domingo, marzo 15, 2009

Los trazos del nuevo mundo

En algún lugar del mapamundi, entre los meridianos y las líneas imaginarias, en la geometría planetaria se trazaron las fronteras políticas que alguna vez resguardaron el principio de autodeterminación de los pueblos…

Después de las grandes tragedias, o cuando se extinguen por la fuerza las causas de un conflicto bélico, se emprende la afanosa tarea de cuantificar los daños, proporcionar socorro e iniciar la reconstrucción. Es entonces cuando se determinan los límites geográficos de las hegemonías.

Vgrs: Después de la II Guerra Mundial, en la fundación de la Liga de la Naciones, se planteó la igualdad de derechos y la autodeterminación de los pueblos como un principio general de derecho internacional; la autodeterminación fue codificada por primera vez en la Carta de las Naciones Unidas en 1945. El último ajuste del orden mundial se realizó cuando cayó el Muro de Berlín y el bloque socialista.

Hoy por hoy, la crisis global adquiere la devastadora condición de un cataclismo o de una guerra, y el mundo se reconfigura obedeciendo los trazos del flujo del dinero. Los ocho gobiernos más ricos del mundo acordaron los detalles para la creación de una nueva arquitectura financiera internacional; la prioridad es la renovación del sistema de regulación de los mercados y su vigilancia.

Pero en esta recomposición mundial, existe una variante, una cláusula escrita al calce con letras muy pequeñitas: la prerrogativa de las naciones poderosas para socorrer a las democracias incipientes y a las economías emergentes, cuando se vulneren las condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para las relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones.

Bajo este criterio deben entenderse: la Iniciativa Mérida y la calificación extranjera de México como un estado fallido, las exigencias en el discurso de Monsieur Sarkozy y la reciente inclusión de Joaquín Guzmán en la élite de los multimillonarios de la revista Forbes.

Ahora como siempre, los trazos de la geografía del poder se escriben anteponiendo signos monetarios y el devenir de muchos pueblos sigue el flujo de los capitales. México se encuentra en un aguerra sin cuartel contra el narcotráfico, y lo preocupante es la posibilidad de reunir los requisitos que justifiquen una incursión de socorro, un proyecto financiero de apoyo y la postrera reconstrucción de un estado fallido.

La señal de alerta se enciende en una sociedad polarizada, en una clase política confrontada, en un gobierno incierto y en un pueblo que se acerca temerariamente al hartazgo y a la desesperación. Porque la mexicanidad quedará inserta entre los meridianos y las líneas imaginarias de una geometría planetaria que traza nuevas fronteras políticas que vulneran el principio de autodeterminación de los pueblos…

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