“La
verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta pureza y
libertad en relación con quien no representa fuerza alguna.”
Milán
Kundera
En algún lugar inhóspito coincidieron todas
las inclemencias y los caprichos del instinto diseñaron una quimera que
ascendió al pedestal de las especies gracias una insólita dualidad que lo
habilita para crear y destruir, para respetar y degradar, para proteger y
lastimar…
Durante el ascenso a la cúspide del
reino animal, los humanos adquirimos destrezas inauditas pero también la infame
capacidad para infringir dolor. Esta aberración de la selección natural yace en
todos los incidentes de crueldad y violencia, infringidos a todos los seres
vulnerables. A todos. La perversidad inherente a condición humana se manifiesta en el abuso
infantil, en el maltrato a la mujer, en la violencia doméstica, en el trato
denigrante a los animales. Todos ellos vulnerables, todos ellos indefensos ante
la ostentación del dominio físico o mental.
Las grotescas manifestaciones de la crueldad abundan,
cobran la vida de muchas víctimas indefensas y exhiben la ausencia de límites
que inhiban la crueldad; la perversidad galopante para herir, denigrar y
asesinar, se expande por la ausencia del temor a un castigo, legal, ético,
moral o divino.
La tendencia que cobra fuerza es
reconocer la dignidad implícita en todas las formas de vida y su capacidad de sufrir y sentir dolor,
extendiendo la consideración a todos los seres en situación de vulnerabilidad e
indefensión. People for the Ethical
Treatment of Animals (PETA) atribuye a prejuicios, “moralmente inaceptables”,
la negación del derecho a la dignidad por cuestiones de raza, género,
orientación sexual o especie. Daniela Patricia Castillo Torres y Roberto Wesley
Zapata Durán, en la tesis “Los derechos de los animales” publicada por la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, concluyen que “los seres humanos
tenemos como obligación la protección material y jurídica de los sectores
débiles, y no solo a los sociales como el caso de las mujeres, los niños o los
adultos mayores, sino que además a nuestro medio ambiente incluido en ello a
los animales no humanos, seres dignos de protección de derechos, por lo cual es
necesario tener una protección jurídica para ellos.” Y Rosaura Ruiz, Doctorada
en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), justifica el
replanteamiento de las normas y principios en la experimentación científica
para reemplazar el uso de animales en el laboratorio y evitar su sufrimiento en
aras de las ciencias.
No se trata de humanizar a las
especies porque todos los seres vivos en el planeta somos animales; este
esfuerzo persigue la sensibilización de los hombres utilizando la destreza
mental que la evolución nos otorgó, concientizar a la especie humana para
proteger a todos los vulnerables y extinguir del corazón humano la perversa habilidad
para destruir, degradar y lastimar…
Fuentes
Castillo
Torres, Daniela Patricia y Zapata Durán, Roberto Wesley. (s/f). Los derechos de los animales. Recuperado
el 17 de Julio del 2016, de http://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icshu/n2/e3.html
El
Universal. (2016). El foco. La dignidad
de la vida animal: el debate llegó. Recuperado el 17 de Julio del 2016, de http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2016/07/17/el-foco-la-dignidad-de-la-vida-animal-el-debate-llego
Perelló,
Marcelino. (2016). Bantú. Recuperado
el 17 de Julio del 2016, de http://www.excelsior.com.mx/opinion/marcelino-perello/2016/07/13/1104582
PETA.
(s/f). ¿Por qué son importantes los
derechos de los animales? Recuperado el 17 de Julio del 2016, de http://www.petalatino.com/about/por-que-son-importantes-los-derechos-de-los-animales/
Ruiz,
Rosaura. (2016). Experimentación en
animales: las implicaciones éticas. Recuperado el 17 de Julio del 2016, de http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/rosaura-ruiz/nacion/2016/07/16/experimentacion-en-animales-las
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