domingo, septiembre 23, 2012

Forma y consistencia


En algún lugar determinante, muy lejos de las casualidades donde las coincidencias se desvanecen, entre las inercias y las obsolescencias se hilvanan las complicidades en un tejido sutil pero contundente…   

 

En el marco circunstancial del sexto y última informe de gobierno, Felipe Calderón presentó al Congreso dos iniciativas con carácter preferente: las reformas a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley de General de Contabilidad Gubernamental. El carácter preferencial de estas iniciativas es una reforma al artículo 71 constitucional  aprobada por la LXI Legislatura que agiliza el proceso de dictamen y revisión en las cámaras, y en caso de ser aprobadas, las reformas serán promulgadas el último día del régimen calderonista; no obstante, la premura estipulada no garantiza el contenido de las reformas.

 

            La polémica en el legislativo se ha enfocado en las reformas propuestas a la  Ley Federal del Trabajo respecto a la transparencia en el manejo de los recursos de los sindicatos y la elección democrática de sus representantes. Pero al margen de la partidocracia se deduce que la justificación  a las iniciativas preferentes calderonistas es la urgente definición del próximo régimen porque el dictamen en las cámaras será el indicio infalible del liderazgo que efectivamente ejerce Enrique Peña Nieto sobre las huestes priístas y del cabal cumplimiento de las promesas empeñadas al sector empresarial durante la campaña.

 

            Si se dictaminara a favor de la transparencia en el origen y el  manejo de los recursos que fluyen en los sindicatos significaría el principio del fin de los cacicazgos y del poder imperturbable de los ídolos profanos que las fuerzas vivas erigieron en  los tiempos del Priato porque los únicos perjudicados serían los líderes y dirigentes gremiales, esos iconos vivientes que dominan las praderas del jurásico imponiendo las aberraciones anacrónicas de una subespecie que aún no se extingue.

 

            Dicen los que saben que en la política las coincidencias no existen y bajo esta lógica también deben entenderse eventos aparentemente inconexos:  la sorpresiva insinuación de la posible renuncia de Elba Esther Gordillo como dirigente del sindicato magisterial en la próxima Asamblea Extraordinaria; y el consejo que Tony Blair, ex primer ministro británico, ofreció al presidente electo en el sentido de agendar  sus prioridades y el cumplimiento de sus promesas en una conferencia donde expuso las bondades de la inversión privada en áreas estratégicas. 

 

            Entre las bancadas partidistas la tendencia predominante encubre la invulnerabilidad de los privilegios gremiales bajo la defensa de los derechos laborales en un pronunciamiento cínicamente favorable al corporativismo sindical y en clara oposición a la imagen renovada del partido que recuperó la presidencia. El desenlace de este vericueto legislativo configurará el perfil del próximo mandatario, cuantificará los compromisos concertados y la  consistencia de la línea presidencial en el sutil tejido de las complicidades…            

 

 

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