jueves, octubre 05, 2006

La Arquitectura del Miedo

En algún lugar del relieve, en las coordenadas del poder, todos los temores y las fobias se concentraron en el perímetro geográfico de la hegemonía, porque el pánico y la paranoia abandonaron el mundo de las abstracciones para materializarse en una infame construcción…

Con glacial indiferencia hacia los tibios reclamos de la Cancillería mexicana, con un agudo matiz despótico, los legisladores estadounidenses determinaron sellar la frontera con México; esta resolución confirma el desinterés del congreso estadounidense en flexibilizar sus leyes de inmigración, y por supuesto, es la evidencia del fracaso del acuerdo migratorio propuesto por el gobierno mexicano.

El proyecto de ley refrendado en el Capitolio, ordena la construcción de un cerco doble de acero y de barreras de concreto móviles en varios puntos de la frontera sur de los estados de Arizona, California y Nuevo México.

Estipula también la utilización de equipo tecnológico y militar, vehículos aéreos y terrestres de rastreo de personas a control remoto, la contratación de 1,500 agentes para elevar a 14,800 el número de efectivos de la Patrulla Fronteriza y la construcción de 6, 500 camas más para los centros de detención temporal de inmigrantes indocumentados.

La construcción de la muralla gringa tiene por objeto resolver el problema de la presencia de 12 millones de inmigrantes indocumentados: trabajadores ilegales que laboran en condiciones de explotación y sobreviven en un entorno hostil, y que no obstante lo deplorable de las condiciones, han sido la mano de obra que ha generado la riqueza de ese país.

Esencialmente, esta ley es un simbolismo: la fortificación de una frontera ha sido, desde siempre, la manifestación del miedo, la materialización de la paranoia de un pueblo que pretende aislarse y la concreción de sentimientos xenofóbicos.

Las construcciones limítrofes han sido el orgullo de la nación que los edifica, pero no han sido una solución efectiva: después de años en guerra, Troya fue invadida por un caballo hueco y gigantesco en cuyo interior se ocultaron los enemigos que abrieron las puertas de aquella ciudad amurallada.

La Gran Muralla China, con una extensión de 7,300 kilómetros construidos durante mil años es más bien el cementerio más largo del mundo y no logró evitar la invasión de los manchúes quienes dominaron a los chinos y se convirtieron en una dinastía gobernante, y además, no se puede ver desde el espacio.

La línea Maginot, construida por la amenaza Hitleriana, es la mayor línea de defensa militar en el mundo moderno, comprende 108 fuertes principales, una multitud de pequeños fuertes y más de 100 kilómetros de galerías. Pero la línea no evitó la derrota de Francia al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, por el contrario, las divisiones alemanas la envolvieron y atacaron de tal forma que los ejércitos aliados fueron dispersados.

El Muro de Berlín que dividió al mundo en capitalismo y comunismo tenía una longitud de 155 kilómetros, reconstruidos regularmente; el muro de la cuarta generación (1975) era de hormigón armado y tenía una altura de 3.6 metros. Esa frontera artificial contra el fascismo estaba protegida por una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras para evitar el paso de vehículos, una cerca de alambre de púas, 300 torres de vigilancia y treinta búnkers, pero nada de eso impidió su derrumbe en 1989, tras el cual, emergió un esfuerzo inmenso para hilvanar miles de lazos rotos y relatos inconclusos.

La muralla gringa pretende eludir la amenaza terrorista, diferenciarse y distanciarse de sus vecinos, pero ignora la experiencia de la humanidad en cuestión de atalayas, bastiones, muros y murallas: no es sabio buscar afuera la causa de la debacle interna… porque el pánico y la paranoia abandonan el mundo de las abstracciones para materializarse en una infame construcción…

1 comentario:

Laura M. López-Murillo dijo...

Muchísimas gracias por la atención que me brindas.
Me encanta la frase final de tu comentario, porque la semilla del humanismo y la libertad germina todos los días en el pensamiento de muchas personas, como tú.

Un saludote desde Mexicali Baja California.

Laura M López Murillo