sábado, junio 09, 2007

Campañas Paralelas

En algún lugar del horizonte, en un mar sin sentido, donde las ideas naufragan y las convicciones se ahogan, zozobrando entre las ambiciones y los compromisos, la actividad política estriba en un ejercicio de flotación sobre la inmensa vaguedad de un océano de promesas vanas y conceptos vacíos…

Ya se ha configurado el rasgo distintivo del actual proceso electoral en Baja California: la incursión simultánea en la contienda de dos instancias del poder. En la dupla intervencionista se confrontan las huestes del panismo en el gobierno estatal y las hordas del priísmo en el gobierno municipal.

Por eso, en un escenario alterno a las campañas, las cúpulas, los contingentes sindicalizados y los funcionarios públicos realizan, con prioridad de urgente, los ajustes necesarios para aminorar el peso de la crítica y ejecutan maniobras inauditas para eliminar cualquier amenaza, enfocando todos sus esfuerzos en mantener a flote la campaña de sus respectivos candidatos.

Algunas evidencias de la ejecución de esas campañas paralelas y subrepticias son, hasta el momento: la exclusión de los candidatos a la alcaldía del Partido de la Revolución Democrática PRD, Alternativa Social Demócrata PASC y de la Coalición Convergencia-PT en la presentación de propuestas convocada por la Confederación Patronal de la República Mexicana, Coparmex; la denuncia de la distribución gratuita de tarjetas telefónicas como cortesía del candidato del Partido Revolucionario Institucional, PRI; y las secuelas del primer debate entre los candidatos realizado en el canal 3 de Televisa Mexicali.

La exclusión de los partidos de oposición se justificó con el argumento de que la asociación patronal mexicalense pretendió acercarse a los partidos que han sido más favorecidos con el voto en las últimas elecciones ya que su intención como empresarios fue plantearles algunos temas que les conciernen.

En el primer debate, Juan Carlos Ruiz Rubio, candidato por el Partido de la Revolución Democrática recalcó la diferencia entre el ingreso recaudado por concepto del Impuesto al Fomento Deportivo y el monto aplicado a ese rubro de la administración municipal; también estableció que durante el verano, los cortes inmediatos en la energía eléctrica son una práctica inmoral que atenta contra la salud y la vida de los mexicalenses y que es prioritario implementar un mecanismo que favorezca a ambas partes.

La respuesta fue inmediata. El alcalde priísta, Samuel Ramos, manifestó que se invierte más en el deporte de lo que se recaba del impuesto a su fomento, aunque no mostró ningún documento con los detalles de este renglón. Sin embargo, de acuerdo al presupuesto de egresos del 2006, la mayoría de los recursos se destinaron a gastos administrativos y al pago de nóminas.

Y días después, se logró el acuerdo entre la Comisión Federal de Electricidad, el Poder Ejecutivo del Estado y el Frente Cívico Mexicalense para suspender durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre, cuando la temperatura asciende a más de 45ºC, los cortes al servicio energía eléctrica, siempre y cuando los usuarios realicen un convenio y el pago del 20% del adeudo.

Porque la consigna, en las campañas paralelas y en los escenarios alternos, en apoyo a al panismo o al priísmo, es apropiarse de las propuestas de la oposición que sean concretas y factibles asumiéndolas como decisiones de la gestión pública, y eliminar todos los señalamientos que exhiban la impericia de las administraciones actuales y el distanciamiento respecto a las necesidades apremiantes de la población.

De esa manera, diluyen cualquier crítica, razonada y razonable, en una marejada de declaraciones, concentrando la contienda en el duelo exclusivo y excluyente entre el PRI y el PAN, agudizándolo con intercambios estériles de descalificaciones, amenazando con el voto de castigo en insulsos discursos demagógicos, porque los grandes contendientes carecen de proyectos y, como lo expusieron los especialistas de Lupa Ciudadana, sus propuestas son pobres, mal estructuradas y electoreras.

Son precisamente los individuos y las relaciones entre ellos los que definen el rumbo de los poderes. Mucho más que el marco fijo de las reglas, mucho más que el clima de la cultura, cuenta el melodrama de las personalidades.

Y suele suceder, que en los fenómenos a gran escala, en los movimientos colosales y en los momentos cruciales, nada hay más preciso que una palabra vaga. La precisión política reside en la vaguedad conceptual.

Si prevalece esta tendencia, la contienda navegará… en un mar sin sentido, donde las ideas naufragan y las convicciones se ahogan, y zozobrando entre las ambiciones y los compromisos, la actividad política estribará en un ejercicio de flotación sobre la inmensa vaguedad de un océano de promesas vanas y conceptos vacíos…

No hay comentarios.: