domingo, septiembre 07, 2008

Desde los tiempos de Don Porfirio

En algún lugar del tiempo, donde la historia se desplaza sobre las espirales perpetuas, el pasado se actualiza y los anacronismos resurgen en las nuevas versiones del poder…

La historia es un relato cíclico que se edita y se actualiza constantemente, y por eso, dicen los que saben que no hay nada nuevo bajo el sol. En la versión vigente de la dominación mercantil han resurgido prácticas arcaicas que se suponían desterradas.

Recientemente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la inconstitucionalidad de un plan de previsión social de Wal-Mart México, que consiste en pagar parte del sueldo a sus trabajadores con vales de despensa, canjeables únicamente en las tiendas de autoservicio de esa cadena.

La segunda sala de la Corte, dedicada a resolver asuntos administrativos y laborales, estimó que ese plan de Wal-Mart "es similar a la práctica que se llevaba a cabo en las antiguas tiendas de raya, vigentes durante el Porfiriato, cuando los trabajadores también recibían el pago de su salario mediante vales de despensa para ser canjeados en dichas tiendas, propiedad del patrón".

Hasta principios del siglo XX, en las entrañas del latifundio mexicano se practicaba un fraude consuetudinario; en las tiendas de raya se despojaba a los trabajadores, jornaleros y campesinos, obligándolos a cambiar los vales que recibían como pago por mercancías a precios inflados y desmedidos.

Sí!... La similitud es perversa, pero exacta. Y la perversidad se agudiza al considerar la magnitud de esta práctica anacrónica: este plan de previsión social se aplica en las 1,069 tiendas de Wal-Mart que operan en México. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) señaló que su fallo contra Wal-Mart de México, sólo protege Raúl Ávila Andujo, el empleado que presentó la queja y no a todos los trabajadores de la compañía.

Para erradicar este anacronismo y sentar jurisprudencia, deben presentarse cinco casos similares y los tribunales de todo el país estarían obligados a tomar en cuenta este mismo criterio en caso de atender un pedido de amparo por parte de otros empleados de Wal-Mart México.

Hoy por hoy, es incuantificable la trascendencia de esta resolución de la Suprema Corte; tal vez éste sea sólo un caso aislado de justicia laboral, pero también es posible que este precedente desencadene una reacción similar en todos los trabajadores sometidos al mismo plan de previsión social. El feliz desenlace del asunto sería el surgimiento de una nueva mentalidad ciudadana, de nuevas formas de pensar y actuar en la sociedad de mercado.

El capitalismo corporativo y el poder político son las dos versiones vigentes del dominio y la alineación en el nuevo orden mundial. En la aldea global, la única constante universal es el mercado y la alienación se produce a través del consumo; la tecnología es la quimera posmoderna que invade todas las manifestaciones de la conciencia humana, es el eslabón que encadena a los consumidores y los somete al corporativismo mercantil.

Por eso, en el discurso neoliberal, las nociones de mercado y democracia quedan incautadas por los excesos de poder. El totalitarismo global funciona por la dispersión del pensamiento único que establece como valores universales los intereses de las fuerzas económicas.

Pero la lógica dominante del capitalismo corporativo carece de alternativas. La globalización neoliberal es una totalidad insolidaria y, por eso, plantea un profundo problema ético: si muchos son excluidos y todos estamos globalizados, es preciso construir una cultura cuya misión sea preservar la dignidad humana.

Aunque la magnitud y las denominaciones sean diferentes, las estructuras son las mismas, y ahora como en los tiempos de Don Porfirio, las naciones se polarizan en dominantes y sometidos; hoy como siempre, las grandes transformaciones sociales sólo se producen por el consenso de voluntades, por la incorporación de las convicciones multitudinarias a las espirales perpetuas de la historia, cada vez que el pasado se actualice y los anacronismos resurjan en nuevas versiones del poder…

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