lunes, noviembre 24, 2008

Figura excepcional

En algún lugar palaciego, donde se fabrican las máscaras y las aureolas de las imágenes públicas, al final de un corredor sombrío se encuentra el archivo de las excepciones; ahí se conservan las biografías que no admiten matices y aquellas acciones imborrables de la memoria colectiva…

En cuestiones de imagen pública existen retos y excepciones; los retos surgen cuando debe confeccionarse el carisma para personalidades sin talento ni gracia, suelen ser casos extenuantes con pocas posibilidades de éxito; las excepciones están configuradas con los eventos y personajes que permanecen en la opinión pública, y por eso, no hay estrategia alguna para encubrir o suavizar la imagen de aquellos que han escrito su biografía sin escrúpulos.

El Licenciado Fernando Gómez Mont es un caso excepcional en el diseño de imágenes públicas. En el currículum del actual Secretario de Gobernación destaca su brillante intervención como abogado en los juicios más lucrativos que implicaron a políticos y empresarios en conductas delictivas como fraude y corrupción.

Como funcionario público, Gómez Mont, ha combinado la política y la abogacía; a su autoría se atribuyen las modificaciones constitucionales que han permitido la absolución de connotados e ilustres delincuentes de cuello blanco, como los ex banqueros Carlos Cabal Peniche y Jorge Lankenau, artífices de fraudes millonarios que posteriormente se incorporaron al Fobapora.

Entre sus defendidos más ilustres y notables se encuentran: Tomás Peñaloza Webb, acusado de fraude al Instituto Mexicano del Seguro Social; Gerardo de Prevoisin, ex director de Aeroméxico acusado de fraude y transferencia ilícita de recursos; Rogelio Montemayor Seguy, ex director de Pemex, acusado de triangular fondos de la paraestatal para la campaña presidencial de Francisco Labastida.

Por eso, en estos momentos, cunde la desesperación en el Departamento de Imagineria Pública del Calderonismo. El Licenciado Gómez Mont, como titular del Palacio de Cobián, es una figura excepcional, porque no existe estrategia ni técnica para disolver los avatares en su trayectoria profesional.

No!... Tampoco la politiquería, ni la demagogia pueden encubrir todas evidencias; y suele suceder, que se producen efectos adversos. Aunque en el discurso de Felipe Calderón, el nuevo secretario de gobernación aparece como “modernizador”, “reformador” y como “una pieza clave en el proceso de transformación democrática”; entre las líneas del discurso presidencial se entiende que Calderón deposita toda su confianza en su ex compañero de la Escuela Libre de Derecho para implementar la Reforma Penal recientemente aprobada.

El arribo al gabinete presidencial de una personalidad como Gómez Mont envía señales realmente desconcertantes: el estado mexicano se encuentra en guerra contra la delincuencia organizada y el encargado de la seguridad nacional es un flamante defensor de delincuentes distinguidos; la reforma penal será implementada por un experto en tergiversar el sentido de la justicia.

Y más desafortunada aún, fue la licencia discursiva del propio Gómez Mont, cuando equiparó la lucha contra el narcotráfico con los ideales de la Revolución mexicana, con mayúsculas. Porque, en apego a la lógica del discurso, debe entenderse que un defensor de la aristocracia será el adalid del pueblo mexicano.

Lo único claro en esta designación, es que la soledad se cierne cada vez más sobre Felipe Calderón, que el círculo del poder incluye a sus amigos e incondicionales, que el criterio presidencial carece de sensatez, que por eso, ignora lo consignado en el archivo de las excepciones, y que se pretende reinventar las biografías que no admiten matices y desvanecer las acciones imborrables de la memoria colectiva…

3 comentarios:

Lázaro Buría dijo...

Sigo frecuentando sus palabras, pero la fragilidad de las mías suguieren que calle. Cuando hay tanto poder en algunas, las débiles -sonrojadas- usan su máscara de silencio. Y tras ella, tímidas, admiran a quien le echa de menos. Así funciona la dialéctica excepcional de la creación literaria hasta que cansados ambos -autora y lector- se despiden ignorando cuando volverán a encontrarse sus biografías.

LB

Laura M. López-Murillo dijo...

Lázaro:
Las palabras del lector tienen mucha fuerza para el autor, porque su respuesta, su reacción, por pequeña que sea, tiene el poder de renovar la vocación de quien se aventura a escribir.
Por eso, sus palabras jamás serán débiles Lázaro, y siempre será apreciada, y mucho, la atención que bondadosamente me brinda.
Lamentaré profundamente su silencio, porque sus comentarios se incorporaron a mis consultas habituales; y me disculpo por la tardanza en respoderlos, pero le confieso que necesito más tiempo para atender mi correspondencia como yo quisiera.
Me desconcierta la crueldad de esa dialéctica autor-lector,porque una de las ventajas de habitar en esta aldea global, es que el curso de las biografías ya no depende de las distancias o los tiempos... pero siempre será reconfortante saber que aún cuento con su fina atención.

Un abrazo:

Lázaro Buría dijo...

Gracias por ver lo que nuestros ojos no alcanzan.

LB