En algún lugar del raciocinio, en el centro neurálgico del
discernimiento, existe un filtro que separa las mentiras y las verdades; por
los caprichosos cambios del entorno y en un giro insólito de la adaptación, ese
filtro se atrofia por el ataque cotidiano de la falacia en dosis perversas,
precisas y controladas…
El periodo de las campañas
electorales puede describirse como un ataque a las vías sensoriales de la reflexión
cuyo objetivo es nulificar cualquier intento de racionalizar el voto. Y
especialmente ahora, en el auge de la Posverdad, el ambiente se enturbia porque
pululan en el aire respirable las verdades a medias, las mentiras completas y
los sueños guajiros de los contendientes que aprovecharán todos los minutos y
los segundos en los medios, todos los eventos masivos en el territorio nacional
y todas las oportunidades que surjan, para convencer a los indecisos, para
atraer a los reacios con argumentos cargados de emotividad con los que
pretenden minimizar, en todo lo posible, su habilidad de discernimiento.
En ese afán utilizarán a su
antojo los datos y las cifras, las revelaciones y los escándalos que debiliten
la figura de l@s adversari@s cargándol@s de culpas y vicios, desencadenando una
temporada de horror por las atrocidades que serán exhibidas y las mentiras que
serán divulgadas. Pero el verdadero horror, lo espeluznante de las campañas, es
que continúen vigentes las técnicas de la propaganda sistematizadas el siglo
pasado por Joseph Goebbels.
A escasas horas del inicio
oficial del periodo de las campañas electorales y antes de que el Consejo
General del INE aprobara el registro de las candidaturas, circuló en redes
sociales un mensaje de Pedro Ferriz de Con “descubriendo” la complicidad del
INE en una “trampa flagrante” para beneficiar a Margarita Zavala. Lo alarmante
no es el mensaje, porque día a día se publicó la fiscalización del apoyo
ciudadano y su dispersión geográfica, porque será el Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación quien resuelva sobre el análisis de las
inconsistencias detectadas en la recolección de firmas. Tampoco es alarmante la
“trampa” porque existen mecanismos para identificar el origen de las
inconsistencias y sancionar a los responsables. No. Lo que debería alarmarnos
es la actualización del dogma de Goebbels y que aún ahora tenga más efectividad
una mentira (aunque se desmienta) que una verdad (por obvia que sea).
Y así, en las campañas surgirán
mil y un mentiras en un catálogo que abarca desde lo ridículo hasta lo perverso.
Pero al margen de la partidocracia se realiza un esfuerzo encomiable que merece
divulgarse con la misma intensidad del proselitismo: todos los discursos en las
campañas, las promesas de l@s candidat@s, las revelaciones contra los adversari@s
se someten a un filtro implacable en VERIFICADO 2018: sitio en la red que
“nació con el objetivo de enfrentar estas noticias malintencionadas o
imprecisas y desmentirlas con información rigurosa y confirmada. Es un proyecto
de periodismo colaborativo en el que participan más de 60 medios, universidades
y organizaciones civiles y estará en funcionamiento durante todo el proceso
electoral.”
Consulte el
sitio. Es imperativo contrarrestar los intentos por nublar el entendimiento y
responder todas las ofensas a la inteligencia colectiva porque todavía podemos
identificar lo que está al revés y hacemos muy bien las cuentas, porque recordamos
muy bien el verdadero significado de la ética, porque todos los días nos
enfrentamos a la desigualdad en todas sus versiones. Nuestra especie ha salido
avante de todas las inclemencias y las crisis; ésta no será la excepción porque
la ciudadanía detectará lo trivial y lo esencial y fortalecerá el filtro
atrofiado por el ataque despiadado de la falacia en dosis perversas, precisas y
controladas…
Porque mi país me importa: voto libre!
Para encontrar la porción de verdad en las mentiras
divulgadas: acuda al sitio https://verificado.mx/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario