domingo, febrero 03, 2008

Paladines y pendones. Adalides y estandartes

En algún lugar del discurso, entre las líneas y las palabras, yace un mensaje dirigido a los sobrevivientes inmersos en la pesadilla de un sueño imposible: quienes soportan la discriminación y la explotación, aquellos que aún no se resignan al duelo infringido por la guerra, y los que aún conservan la esperanza en un futuro mejor…

El 5 de febrero del 2008, el esperado “supermartes” en los Estados Unidos de Norteamérica, los precandidatos por los partidos Republicano y Demócrata se confrontarán en las elecciones primarias. Todos los pronósticos son reservados porque estos comicios serán los más reñidos en la historia reciente de ese país debido a la personalidad y al extracto social de los precandidatos.

En el preámbulo de la contienda electoral se ha generado una lucha por la mente y el corazón de los electores norteamericanos, y por eso, el discurso de los precandidatos intenta provocar la empatía y generar sinergia en los sectores que tradicionalmente eran ignorados por la elite política norteamericana.

En la batalla del supermartes participarán los paladines de las minorías que luchan por el pendón demócrata: Hillary Clinton por el género femenino y Barack Obama por las etnias reprimidas. Mientras el estandarte republicano lo disputan los adalides de las mayorías: John McCain, un aguerrido veterano de guerra, y el empresario y exmisionero mormón Mitt Romney.

Por primera vez, los comicios electorales permitirán ponderar el estado de fuerza de los sectores que se compendian en una sociedad heterogénea en todo sentido. Los criterios, las ideologías, los proyectos y las propuestas implícitas en las campañas de los precandidatos así lo demuestran. El género que lucha por la equidad y los sectores marginados se enfrentarán a los simpatizantes de la milicia y de la religiosidad exacerbada.

Pero además, se calificará la transparencia del proceso democrático. El curso de la historia norteamericana dependerá del sector electoral más fuerte, es por eso, que en aquella polifonía de voces discordantes se difunde exhaustivamente… un mensaje dirigido a los sobrevivientes inmersos en la pesadilla de un sueño imposible: quienes soportan la discriminación y la explotación, aquellos que aún no se resignan al duelo infringido por la guerra, y los que aún conservan la esperanza en un futuro mejor…

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