domingo, septiembre 29, 2013

Circo de tres pistas



“Gracias, por lo que significa tener mecanismos alternos a los grandes poderes mediáticos, a lo que tristemente hoy tenemos como dominante.”

Carmen Aristegui

 

            En algún lugar indómito, ajeno a la voluntad de los hombres, la naturaleza aguarda pacientemente el momento menos propicio para desatar sus inclemencias y exhibir las pequeñeces de la condición humana...

 

            La insólita coincidencia de los huracanes Ingrid y Manuel provocó la devastación en ciudades y poblados en varios estados de la República Mexicana. Las precipitaciones destrozaron varios puntos en la red de carreteras y  arrasaron asentamientos irregulares, enfatizando la distancia entre la prosperidad y la marginación.

 

            La inclemencia de la naturaleza acaparó los titulares en todos los medios y desencadenó una secuela de vicios y aberraciones en la cobertura mediática porque la mediocracia mexicana capitalizó vulgarmente la tragedia: en el espectáculo noticioso abundaron los testimonios dramáticos de los damnificados, las escenas del duelo y la devastación. Y en este drama mediático el protagonismo se desplazó de las víctimas a la clase gobernante cuando inició la incesante divulgación de imágenes del señor presidente caminando en la zona del desastre con el agua hasta las rodillas, acompañado de sus secretarios y algún gobernador. En un sutil giro se distrajo la atención de las causas para enfocar las luces y las cámaras en los efectos excluyendo del discurso: la negligencia o la impericia en el desarrollo urbano, la indiferencia a las zonas marginales y a los cinturones de miseria como resultante de procesos corrompidos, la insuficiencia de los servicios públicos, los vicios ocultos en las obras públicas.

 

            Pero hubo un error en el cálculo y la mediocracia se excedió en el giro de la tragicomedia: Laura Bozzo y su equipo de producción se trasladaron, en  helicópteros pertenecientes al  Estado de México, al poblado de Coyuca de Benitez en el estado de Guerrero para filmar escenas de rescate y atención a los damnificados. Afortunadamente y por una insólita coincidencia, en aquel lugar también se encontraban la reportera Marcela  Turati y el fotógrafo Eduardo Miranda del semanario Proceso, quienes revelaron en el programa radiofónico de Carmen Aristegui el grotesco montaje y la falsedad dramatizada de Laura Bozzo transmitida por Televisa y el desvío en el uso de los recursos públicos. Las reacciones fueron inmediatas:

 

En los medios masivos, Laura de América, vanagloriándose de naca y vociferando peladeces exigió públicamente el derecho de réplica a Carmen Aristegui, quien respondió: “francamente tiene algo de gracia: ¿Tiene autoridad moral Televisa para exigir a gritos el derecho de réplica?”  En las redes sociales, la ciudadanía se expresó  en un intenso intercambio de opiniones provocando una arrolladora tendencia contra la conductora de falsedades dramatizadas y contra la televisora. Mientras tanto: se acumulan las denuncias del robo de despensas y la venta de víveres en las zonas de desastre. Comunidades enteras permanecen incomunicadas esperando ayuda y socorro.

 

Y así, damas y caballeros, en este circo de tres pistas se exhiben: la tragedia como espectáculo; el protagonismo político que encubre los vicios ocultos en las obras públicas; y el fortalecimiento de la crítica social que confronta a la mediocracia. Y en el espectáculo más grande del mundo se presentan  las fuerzas  indómitas de la naturaleza que aguardaron pacientemente el momento menos propicio para desatar sus inclemencias y exhibir las pequeñeces de la condición humana...

domingo, septiembre 22, 2013

Elixir virtual


“El ciberespacio es un sueño despierto

 para quienes juegan profundamente con su identidad.”

David Le Breton

 

            En algún lugar imaginario, cuando se extinguen todos los peligros,  emerge el personaje que suele vivir bajo el umbral de la conciencia y durante el éxtasis de su aliento derriba todos los obstáculos y supera todas las adversidades…

 

            Dicen los que saben que la fascinación del juego proviene de  un oasis donde se desvanecen las angustias del mundo real; que el juego es un placebo indispensable, un simulacro que materializa escenarios ficticios en circunstancias insólitas donde se aventuran los temerarios; y que sus bondades se perciben en una pausa obligada en la cotidianidad para una dosis de elixir existencial.  

 

Y el juego, como manifestación del pensamiento simbólico, es una actividad inherente a la condición humana susceptible a los cambios en el entorno. Hoy por hoy, la generación “My media” congrega a los jóvenes entre los 13 y los 24 años “que nacieron y crecieron con medios interactivos inalámbricos” para quienes el juego es una experiencia virtual que extingue la distancia entre el personaje y el jugador.  El impacto de la tecnología digital es incuestionable cuando se analizan las cifras millonarias en las ventas de consolas y videojuegos, pero sobre todo, cuando se ponderan los efectos del  sedentarismo -como la paradoja del juego- y  la adquisición de habilidades inéditas.

 

El juego en su modalidad digital es el reflejo del predominio de la tecnología en el estilo de vida y es un tema polémico, como lo fueron todas las innovaciones en su momento. Actualmente se analizan las repercusiones de la violencia en los videojuegos y sus implicaciones morales; se debate sobre la calidad artística en la creación plástica de mundos virtuales, en la exorbitante fantasía de su narrativa y en la musicalización de sus episodios.

 

Pero al margen de todas las consideraciones, es imperativo reconocer que el desarrollo de la tecnología digital transformó el estilo de vida y también la forma del juego,  como producto cultural. Grand Thief Auto V, el juego desarrollado por la compañía británica Rockstar North, lanzado al mercado el 17 de septiembre por Rockstar Games incluye parodias de los vicios tecnológicos que revolucionaron la comunicación y  las relaciones entre los habitantes del mundo digital. Refleja la dependencia perniciosa de los teléfonos inteligentes, la escasez de la reflexión y la carencia de espacios propicios para el pensamiento, la indiferencia ante el pasado o el futuro, la glorificación de la imagen.

 

Esta nueva forma de jugar acompañará a los jóvenes  definiendo los rasgos de los futuros habitantes del planeta: héroes digitales cuya adolescencia se extenderá más allá de los límites cronológicos. Pero el videojuego, como industria, arte o  medio de comunicación, conserva su dimensión antropológica al expresar las certezas y las  incertidumbres de la época, en un simulacro inofensivo donde  emerge el personaje que suele vivir bajo el umbral de la conciencia y durante el éxtasis de su aliento derriba todos los obstáculos y supera todas las adversidades…

domingo, septiembre 08, 2013

Una espiral de guerra


En algún lugar  del olvido, en los sótanos donde yacen  miles de pretextos, deambulan impasibles los motivos siniestros que predisponen la brutal depredación en los hombres…

           

            Un informe de la inteligencia estadounidense responsabiliza al presidente de Siria, Bashar al Assad, por el ataque a la población civil con armas químicas que causó la muerte a 1,429 personas el 21 de agosto en los alrededores de Damasco. Ese es el argumento del gobierno estadounidense para justificar la intervención militar de los países aliados (Francia,  Reino Unido, Canadá, Australia, Italia, España y Japón) pero hasta el  momento de escribir estas líneas, la propuesta de la acción militar en Siria no ha logrado el consenso a favor y el parlamento británico rechazó la propuesta argumentando la falta de evidencias concluyentes.  En estas circunstancias, el mundo atestigua una escena pletórica de incongruencias e insólitas casualidades:

 

Un Premio Nobel de la Paz, Barak Obama, intenta convencer a la ciudadanía y al congreso norteamericano de apoyar una acción militar en solitario. Enfatiza que  no pueden permanecer inmutables e ignorar lo que sucede al otro lado del mundo porque representa una grave amenaza a la seguridad nacional. Recurre a la clásica estrategia de esparcir temores infundados cuando asegura que el ataque en Siria es intolerable porque implica el riesgo de un ataque similar a la población estadounidense perpetrado por terroristas.

 

Reconoce que el pueblo norteamericano ya está cansado tras 10 años de guerras y que en ésta ocasión, única en la historia, la intervención tendrá una fecha de conclusión porque será “limitada en tiempo y alcance, específicamente diseñada para disuadir al gobierno sirio de usar arma químicas contra su pueblo y deteriorar su capacidad para hacerlo”. Afirmó que no pondrán a sus tropas en medio de la guerra de otros y que la bota estadounidense no pisará el suelo sirio, tal vez, porque el escarmiento militar se hará con drones o vehículos aéreos sin tripulación. Y para tocar las fibras sensibles de la ciudadanía, la cadena de televisión CNN transmitió 13 videos donde se observan las consecuencias del ataque químico en un  grupo de niños que sufren convulsiones  antes de morir.

 

El grado de certeza aportado por la inteligencia estadounidense no sólo se percibe en las declaraciones del Secretario de Estado, John Kerry, cuando afirma: “no nos pueden decir nada que no sepamos ya” refiriéndose a los inspectores de Naciones Unidas que rastrean el uso de armas químicas en Siria; también se confirma en la investigación realizada por The New York Times y The Guardian que describe cómo la  Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno Británico, diseñaron una computadora para romper los códigos de cifrado y se asociaron con empresas de tecnología para lograr el acceso a la información digital de los usuarios antes de que se codificara y enviara por internet.

 

Estas fueron las revelaciones del ex contratista de la NSA, Edward Snowden, quien actualmente está refugiado en Rusia gracias al asilo temporal otorgado por el presidente Vladimir Putin, decisión que provocó el distanciamiento de los gobiernos ruso y norteamericano en la víspera de la cumbre del G-20 en San Petersburgo, donde se escucharon numerosos llamamientos a una solución política y una clara mayoría de los líderes se declaró a favor de los medios pacíficos en la  solución del problema sirio. Rusia, el país anfitrión del G-20, y de Snowden,  se opone a una posible intervención estadounidense en Siria porque el Consejo de Seguridad de la ONU no ha emitido el mandato; pero además, Rusia es un proveedor de armas de Damasco y  conserva una base militar en Siria, en el puerto Tartus donde atracan los submarinos nucleares y a los buques crucero de su fuerza naval.

 

El destino del régimen sirio se decidirá muy lejos de su territorio, donde la población protesta contra la posible intervención militar estadounidense. Los motivos de esta confrontación serán los mismos de siempre:  los paladines de la justicia y de la democracia se impondrán a los dictadores y derrocarán a todos los tiranos que lesionen la dignidad de su pueblo.  Y si existiese algún yacimiento o el campo de batalla se ubicara en una posición geográficamente estratégica, sería una mera coincidencia, insólita e insospechada,  un pretexto más en la espiral de incongruencias e ironías, que gira una y otra vez impulsada por  los motivos siniestros que predisponen la brutal depredación en los hombres…

domingo, septiembre 01, 2013

Ciberausencias


“así / diseminados pero juntos

 cercanos pero ajenos / solos codo con codo

 cada uno en su burbuja / insolidarios

 envejecen mezquinos como islotes”

Mario Benedetti

 

            En algún recóndito, en la inmensidad de un océano solitario emergen islas diminutas habitadas por un individuo y así,  paulatinamente y sin remedio, la geografía humana  abandona la corteza terrestre para gravitar en el ciberespacio…        

 

            Si el estudio de la historia evita la repetición de los errores, entonces, cuando las generaciones futuras analicen los pormenores de la aldea global en el siglo XXI deberán prestar especial atención al phubbing:  la pandemia de conectividad que hoy se dispersa en todo el planeta distorsionando  los matices  humanos de la comunicación. Phubbing es un acrónimo que fusiona las palabras  phone (teléfono) y  snubbing (menosprecio) que intenta describir:

a)     la descortesía de quienes ignoran a las personas por la exasperante obsesión de atender los mensajes en las redes sociales.

b)     el falso fortalecimiento de la autoestima al ostentar el modelo más reciente en dispositivos de conectividad  móvil.

c)     la  vulnerabilidad e impotencia de los acompañantes al sentirse ignorados.

d)     la nomofobia, o el pánico por desconexión que causa un miedo irracional cuando no se tiene a la mano el teléfono móvil o la tableta.

e)     la trivialización del concepto de “inteligencia” aplicado a los artefactos de comunicación que entorpecen funciones cognitivas.

f)      la paradoja del aislamiento galopante provocado por la tecnología de la comunicación.

 

El phubbing es una obsesión que se esparce con la velocidad de los virus alterando irremediablemente los niveles de atención de quienes lo padecen y que, en un grado superlativo, reduce los  niveles de empatía y compromiso.  La fatal atracción que ejerce la pantalla del teléfono móvil se arraiga en los usuarios por la sensación de importancia que les confiere y por la vulnerabilidad que “provocan”  en aquellos a quienes ignoran. Además,  las alegrías y las decepciones,  las disculpas y los errores se transmiten con algún dígito o grafo cuya emisión no requiere la valentía de expresarlo cara a cara y con el corazón en la mano.

 

No! … esto no significa la colonización del Nirvana ni la comercialización de los “viajes astrales” de Kalimán… La conexión permanente con el resto del mundo distorsiona la forma convencional de la convivencia por el desdoblamiento de un ente humano  y ahora es posible que un cuerpo ocupe dos lugares en el espacio porque la presencia física de un individuo no impide que su mente divague entre las frivolidades de otra conversación o circunstancia.  Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación los habitantes de la aldea global viven deliberadamente desinformados en una conexión permanente que los incomunica con el mundo circundante,  desplazan sus prioridades a la virtualidad idiotizante y por el cúmulo de las ausencias mentales, la geografía humana  abandona paulatinamente la corteza terrestre para gravitar en el ciberespacio…