particulares? Con qué perfil se evaluará el desempeño de un presidente? Y en ese caso, quien sería el valedor que exhibiría la impericia, ignorancia e ineficiencia (las 3 íes) de la clase gobernante?

Definitivamente, la administración pública no es una entidad certificable, porque aún persisten los vicios y truculencias del factor imponderable del poder, esa condición que elude todas normas y los parámetros de la perfección que califican todos los perfiles del profesionalismo…