domingo, julio 08, 2012

300



            En algún lugar del océano, surcando los mares del tiempo y en la búsqueda del consenso, navega una embarcación que se construye incesantemente en la travesía y que se reconstruye sobre las olas…



            Dicen los que saben que la democracia es la única embarcación que se construye sobre la línea de flotación,  y que por eso, se perfecciona en cada trayecto. Por la incertidumbre que surgió en la jornada electoral del 2006, y que prevaleció durante todo el sexenio,  se modificó la legislación electoral que ahora permite y regula la apertura de paquetes para recontar los votos.



De acuerdo al ordenamiento legal, el recuento se realizó en forma ininterrumpida a partir de las 8:00 horas del 4 de Julio ante la presencia de los representantes de los partidos políticos.  Voto por voto, casilla por casilla, distrito por distrito, en el  Instituto Federal Electoral (IFE), vocales, consejeros, técnicos y asistentes electorales realizaron la epopeya del recuento y la concluyeron antes del término fatal que marca la ley. Durante el esclarecimiento de las cantidades emanadas de los comicios, en los 300 distritos se omitieron miles de horas de sueño, se soportaron toda clase de señalamientos, se recibieron mil y un agravios y se resolvieron centenas de recelos y sospechas. 



El recuento de los votos emitidos en las elecciones del primero de Julio ratificó las cifras de las actas elaboradas por los funcionarios de casilla y las modificaciones a las cifras  capturadas en el Programa de Resultados Electorales Preliminares representan un porcentaje mínimo. Si se pondera el factor humano de estas cifras, se obtiene un grado significativo de certeza y se eleva considerablemente el índice de transparencia en los comicios. Hasta este momento, como consejera electoral  y testigo presencial del proceso electoral puedo afirmar que en cada voto se materializó la voluntad del electorado. No obstante, el resultado de este proceso indica que aún queda mucho por hacer para perfeccionar la legislación referente al proselitismo.



Cuando ha concluido la extenuante tarea del recuento es menester identificar  los  aspectos mejorables del proceso electoral. Al margen de las casillas y en la esfera del proselitismo existen actos y conductas que deben regularse, como la publicación y difusión de las encuestas que presentaron cifras sin sustento, la diferenciación en el trato a los candidatos en los medios masivos y las estrategias del marketing político. Se ha logrado transparentar la emisión, el escrutinio y el cómputo del voto; queda pendiente regular  las causales intangibles que inciden en la emisión del voto.



Y es justamente ahora, al emprender una nueva travesía rumbo al ideal democrático, cuando  es imperativo reconocer la actuación de los ciudadanos como uno de los rasgos notables del proceso electoral. En cada uno de los 300 distritos fueron ciudadanos quienes supervisaron la actuación del IFE, los que capacitaron a los funcionarios de casilla y  recontaron los votos.  Por todas las actividades en que participé y  por todo lo que atestigüé, este proceso electoral es la sumatoria de las voluntades que coincidieron en 300 puntos de la geografía nacional, es el resultado del ejercicio ético de la ciudadanía que asumió el compromiso  con un ideal alcanzable, que es imperativo perseverar en la búsqueda del consenso  a bordo de una embarcación que se reconstruye incesantemente sobre las olas…



Con mi sincero reconocimiento a la labor realizada en los 300 distritos electorales.

No hay comentarios.: