domingo, julio 22, 2007

Tercera Llamada

En algún lugar de jornada electoral, al instalar cada casilla se desplegarán también la secresía y la libertad como condiciones esenciales, porque la voluntad popular será la sumatoria de todas las decisiones personales emitidas libremente y en absoluto secreto...

Las últimas semanas en las campañas electorales suelen ser muy intensas: Se incrementa el bombardeo mediático y todos los contendientes reservan sus mejores recursos para el apoteósico cierre proselitista.

Hoy por hoy, en Baja California aún no existe una tendencia definida ni definitiva, porque no se ha logrado revertir el efecto del desencanto, la indecisión y la apatía. Por eso, es indispensable disipar la sombra del abstencionismo y resaltar las condiciones legales de los comicios: El voto es libre y secreto, y nadie debe condicionarlo.

Ningún obsequio promocional, ninguna despensa y ninguna promesa justifican que se solicite el folio, la clave o el número de la credencial de elector. Hacerlo constituye una artimaña para coaccionar a los electores, provocando un falso compromiso, que de existir, sería imposible constatar.

Porque es prácticamente imposible relacionar a los votantes con el voto emitido: No existe ningún algoritmo y aún no se ha diseñado el programa capaz de identificar la elección de cada elector. Quien así lo sugiera, incurre en una garrafal mentira.

El proselitismo entra en su etapa culminante y es ahora cuando la ciudadanía entra en acción: Ponderando las percepciones y formando su opinión respecto a los candidatos, los partidos, las opciones.Después de soportar una guerra de nervios y un intercambio de podredumbre, cada bajacaliforniano expresará su elección obedeciendo a sus propios motivos... solo así, la voluntad popular será la sumatoria de todas las decisiones personales, emitidas libremente y en absoluto secreto...

Tercera llamada... ¡Comenzamos!

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