miércoles, octubre 23, 2013

Vocación excepcional


En algún lugar remoto, en la abrupta geografía de la pobreza, soportando las inclemencias de un entorno hostil,  florece la esperanza… 

 

            Dicen los que saben, que el atributo de una excepción consiste en romper las reglas; que  los momentos estelares de la humanidad se han escrito por personajes que eludieron la fatalidad de las generalizaciones; y que por eso, la osadía es el único antídoto contra los estigmas y los convencionalismos.

 

            Abusando de las generalizaciones, se ha pretendido distinguir los rasgos de los habitantes de la aldea global tomando como referencia el uso de las tecnologías de la información; así, se han establecido las características de las generaciones X, Y, Z incluyendo a los nativos del mundo digital. Pero ésta, como todas las generalizaciones, depende de la perspectiva y sólo es válida para los usuarios frecuentes y constantes de la información digitalizada, para los afortunados que deambulan en el hiperespacio y que pueden zambullirse en la “nube” que condensa millones de datos. Pero en las afueras del entorno digital sobrevive un sector incuantificable en la aridez de un territorio lejano a la “nube informática” donde rara vez se precipitan los datos. Y es ahí, donde han surgido dos brillantes excepciones que destrozan el rigor de la regla:

 

            En el estado de Tamaulipas, a un costado del aeropuerto internacional de  Matamoros y en uno de los rangos de pobreza vive la niña Paloma Noyola Bueno quien obtuvo el primer lugar nacional en matemáticas en la prueba Enlace gracias a la disposición de su profesor Sergio Iván Juárez Correa quien se convirtió en la conexión entre sus alumnos y el conocimiento digital.

 

            Y en la región indígena triqui, en la serranía oaxaqueña, un grupo de entrenadores dirigido por Sergio Zúñiga en la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM) fusionaron los beneficios del deporte y la educación en una “nueva forma de vida” para  

Melquíades, Tobias, Anselmo, Bernabé, Dylan, Abimael, Fernando y Germán, integrantes del equipo representativo de México que participaron en el cuarto Festival Internacional de Minibasquetbol, organizado por la Federación Internacional de Basquetbol Américas, en donde jugaron descalzos y alcanzaron el campeonato en seis partidos con marcadores contundentes.

 

            No! …Ni Paloma ni los pequeños “Gigantes descalzos de la montaña” presentan los rasgos de la Generación Mymedia; tampoco son nativos digitales porque su infancia transcurrió en la precariedad de un entorno perdido en el olvido institucional, adversidad que felizmente fue superada por la auténtica vocación de sus educadores, que son las brillantes excepciones que rompen el oscurantismo que aqueja a los sectores indígenas; son las bondades de la vocación, y no los beneficios de la tecnología, los que eludieron  los obstáculos en la abrupta geografía de la pobreza para infundir confianza y valentía, para enfrentar las  inclemencias de un entorno hostil donde jamás florecía la esperanza… 

 

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