domingo, agosto 26, 2007

Por Mera Casualidad

En algún lugar entre las reglas no escritas del juego de la política, el premio mayor del proceso electoral es el ascenso al poder; tampoco está escrito que para lograr el triunfo será preciso aplicar recursos intangibles y contubernios incuantificables, que la ficción política encubrirá como simples coincidencias y meras casualidades…

Cuando ha terminado la contienda y se ha erigido al vencedor de la jornada electoral, en uno de los rincones del proselitismo, se archivan en un legajo olvidado, todos los datos duros y las cifras oficiales que se hilvanaron en las promesas de campaña.

A un año de distancia del conflicto post electoral más ríspido en la incipiente experiencia democrática en México, resultado de una legislación deficiente y pletórica de ambigüedades, aún no se elabora un proyecto razonado y razonable para la Reforma Electoral.

El tema se actualiza y cobra vigencia por la cercanía de la ceremonia protocolaria del primer informe de gobierno de Felipe Calderón. El Congreso de la Unión, que fue el escenario de la tumultuosa ceremonia de cambio de poderes, podría adquirir ahora la cualidad de enmarcar el reconocimiento oficial al mandatario por parte de la bancada perredista.

A un intenso teje y maneje se reducen las aspiraciones de un proyecto emergente y urgente de Reforma Electoral. Durante todo un año nadie consideró como imperiosa la necesidad de adaptar la legislación electoral a las actuales circunstancias socio políticas del país. Hasta hoy, nadie se había percatado del anacronismo del formato del informe presidencial.

La Reforma Electoral no debe circunscribirse a los caprichos de los legisladores, ni al cabildeo de la partidocracia. Los actuales instrumentos para la calificación de los procesos electorales se caracterizan por la estrechez de su rango, por la tardía emisión de sus dictámenes, por la tersura de sus sentencias.

La Reforma Electoral es urgente porque mientras los legisladores buscan un consenso para elegir el color de su ineptitud, ya se han realizado, y se realizarán, procesos electorales en los estados debido a un calendario electoral carente de lógica y sincronía.

En Baja California, en el reciente proceso electoral que culminó con los comicios del 5 de Agosto, el abstencionismo mantuvo un elevado índice que se traduce en un costo de 239 pesos por cada voto emitido y el organismo electoral de la entidad resulta uno de los más caros del país.

En las leyes electorales vigentes no existen sanciones que castiguen en su justa medida el retraso en el retiro de la propaganda convertida en basura electoral, ni los excesos incurridos en los gastos de campaña. Es por eso que el Arco del Triunfo es el lugar más concurrido en cuestiones de justicia electoral.

Las ambigüedades de las actuales leyes electorales impiden la confirmación de un criterio para determinar la incursión del gobierno en el proselitismo; se limitan a las actividades públicas del ejecutivo, como la propaganda de los logros y acciones del gobierno, ó la entrega de despensas y materiales de toda índole con matices electoreros.

No obstante, la incursión del ejecutivo en el proceso electoral no es solamente una intervención susceptible de monitoreo. La participación que produce más y mejores resultados en las urnas es incuantificable, como intangibles son: las denuncias contra los órganos electorales, y el acceso a los proyectos del ejecutivo ó de las cúpulas empresariales.

Si el ejecutivo estatal se ha esmerado en desmentir las afirmaciones del presidente del Consejo Estatal Electoral respecto a su involucramiento en el proceso electoral, en la práctica ciertas coincidencias lo confirman.

Con el fin de obtener mayores recursos para las escuelas de la entidad, el Gobierno del Estado está buscando se apruebe una lotería estatal para destinar sus fondos principalmente a la rehabilitación de las aulas. Y por azares del destino, la lotería estatal surgió como una de las propuestas en la pre-campaña del panista Francisco Vega para atenuar los estragos de las adicciones en la seguridad pública y, como mera casualidad, ahora resulta que es un proyecto del ejecutivo estatal para rehabilitar las instalaciones educativas.

Una de las promesas de Osuna Millán en su ya famoso Libro Azul fue construir una planta generadora de energía, y por pura coincidencia, el sector empresarial ya había realizado los estudios necesarios para la construcción de una fuente alterna de energía para minimizar las pérdidas por los cortes repentinos y por los daños por bajas en el voltaje.

Me queda claro que todas las semejanzas y cualquier parecido con personajes y proyectos reales es obra de los azares del destino, que en el juego de la política el premio mayor del proceso electoral es el ascenso al poder, que las incursiones intangibles serán una de tantas figuras que seguirán afectando los procesos electorales, y que lograr tipificarlas como un ilícito será tan probable como sacarse la lotería estatal… porque los contubernios incuantificables serán encubiertos por la ficción política como simples coincidencias y meras casualidades…

domingo, agosto 19, 2007

Totales y parciales

En algún lugar sobre la línea inexorable del tiempo, la veleidosa condición humana desafía el avance natural y traza atajos hacia el pasado; es por eso, que la inclemente repetición de los vicios y los excesos de una elite opacan los grandes cambios sociales hasta desvanecerlos…

La alternancia en la presidencia de la República fue el resultado de un proceso democratizador que permitió ciudadanizar a los órganos y autoridades electorales; sin embargo, el impulso democrático no fue suficiente para que el Estado mexicano alcanzara la transición y las reformas indispensables para la estructuración de un nuevo sistema político. Los procesos electorales han derivado hacia la confrontación entre los partidos, y en la geografía del poder, los estados se erigen como los bastiones de la partidocracia.

Cuando se creía superado el presidencialismo institucionalizado del Priato, los totalitarismos se refrendan y se actualizan en las versiones parciales del poder que consolidan a grupos hegemónicos en los estados.

La actual fragmentación del poder en regiones recupera las características de la geografía económica del Porfiriato; ahora como entonces, la riqueza nacional es el compendio financiero de las cúpulas empresariales; las clases privilegiadas acaparan la atención y los privilegios de las políticas gubernamentales. En el calderonismo se actualiza la influencia de la aristocracia en la agenda nacional que predominaba en el escenario decimonónico.

Por desgracia, los radicalismos también retornan. Así lo demuestra la fundación del Movimiento de Participación Solidaria, y eventualmente, la formación de un nuevo partido de inspiración sinarquista. Un promotor del movimiento reveló que los sinarquistas “perciben que el PAN es un partido de clases sociales más altas”.

En el surgimiento del nuevo partido de ultraderecha intervienen panistas, miembros de la Unión Nacional Sinarquista, activistas de la iglesia católica, prominentes empresarios y líderes del sector privado. El fundamento ideológico de ese partido es la doctrina social de la iglesia católica.

Esto confirma que los vicios y las aberraciones nunca podrán extirparse de la condición humana y que sus manifestaciones son reiterativas, se repiten en la historia en ciclos excéntricos una y otra vez.

Los estragos del poder en la mentalidad de los individuos es el origen de las tendencias absolutistas; el ganador toma todo e impone su criterio en todos los ámbitos de la vida. Los totalitarismos surgen cuando el poder se concentra, cuando se desvirtúa en un necio afán de control y dominio.

En Baja California, estado pionero de la alternancia, Acción Nacional (PAN) conserva el poder gracias a la mayoría silenciosa que no acudió a las urnas. El continuismo garantiza la realización de los proyectos pendientes de un régimen que funcionó como una mega-gerencia pública de negocios internacionales, promotora y facilitadora de inversiones extranjeras en detrimento de la atención a las necesidades más apremiantes de la sociedad.

Independientemente del retroceso que toda hegemonía implica, el riesgo es latente en Baja California porque el panismo local ofrece un entorno favorable para la proliferación de sinarquistas. La ausencia de instancias válidas en la oposición permitirá que todo el peso del poder se concentre en una derecha proclive a los criterios totalizadores.

En el futuro se vislumbra la tendencia natural hacia los excesos en el poder y el fortalecimiento del bloque sinarquista como el partido político de la ultra-derecha. La tolerancia, pluralidad y la diversidad como virtudes inherentes a la democracia cederán ante… la inclemente repetición de los vicios y los excesos de una elite que opacan los grandes cambios sociales hasta desvanecerlos…

domingo, agosto 12, 2007

Uno de dos

En algún lugar de la teoría política, en el sistema de pesos y contrapesos, se establece que el equilibrio debe ser la única condición para ejercer el poder, y que por eso, en una democracia todas las instancias deben coexistir, sin exclusiones ni restricciones…

La semilla de la democracia sólo puede germinar en un clima de tolerancia donde confluya el viento de la diversidad. El éxito de cualquier gobierno democrático deberá sustentarse en la participación de todos los enfoques en la toma de decisiones, atendiendo siempre al bien común.

Luego entonces: el terreno ideal para cosecha democrática sería un régimen incluyente y tolerante, libre de la influencia perniciosa de la partidocracia.

Sin embargo, la teoría y la praxis nunca suelen coincidir debido a los excesos y abusos provocados por la condición humana, o mejor dicho infra-humana, de los políticos.

Hoy por hoy, en Baja California, después de dos siglos de experimentación política en México, que incluyen varios ensayos, innumerables errores y demasiados horrores, en un total retroceso, se refrendó el bipartidismo en el reciente proceso electoral.

Los dos partidos con posiciones de poder en el actual régimen, el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) ejercieron sus privilegios para incorporar las obras y el presupuesto del gobierno a las estrategias de proselitismo; también acapararon la atención por su insospechada capacidad para realizar costosas campañas mediáticas, para movilizar contingentes de simpatizantes y promotores del voto.

El bipartidismo, y sus estragos, se agudizaron en Baja California porque el porcentaje de indecisos y apáticos nunca logró abatirse y prevaleció el desencanto entre el electorado. La ausencia de candidatos con credibilidad y carisma obligó a los electores a elegir al menos peor cuando se pidió el voto útil para evitar que ganara uno de los dos contendientes más fuertes.

Pero el voto útil fue inútil porque fue en realidad un voto de castigo; muchos votantes eligieron una de las dos opciones mayoritarias, pensando que votar por otros partidos políticos es malgastar el voto, por la escasa probabilidad de su victoria.

Es por eso que el próximo régimen en Baja California será absolutamente panista, ubicado en la derecha hacia la hegemonía.

No se vislumbra un régimen equilibrado porque no existe oposición alguna. Tan sólo perdura la rivalidad exacerbada entre los partidos que han detentado el poder.

El gobierno en Baja California no será un sistema democrático de pesos y contrapesos porque estará configurado solamente con dos coaliciones antagónicas en el espectro político: una de ellas en el gobierno, y la otra, en el segundo lugar en las preferencias de voto y en la oposición oficiosa y oficial al gobierno.

Por eso, el reciente proceso electoral tiene dos lecturas, dos versiones: para la clase política gobernante será un éxito porque la jornada electoral les permite permanecer en el poder; pero para la ciudadanía fue tan sólo el ejercicio del deber cívico que implicó elegir sin convicciones, sin esperanzas.

Por eso, la hegemonía azul asumirá el gobierno del estado y el ejercicio de las funciones del poder político y la pretendida dirección intelectual y moral. Predominarán las propuestas favorables a las clases dirigentes y se creará una alianza con los diversos sectores sociales mediante una idea compartida que impida el contraste de los intereses, aún cuando sean latentes.

No obstante, el fatal retroceso de la hegemonía azul se ha manifestado porque, aún manteniendo el dominio político y pretendiendo imponer a toda la sociedad su propia y obtusa concepción del mundo, no ha logrado resolver los problemas más urgentes de los bajacalifornianos.

Por eso, en estos momentos cuando la figura de la oposición se desvanece, es indispensable la incursión de la ciudadanía en la vigilancia de la administración pública, para erigirse como el garante de la democracia y adquirir la fuerza del contrapeso ante el gobierno, para que exija el cumplimiento de las promesas y la transparencia en la rendición de cuentas, para lograr el equilibrio… porque en una democracia todas las instancias deben coexistir, sin exclusiones ni restricciones…

domingo, agosto 05, 2007

Domingo Electoral

En algún lugar del verano, durante esos lapsos esporádicos en que el poder de decisión reside en el pueblo, la ciudadanía bajacaliforniana escribió con mano firme el prólogo de su futuro inmediato…

Los comicios electorales en Caja California transcurren mientras escribo esta columna; aún no se determina ninguna tendencia pero empiezan a configurarse los rasgos que caracterizarán esta elección.

Todo parece indicar que se reducirá el índice del abstencionismo, pero ningún pronóstico será confiable porque las cifras de las encuestas de salida se han distorsionado por la desconfianza y el silencio de los electores.

El recelo ante los encuestadores de salida se debe a la propagación de las estratagemas que los dos grandes partidos han desplegado en la víspera de las elecciones: léase compra de votos, promotores asalariados, promesas ó amenazas, entrega condicionada de despensas y útiles escolares, tarjetas telefónicas y demás artilugios que pretenden captar la simpatía del electorado estableciendo un compromiso falso y deleznable.

Sin embargo, el rasgo más acentuado de esta jornada electoral será la intervención de observadores ciudadanos, que a través de los medios de comunicación, de asociaciones civiles, de empresas encuestadoras y organismos no gubernamentales han asumido la parte alícuota de responsabilidad que les corresponde para garantizar la transparencia de los comicios, del escrutinio y del recuento oficial de los votos emitidos.

La cantidad de observadores electorales y reporteros que se han acreditado para cubrir los comicios duplica lo que se había vivido en anteriores comicios, según las cifras del Instituto Estatal Electoral.

Tres agrupaciones nacionales y tres agrupaciones locales han registrado oficialmente a 434 observadores electorales. Fundación Movimiento por la Certidumbre, Ciudadanos en Movimiento para el Desarrollo y Comisión de los Derechos Humanos de Chiapas son las tres agrupaciones nacionales que se registraron para observar el proceso. Coparmex Tijuana, Coparmex Ensenada y Consejo Consultivo de Desarrollo Económico son las agrupaciones locales que se dieron de alta como observadores.

La participación de la ciudadanía bajacaliforniana durante el domingo electoral responde, y corresponde, al asalto a la información: ese fenómeno global en el que la ciudadanía interviene como el cuarto elemento en el proceso de la comunicación y funge como garante de los procesos democráticos.

Desde el inicio de la jornada, el Instituto Estatal Electoral y los medios de comunicación, recibieron infinidad de denuncias y comentarios de la ciudadanía reportando el devaneo de los ánimos, exacerbados ó apaciguados.

Otro rasgo del proceso electoral en Baja California ha sido el agudo contraste entre los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, actualmente en el gobierno estatal y los municipios, respecto a los partidos de oposición Convergencia-Partido del Trabajo y Partido Alternativa Social Demócrata y Campesina.

La inequidad en el proceso se enfatizó en los presupuestos asignados para los gastos de campaña y en la exclusión de los foros en las cúpulas empresariales.
Por antonomasia, no existen grandes diferencias entre PRI y PAN, los partidos más fuertes presentaron un proyecto apoyado en el sector empresarial, como una evidente manifestación del poder del dinero.

Los bajacalifornianos estamos demostrando que somos un estado con ciudadanos ávidos de democracia. Espero que quienes resulten electos sepan corresponder a la decisión de un pueblo harto de la plutocracia, que el poder político no sea absoluto porque los regímenes totalitarios son el primer paso hacia la dictadura, y que prevalezcan la diversidad de ideas y la pluralidad de enfoques porque constituyen la condición sine qua non de la democracia.

Ojalá que la participación ciudadana sea una tendencia permanente porque es el único antídoto contra los estragos del poder absoluto y de las hegemonías; y ojalá que este domingo electoral pase a la historia como el día en que… la ciudadanía bajacaliforniana se incorporó a la globalidad y escribió con mano firme el prólogo de su futuro inmediato…