domingo, octubre 11, 2009

Priato corregido y aumentado

En algún lugar de la oscuridad, por debajo del nivel de la conciencia, se deslizan las huestes incondicionales del régimen; cuando las decisiones se toman en secreto y las acciones se ejecutan por la fuerza, se vislumbran los matices del pasado…

La liquidación de la compañía estatal Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) será un evento determinante en el calderonismo: esa fecha se registrará en las crónicas de la política mexicana como el retorno del estado impositivo, será un hito en la historia de las causas populares, y reafirmará la posición de nuestro país en el mercado global.


Dicen los que saben, que en la política la forma es el fondo: los elementos de la fuerza pública llegaron a las instalaciones de la compañía en cuestión el sábado por la noche, cruzaron la ciudad a bordo de autobuses de turismo particulares; el decreto de la liquidación de la CLyFC se emitió en el portal del Diario Oficial de la Federación un minuto después de la incursión de las fuerzas federales.


Los argumentos esgrimidos en el decreto de liquidación de la CLyFC son esencialmente económicos; se alude a la evidente ineficiencia de la compañía, al monto estratosférico de las transferencias del presupuesto federal, y a las exigencias de un sindicato envanecido.

Esos son motivos más que suficientes para liquidar, en toda la extensión de la palabra, una empresa ineficiente y onerosa, como lo fueron las 775 paraestatales que fueron desincorporadas del gobierno federal durante el Priato en la década de los 80`s: 227 empresas por la vía de la liquidación, 145 por extinción, 85 por fusión, 30 por transferencia y 238 por venta [1].

Sí!... La comparación es inevitable, porque los motivos y el procedimiento (léase: madruguete) actualizan el estilo del Priato en los tiempos de un estado férreo, titular indiscutible del monopolio de la violencia, erigido con lealtades contractuales y complicidades financieras.

Hoy por hoy, la mejor manera de terminar un conflicto con un sindicato incómodo, beligerante e insidioso, es liquidando a la empresa. Tal vez, esta sea la implementación de la postergada reforma laboral. Los objetivos serán todos los gremios y sindicatos que no se han postrado ante el calderonismo.

Porque todas las evidencias indican que este régimen pretende erigirse como la edición corregida y aumentada del presidencialismo institucionalizado del Priato: en el primer minuto del sexenio recibió el apoyo incondicional del ejército; la estructura del gobierno obedece a una jerarquía de lealtades incondicionales, y el estado se asume como una entidad económica con fines de lucro.


Detrás de la liquidación de la CLyFC yacen kilómetros y kilómetros de fibra óptica incluidos en una concesión [2], la determinación del estado calderonista de erigirse como la autoridad de facto, la vigencia de un lenguaje represivo que tiende a liquidar, desmantelar, recortar, eliminar y reducir todo aquello con funciones públicas que no produzca ganancias [3].

A un régimen erigido con la contundencia de la fuerza pública, poco le importan los disturbios y las marchas de contingentes beligerantes, ni la súbita solidaridad que éste incidente ha provocado entre los grupos de la pseudo oposición, y mucho menos la tensión social que se agudiza, porque a través de sus decisiones y acciones se vislumbran los matices del pasado…







[1] El estado. Políticas económicas, entidades paraestatales y desarrollo industrial en México. Un análisis retrospectivo. Alejandro Lambretón Narro. Universidad Autónoma de Nuevo León. http://cdigital.dgb.uanl.mx/te/1080071298/1080071298_03.pdf

[2] Calderón y el SME: La guerra por la fibra óptica. Rosalía Vergara. Proceso. 11 Octubre 2009. http://www.proceso.com.mx/noticias_articulo.php?articulo=73054

[3] Díaz Ordaz, Lozano y Gómez Mont. Acentos. Jorge Medina Viedas. Milenio. 2009-10-11. http://impreso.milenio.com/node/8655294

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