En algún lugar decadente, encapsulados en la polución,
deambulan especímenes nefastos adictos a las distorsiones del poder…
El círculo
que delimita a la clase gobernante es una figura caprichosa y flexible pero
implacable porque brinda protección superlativa a un estrato social que es prácticamente invulnerable; la pertenencia a
esa estirpe le confiere derechos extraordinarios a personajes del ámbito
político, quienes portan una licencia para trasgredir los ordenamientos
jurídicos, los preceptos de la ética y de la moral, y ostentan un sinnúmero de atribuciones inéditas e insólitas con
aplicación discrecional pero con validez en cualquier momento y circunstancia. Una
nefasta tradición impone que el ejercicio de las atribuciones extraordinarias
en la clase política debe mantenerse en la secrecía absoluta, pero esa
tradición no es perpetua y los secretos salen a relucir cuando se abandona el
caprichoso círculo del poder.
Este
fenómeno puede apreciarse en el caso de Genaro Góngora Pimentel, el exministro
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que traficó con sus
influencias para acusar de fraude genérico y encarcelar a su expareja
sentimental Ana María Orozco Castillo quien fue absuelta recientemente. Ahora
se sabe que Góngora Pimentel solicitó un estudio psicológico de Ana María
Orozco para confirmar el maltratado a sus hijos como causal para la pérdida de
la patria potestad y así, reducir el
monto de la pensión alimenticia.
El desvanecimiento de las canonjías al
abandonar el ejercicio del poder es una realidad incuestionable; plenamente
convencido de ello, Andrés Granier Melo, ahora exgobernador de Tabasco,
apareció públicamente por última vez en el aeropuerto de Villahermosa al
mediodía del 30 de diciembre del 2012, horas antes del cambio de poderes en ese
estado. La absoluta secrecía se desmoronó y ahora recae sobre el exgobernador
de Tabasco la acusación por el desvío de 1,900 millones de pesos del erario.
Sí!... La extinción de los privilegios y
la claudicación de los secretos oficiales siempre llegan tarde. Después de
cuatro años de la tragedia en la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, la
Procuraduría General de la República (PGR) revisará en su totalidad la
averiguación previa que se integró por el incendio que provocó la muerte a 49
niños y se abrirá una nueva línea de investigación específicamente relacionada
con la posibilidad de que el incendio fuera provocado para eliminar
documentación relacionada con el manejo de 10,000 millones de pesos
relacionados con un proyecto de inversión conocido como Plan Sonora Proyecta.
Mientras tanto, los presuntos implicados continúan en el servicio público o en
el sector empresarial, libres de cargos y responsabilidades.
No!... El círculo del poder no ha
perdido fuerza ni consistencia; los protagonistas de los actuales escándalos
políticos son personajes ahora excluidos de la estirpe gobernante. Es decepcionante.
Pero esa decepción no debe extinguir el afán de justicia. Poco a poco, surgen
espacios en los medios para denuncia (el caso de Góngora fue expuesto por la
periodista Carmen Aristegui lo que desencadenó la revisión del caso y la
liberación de la inculpada). Cuando se proteja legal y efectivamente a los
periodistas, cuando se consolide la auténtica democratización de la información
garantizando a la ciudadanía el acceso al discurso público y se exhiban las arbitrariedades y los excesos
de la clase política, entonces, y sólo entonces, se limpiará ese entorno
decadente y se extinguirán la polución y los especímenes nefastos adictos a las
distorsiones del poder…
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