lunes, abril 23, 2007

Piedra sobre piedra

En algún lugar del relieve geográfico, donde se configura el paisaje urbano, el carácter de los habitantes se materializa en sus edificaciones, su idiosincrasia se desplaza sobre sus calles y avenidas, y cada una de sus obras expresa sus valores y expectativas…

Las ciudades expresan el devenir histórico de una comunidad, constituyen la crónica material de la evolución de sus pobladores. El paisaje urbano refleja las condiciones de vida de los pueblos: su estratificación, el nivel de sus actividades económicas y culturales, el impacto de la geografía en el estilo de vida.

Los héroes y las epopeyas se inmortalizan en glorietas y monumentos, los vicios se restringen a la zona de tolerancia, el conocimiento se compendia en el campus universitario, la jodidez se margina en los cinturones de miseria, y aunque todos comparten el mismo territorio, cada cual deambula dentro del perímetro de su estrato social.

En las ciudades cohabitan todas las peculiaridades y todos los especímenes de la condición humana y sus manifestaciones, han sido el motor económico y los cambios sociales positivos se producen más rápidamente en las ciudades; tal vez por eso, se han concentrado en los centros urbanos las promesas y las oportunidades para elevar el nivel de vida, abandonar el jodidismo y refinar la macuarrencia.

Además, debido a la influencia galopante de la industrialización y la tecnología, el desplazamiento del campo a la ciudad ya es considerado como la migración humana más grande de la historia. En la escala mundial, el crecimiento urbano más rápido ha ocurrido en los últimos cincuenta años y se prevé que en el año 2025 la población urbana se habrá incrementado en un 86%.

Sin embargo, en los centros urbanos también se concentran la violencia, el crimen, las adicciones, se registra un exagerado consumo de energía, desperdicio de agua y altos índices de contaminación, problemas que trascienden los límites citadinos. Por eso, en las ciudades habitan tanto la promesa del éxito como el peligro del desastre.

El Centro de las Naciones Unidas para Asentamientos Humanos (Hábitat) afirma que se requiere un cambio radical en la solución de los problemas urbanos que derivan en la descomposición humana, y para ello, la planeación del desarrollo urbano es indispensable.



Así como la Historia se ha desprendido del criterio dominante que dictaba la versión oficial de los acontecimientos, el Urbanismo debe adquirir la autonomía y la normatividad para realizar proyectos a largo plazo sin subordinarse a los caprichos de los gobernantes.

En esta tendencia ha surgido el Instituto Municipal de Investigación y Planeación Urbana de Mexicali, un organismo público descentralizado cuya visión abarca un entorno seguro y respetuoso del medio ambiente, con la misión de lograr el desarrollo sustentable del municipio, fortaleciendo la identidad mexicalense y promoviendo la participación ciudadana.

Una ciudad es el compendio geográfico de las biografías de sus habitantes y de los efectos de sus acciones, pero es un compendio que se revitaliza constantemente, por eso, la configuración y el desarrollo de los centros urbanos es una cuestión que concierne a todos sus habitantes.

Las decisiones cuyas repercusiones afectan el espacio urbano deben tomarse considerando las necesidades y las demandas de la ciudadanía. Ningún proyecto deberá implementarse si contradice la planeación estratégica de la ciudad.

Porque las ciudades no son moles gigantescas de concreto, ni se configuran poniendo piedra sobre piedra, porque en ellas… el carácter de los habitantes se materializa en sus edificaciones, su idiosincrasia se desplaza sobre sus calles y avenidas, y cada una de sus obras expresa sus valores y expectativas…

No hay comentarios.: