“Dentro
de nosotros existe algo que no tiene nombre
y eso es lo que realmente somos”.
José
Saramago
En algún lugar de la barbarie, el
mecanismo de la guerra enriqueció a los invasores entronizando a los
primogénitos; el predominio paternalista discriminaba y los nombres fueron el emblema del origen;
pero nada es para siempre y los prejuicios son volátiles porque la condición
humana tiende a rebelarse ante los convencionalismos materializantes que la
restringen…
En el origen de la familia
intervinieron la selección natural y la imperiosa necesidad de procrear
individuos mejor dotados para adaptarse a un entorno hostil y amenazante; en
aquel entonces, el nacimiento era la única certeza y el linaje obedeció la línea materna. En una
secuela milenaria de ensayos y errores se establecieron las exclusiones para la
procreación atendiendo a la línea materna.
Así fue durante miles de años y
hasta el momento en que la guerra facilitó la apropiación de recursos; los guerreros
victoriosos regresaban con el botín y así acumularon tierras, esclavos, ganado
y todo lo susceptible de ser saqueado. Y entonces, para heredar el patrimonio
forjado por el padre era indispensable establecer con certidumbre la paternidad
del primogénito; y para lograrlo se
restringió la vida marital de la mujer y se castigó el adulterio. La familia
monogámica, que aún predomina, surgió por cuestiones esencialmente patrimoniales
y se consolidó con las riquezas de la aristocracia y las aspiraciones de la
burguesía, cuando un apellido designaba el origen y el destino de los
individuos.
Pero en la historia de la humanidad nada es para siempre y el paradigma
de la familia monogámica tiende a atenuarse, como todos los prejuicios y
convencionalismos involucrados en el estereotipo de la familia felizmente
funcional.
En la Modernidad y como efecto colateral de las grandes guerras, las
mujeres se incorporan en las actividades productivas y se desvanece paulatinamente el rechazo social al divorcio;
en la Posmodernidad y como un efecto de la volatilidad de los compromisos emocionales,
los divorcios exceden a los matrimonios, se generalizan las familias
monoparentales y el padre se involucra
en las labores del hogar y en la crianza de los hijos. Hoy por hoy, la
paternidad implica mucho más que el sustento y el patrimonio familiar y
trasciende los atributos de un género y las funciones impuestos por la
tradición.
Y cuando los cambios en el estilo de vida se generalizan inciden en las
normas que regulan la conducta:
En Junio del 2000, las madres o padres solteros se liberan del estigma social
y este beneficio se extiende a los hijos con la reforma al Código Civil del
Distrito Federal que elimina la diferencia entre los hijos legítimos, los hijos
naturales o los hijos legitimados por lo
que desaparecen también las pautas de la discriminación y a todos los hijos se les reconocen los
mismos derechos, independientemente del origen de la filiación en concordancia
con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1).
Y en los primeros días de Junio del 2014, la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal (ALDF) aprobó por unanimidad las reformas al Artículo 58 del
Código Civil que eliminan la preponderancia del apellido paterno en las actas
de nacimiento (2). Los legisladores esperan que esta modificación contribuya a
la desaparición del prejuicio del apellido paterno para otorgar certeza jurídica a las madres y
padres solteros, así como a las familias homoparentales reconociendo las nuevas
manifestaciones de la paternidad.
Y así, después de cinco mil años aquella certeza primigenia evoluciona
y las leyes se humanizan para eliminar
las desavenencias absoletas del paternalismo atendiendo a la volatilidad de los
prejuicios y a la rebeldía de la condición humana ante los convencionalismos
materializantes que la restringen…
Fuentes:
ADN Político.
(2014). Registro civil. El orden de los apellido son altera el acta en el DF.
Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.adnpolitico.com/congreso/2014/06/11/el-orden-de-los-apellidos-no-altera-el-acta-en-el-df
Haugen, Peter.
(2014). La historia del mundo. Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.portalplanetasedna.com.ar/modelofamilia.htm
Mamá Natural.
(2014). Aprueban ley que elimina la preponderancia del apellido paterno en la
Ciudad de México. Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.mamanatural.com.mx/2014/06/aprueban-ley-que-elimina-la-preponderancia-del-apellido-paterno-en-la-ciudad-de-mexico/
Pérez
Contreras, María de Montserrat. (2011). La filiación en la legislación familiar
para el Distrito Federal: comentarios en torno a las reformas. Boletín Mexicano
de Derecho Comparado. No. 105. Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/105/el/el11.htm
Publímetro.
(2014). En el DF se podrá elegir el orden de los apellidos de los hijos.
Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.periodicodigital.mx/2014/06/11/en-el-df-se-podra-elegir-el-orden-de-los-apellidos-de-los-hijos/
Publímetro.
(2014). Ya se podrá elegir el orden de los apellidos de los hijos. Recuperado
el 12 de Junio del 2014, de http://www.publimetro.com.mx/noticias/ya-se-podra-elegir-el-orden-de-los-apellidos-de-los-hijos/mnfk!N5CRImtkdbhGY/
Ramírez,
Bertha Teresa. (2014). Eliminan diputados preponderancia del apellido paterno
en actas de nacimiento en el DF. Recuperado el 12 de Junio del 2014, de http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/06/10/eliminan-diputados-preponderancia-del-apellido-paterno-en-actas-de-nacimiento-en-el-df-3908.html
(1)
La Declaración Universal de Derechos Humanos afirma en su artículo 2o. que no se admiten
excepciones, distinciones o discriminaciones en el reconocimiento y aplicación
de los derechos proclamados en ella por motivos de nacimiento o de cualquier
otra condición.
(2)
De ahora en adelante, las parejas que acudan al
Registro Civil podrán decidir el orden de los apellidos de sus hijos. Desaparecerá
la distinción entre apellido paterno y materno, aparecerán como apellidos parentales:
apellido 1 y apellido 2.
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