En algún
lugar diligente, justo antes del momento decisivo se reafirma el ideal y se afianzan las
convicciones; por los azares del destino coincidieron voluntades dispersas que
abrazando el bien común resistieron las inclemencias de la apatía y la
desconfianza…
Dicen los que saben que la historia
es una narración perpetua escrita por los pueblos; afirman que el nudo de todos
los relatos es un momento de decisión; y que por eso, los finales felices son
la afortunada secuela de las esperanzas y los esfuerzos.
El relato de este proceso electoral inició
en Octubre del 2011 con las
convocatorias para la conformación de los consejos locales, y posteriormente, de
los consejos en cada distrito; en Diciembre del 2011 se impartieron cursos para
capacitar a todos los consejeros distritales. En Enero del 2012 se realizó un
sorteo entre los doce meses del año; el resultado del sorteo fue un listado
inmenso con todos los ciudadanos que nacieron en el mes de Diciembre. En ese entonces, se realizó
un proceso exhaustivo para contratar a los capacitadores y supervisores
electorales. En Marzo se realizó un segundo sorteo para elegir una de las
veintinueve letras del alfabeto y la lista de redujo a los ciudadanos nacidos
en el mes de Diciembre cuyo apellido paterno inicia con la letra S. A todos ellos se les invitó a participar como funcionarios de
casilla; después de desaires, rechazos y desprecios, logró integrarse un grupo aún
más pequeño con los ciudadanos que aceptaron participar, y en un tercer sorteo
se determinaron los cargos de los ciudadanos en las mesas de casilla.
En estos momentos se escribe el nudo de este
relato: el ideal del Instituto Federal Electoral (IFE) se encarna en todos y en
cada uno de los capacitadores y
funcionarios de casilla que pondrán en funcionamiento un mecanismo
gigantesco, que por la convicción ciudadana es
impecable. Por eso hoy, para describir el paisaje de la jornada electoral
es imperativo incluir los caprichos del
azar, la perseverancia de los capacitadores y la generosidad de los ciudadanos. El feliz desenlace de este relato se escribirá
con los matices de la participación ciudadana, con los bemoles en la expresión
de la voluntad popular.
El próximo domingo primero de Julio ejerza su
derecho al voto, participe en la toma de las decisiones que marcarán el rumbo
del país. No se abstenga ni anule su voto, porque al hacerlo el poder de
decisión se restringe a una minoría. Recuerde que la democracia se construye con la voluntad de todos los
ciudadanos, que es una convicción que se fortalece cuando coinciden voluntades
dispersas que abrazan el bien común…
Dedicada a todos los ciudadanos que
como consejeros, técnicos, vocales, capacitadores y funcionarios de casilla
colaboran en el Instituto Federal
Electoral,
y en especial a mis compañeros en el
Distrito 01 de Baja California.
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