domingo, noviembre 25, 2012

En el preámbulo del poder


En algún lugar del tiempo, en la víspera del nuevo régimen se inaugura una época  de implacable renovación, y a partir de ese momento, caen y se derrumban,  uno tras otro, los ídolos y los paradigmas del sexenio anterior…

 

            Las transiciones en el poder suelen provocar una gama de expectativas  debido a la esencia transformadora que las caracteriza. En la tradición política mexicana los cambios y ajustes en la administración pública iniciaban con el nuevo sexenio, era entonces cuando se emprendía una cruzada encubierta para exhibir los excesos cometidos por la élite que abandonaba el poder y para conjurar cualquier discrepancia con el nuevo ideario del partido gobernante. Pero ahora,  en la transición del calderonismo al neopriísmo, el espíritu del cambio impregnó los últimos días del panismo en el poder. Aún no concluye el periodo de la entrega y recepción de las carpetas de la administración pública pero las diferencias entre el presidente saliente y el presidente entrante ya se enfatizan:

 

Felipe Calderón se ufanó por inscribir su nombre en la historia como el artífice de una guerra sin cuartel contra el crimen organizado que degeneró en la violación consuetudinaria de los derechos humanos de los civiles a quienes “protegieron” las fuerzas armadas. Antes de asumir el poder, el neopriísmo se deslindó del rotundo fracaso de la guerra calderonista cuando  el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública y otorga a la Secretaría de Gobernación las facultades para mantener la seguridad y orden público. 

 

La fragmentación del poder en bastiones estatales que predominó durante el panismo se diluyó cuando el Senado de la República aprobó  reformar la Ley General de Contabilidad Gubernamental, que acota la opacidad y endeudamiento de las entidades federativas y municipios, sometiéndolos al criterio rector de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, donde también se concentrarán  la gestión y vigilancia  en la administración de los recursos humanos, materiales, financieros y de los servicios generales,  atribuciones de la actual Secretaría de la Función Pública.

 

            Para la configuración del gabinete de Enrique Peña Nieto el Senado aprobó las reformas a la Ley del Servicio Profesional de Carrera, lo que significa el despido de 3,937  funcionarios  y su correspondiente relevo por el nuevo personal de confianza. Los nanócratas de Calderón, descritos como “una colección  especialistas en la millonésima parte de su materia de estudio, tan infinitesimales como su trayectoria y tan efímeros como el parpadeo de un sexenio frustrado que surgieron como generación espontánea porque tampoco tienen carrera de partido y que se apropiaron de las áreas clave de gobierno” serán sustituidos por la neo tecnocracia, personajes con perfiles desconcertantes, algunos con una trayectoria  sinuosa e inverosímil que rendirán juramento solemne en el primer minuto del primero de Diciembre.

 

            Estos movimientos en el legislativo vulneran el simbolismo del protocolo oficial porque son indicadores incuestionables del retorno fáctico del neopriísmo,  régimen  que inicia mucho antes de la ceremonia del cambio de poderes.  En estas circunstancias, los debates en torno a los tiempos y las circunstancias en que Enrique Peña Nieto rendirá su protesta ante el Congreso de la Unión resultan triviales y ociosos porque la época  implacable de la renovación sexenal se inauguró prematuramente y en el preámbulo del neopriísmo  caen y se derrumban,  uno tras otro, los ídolos y los paradigmas del régimen anterior…

domingo, noviembre 18, 2012

El prodigio de la ficción


Dedicada a Rosana Silva Di Giacomo,  a Mercedes González y a todos los escritores y artistas del Instituto Cultural Latinoamericano en Junín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

 

            En algún lugar imaginario, trascendiendo el  umbral de lo tangible se extiende el valle de las ficciones, y ahí,  residen seres excepcionales que se enfrentan a circunstancias extraordinarias, protagonistas de todos los afanes que venturosamente llegan al desenlace de mil y un argumentos…

 

            La habilidad para crear momentos y eventos inexistentes surgió con las primeras ideas en una mezcla volátil de miedos y visiones ancestrales que aligeró la soledad existencial de la única especie que adquirió el hábito de escudriñar los rincones de su conciencia. Desde entonces, las miradas de los soñadores empedernidos se han deslizado  por las líneas imaginarias del destino.

 

            Hoy por hoy, en la aldea global se materializan las excentricidades que alguna vez fueron ficciones: millones de individualidades se entrelazan en el ciberespacio enviando mensajes incesantes con etiqueta de urgentes pero  la inmediatez ha simplificado a las ideas en grafos y a las palabras en unas cuantas letras y esta reducción atrofia irremediablemente al nervio crítico; la omnipresencia de los consorcios mediáticos manipula el criterio del auditorio cautivo implantando actitudes y pautas de conducta… tal vez, dentro de algunos años se imponga la destrucción del raciocinio como una política pública, se criminalice la lectura y  la letra escrita se someterá a la inclemencia de devastadora de los 451° Fahrenheit… porque  los desvaríos de los hombres siempre han superado al frenesí literario de las ficciones y no es improbable que un futuro, en el masivo y globalizado siglo XXI, la lectura y la escritura lleguen a ser consideradas conductas subversivas y amenazas para las dictaduras del mercado.

 

            Pero aún en la inmediatez y a pesar de la trivialización galopante, en un resquicio de la aldea global se cumplen las leyes darwinianas: los especímenes hípermodernos se adaptan a las condiciones del entorno digital y en miles y miles de micro-mensajes la conciencia colectiva recupera la lucidez. Como un sentido homenaje a José Saramago, el  baluarte del pensamiento crítico  que este Noviembre estaría celebrando sus 90 años, sus lectores recuperaron las partes significativas de su pensamiento y las comprimieron en 140 caracteres  con la etiqueta #saramago.

 

            Y así, en escenarios desconcertantes y en condiciones delirantes, los especímenes pensantes se adaptan a las inclemencias de un entorno idiotizante, algunos escriben para despabilar a las conciencias adormecidas hilvanando las peripecias de seres excepcionales que se enfrentan a circunstancias extraordinarias, y otros, realizan el prodigio de nuestra especie cuando leen y recrean en su mente los afanes de los protagonistas que venturosamente llegan al desenlace de mil y un argumentos…

 

lunes, noviembre 12, 2012

El ejercicio ético de las letras


En algún lugar fértil, en la callada quietud que envuelve a la solitaria autoría del que escribe, las ideas germinan y florecen en figuras, los conceptos y los personajes adquieren una forma arborescente que perdurará por el influjo ético de las letras…

 

            El plagio es una práctica deleznable que encubre la negligencia y el escaso discernimiento de un usurpador de ideas, es un delito equiparable al fraude patrimonial, es la carencia absoluta de ética, una infamia al pensamiento y una ofensa a la inteligencia que duele más que una mentada de madre en invierno. Por la naturaleza etérea de los conceptos, el plagio sólo es sancionado en el ámbito académico y literario porque fuera de la República de las Letras el plagio es un vicio generalizado  y tolerado.

 

Cuando un distinguido jurado otorgó el Premio Internacional de la Feria del Libro de Guadalajara al escritor  Alfredo Bryce Echenique, reconocido en la República de las Letras como un  plagiario alevoso y consuetudinario, la comunidad académica y literaria protestó en todos los espacios de opinión condenando la infame práctica del fraude intelectual. Los argumentos esgrimidos por los intelectuales y los escritores fueron impecables e implacables: definieron al plagio como la “apropiación indebida e ilegal del esfuerzo, del trabajo, de las ideas y la creatividad de los otros”, tipificaron a los “plagiarios como delincuentes, y los delincuentes  no merecen premio sino condena”. El eco de las protestas no logró que el premio se declarara desierto pero el jurado optó por entregarlo en una ceremonia íntima en el domicilio del escritor.

 

            Agustín Barrios Gómez, diputado por el PRD, en el informe de su viaje oficial a París donde asistió al “Seminario de Alto Nivel de Parlamentarios: Mejores Políticas Públicas para un Crecimiento Incluyente e Integridad” plagió definiciones de Wikipedia y en “sus” conclusiones presenta el prólogo íntegro del   documento titulado  Perspectivas OCDE: México Reformas para el Cambio” publicado por esa organización. La normatividad obliga a los diputados a presentar un reporte de las actividades realizadas en los viajes oficiales donde explique el impacto que tuvo en su labor legislativa. El flamante diputado intentó justificar el plagio a Wikipedia con la naturaleza abierta y colaborativa del contenido de esa enciclopedia virtual, argumentó que el documento de la OCDE no tiene derechos de autor, y en un lamentable giro defensivo, indicó que el informe fue redactado por uno de sus asistentes.

           

No!... Definitivamente: no sé cuál de estas atrocidades me indigna más: el costo de enviar a los diputados a un seminario, la incapacidad para explicar lo que entendieron, la torpeza para reconocer las ventajas que tendrá  la información adquirida en el trabajo legislativa, la incapacidad para redactar un informe, la negligencia de quien en realidad lo escribe, el cinismo de quien lo presenta o la vulgaridad de las excusas, o la fragante inmunidad del plagio cometido por el autor del susodicho reporte.

 

Pero el plagio, en cualquiera de sus modalidades, exhibe la endeble formación ética de quien expropia el pensamiento ajeno, la laxitud de la autoridad moral de quienes lo formaron, la proclividad al delito de quienes no saben, no pueden o no quieren pensar. En la política, en la literatura, en la academia  y en todos los ámbitos del pensamiento debe erradicarse el plagio, sólo así germinarán nuevas ideas, florecerán figuras inéditas y el árbol imperecedero del raciocinio se fortalecerá por el influjo ético de las letras…

 

domingo, noviembre 04, 2012

Versiones alternas de la esclavitud


En algún lugar patológico, en el recoveco más profundo del carácter yace abatida,  la voluntad; y mientras el mundo sigue girando aumenta irremediablemente el peso de las cadenas la restringen…

 

            Una adicción es, literalmente, la ausencia de libertad, la entrega total y obsesiva de una persona a una causa, actividad o sustancia. En el páramo de una adicción desciende la voluntad a niveles ínfimos y  degradantes, se evaporan los afectos, el entorno pierde su consistencia y se diluye en una idea remota. La vida de un adicto transcurre alrededor del objeto que lo esclaviza, abandona sus actividades habituales, se aparta de quienes alguna vez fueron cercanos y emprende la temeraria trayectoria hacia el nivel superlativo de los excesos.

 

            Por los daños causados en la integridad física y moral, la narco dependencia es una adicción condenada socialmente y combatida por el estado. En el calderonismo se tipificó al narcotráfico como el motivo fundacional del crimen organizado y ha sido la prioridad en la agenda pública en el sexenio que terminará con un recuento fatal de 80,000 fallecimientos en una guerra sin cuartel, sin nombre ni adjetivos.

 

            Pero mientras se perseguía a los siniestros capos del narcotráfico con toda la fuerza del estado para erradicar el cáncer social de la drogadicción, se permitía el establecimiento de negocios que propician la ludopatía, la adicción al juego. Los estragos de la ludopatía al patrimonio no se condenan ni se exhiben en la sección roja de la prensa  pero son tan devastadores como el flagelo de cualquier anfetamina o enervante.

 

            Fuera del estigma delictivo, los vicios privados también cobran los excesos con la muerte: cada día mueren 167 mexicanos por causa del tabaco y  el abuso en el consumo de alcohol es la causa del 56% de los  homicidios, del 45% de los accidentes de tránsito, del 26% de los suicidios,  es el motivo predominante en las conductas violentas y en la negligencia laboral. Las repercusiones del tabaquismo y del alcoholismo desgarran el tejido social con la misma crueldad que los narcóticos; no obstante, son vicios legal y socialmente tolerados porque sólo se castigan  los daños y perjuicios causados bajo el influjo del alcohol pero no se criminaliza a las empresas tabacaleras ni a las destiladoras.

 

            Y en el ámbito del mercado se han inventado nuevas necesidades que es imperativo satisfacer: el uso de dispositivos de telefonía móvil conectados a la nube de la información que todo lo impregna. Los teléfonos inteligentes mantienen cautivos a los usuarios de las redes sociales y cada segundo se agudiza la paradoja de la globalización: estamos conectados en la virtualidad y desconectados del ambiente real. El ensimismamiento tecnológico se expande en un escaparate global donde los usuarios satisfacen el afán de protagonismo, diseñan su identidad, comparten la atención y establecen afinidades. Los estragos de la ciberpatología en el organismo empiezan a registrarse, la divulgación de datos infundados adquiere la perversidad del fraude, la alevosía, la calumnia y la infamia pero el entorno digital excede a la competencia jurídica.

 

            Ya sea por las drogas, el azar, el tabaco, el alcohol o el protagonismo, las adicciones destruyen los nexos  entre los individuos y la realidad, todas son deplorables y aborrecibles porque son versiones alternas de la esclavitud, deben combatirse porque es un crimen abatir la voluntad y retenerla en el recoveco más profundo del carácter  mientras aumenta irremediablemente el peso de las cadenas la restringen…