lunes, enero 03, 2011

Ejercicio de conciencia

“Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.”
José Saramago

En algún lugar de la noche, en el primer minuto del primer día del año nuevo se hilvana el destino con el mismo material con el que se tejen los sueños; por eso, ante la página en blanco del porvenir, las primeras líneas escritas compendian los propósitos y los anhelos…

El tránsito del pasado hacia el futuro es un desplazamiento fugaz que suscita sentimientos encontrados porque el final de los ciclos provoca la recapitulación del pasado inmediato y en el inicio de un nuevo plazo surgen las visiones del porvenir concentradas en deseos y propósitos.

Y ahora, en los albores del penúltimo año del sexenio este desplazamiento es inevitable y la ponderación inexorable. No obstante, este ejercicio de conciencia se distorsiona cuando se realiza en el inframundo de la política: la clase gobernante se obstina en conservar el poder y perseguir sus sueños guajiros, mientras en la oposición cauterizan las derrotas del pasado.

En retrospectiva: la cruzada calderonista contra el crimen organizado ha sido el fracaso irremediable del régimen que ha desencadenado el temor y la fragilidad del tejido social. El necio de afán de continuar con esta guerra sin cuartel produjo la primera incongruencia del 2011: solicitar la participación de la sociedad civil en el combate a la delincuencia organizada.

Y en la perspectiva panista, el poder como prioridad se ha determinado eludiendo el canon de la lógica y los preceptos de su moralina; creen que pueden cruzar el pantano sin manchar las plumas de su pendón y están dispuestos a mancillar su ideario con la fatal decisión de conformar alianzas con la izquierda que alguna vez aborrecieron.

Sí!... en todos los partidos y en todas las corrientes políticas el triunfo indiscutible en la elección presidencial del 2012 es la única prioridad y el propósito que moverá todos los engranes de sus mecanismos. Ese será el motivo siniestro y oculto de los próximos escándalos mediáticos, de conflictos violentos y eventos descabellados. Y si aplicásemos esta prioridad al pasado inmediato, tal vez, podríamos explicar lo aparentemente inexplicable, como la misteriosa desaparición y aparición de Diego Fernández de Cevallos.

Y no!... No es saludable ni recomendable aceptar las versiones oficiales de la realidad. Por eso, ante el inminente bombardeo de necedades, aberraciones y falacias, en el extremo opuesto del poder y como ciudadanos racionales de la República del Absurdo, es preciso ejercitar el músculo atrofiado de la crítica para mantener intacto el pensamiento, para hilvanar el porvenir con el mismo material con el que se tejen los sueños y escribir las primeras líneas del año nuevo con los propósitos y los anhelos… humana y éticamente posibles…

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